Tres minutos y medio. Esta es la media que tienen los profesionales de atención primaria en Sevilla para atender a sus pacientes. «Es imposible que en ese tiempo podamos ser tan eficaces como podríamos», asegura Andrés Jiménez, médico de familia y vocal del Sindicato Médico Andaluz. «Antes trabajábamos de otra manera. Teníamos tiempo para citar a los pacientes más complicados y poder ver bien lo que les pasaba», apunta. «En el mejor de los casos, podemos dedicar cinco minutos y seis los pediatras», según un informe de este sindicato.

Por ello, en el Foro Autonómico de Médicos de atención primaria con motivo de la celebración de su día, insistió en una reclamación que «viene de largo». «Necesitamos un mínimo de 10 minutos para tratar al paciente, porque hay casos en los que deberíamos dedicarles media hora», afirman. «Solo en saludar al enfermo, que nos cuente qué le sucede, abrir su historia, explorarlo, valorar, escribir lo que sucede y prescribirle el tratamiento necesitamos más tiempo. Así es imposible», insisten.

A esto hay que sumarle que, «desde la llegada de la lista de espera cero, a los 60 o 70 pacientes que atendemos diariamente nos encontramos con los famosos bises». Esto es, pacientes que acuden de urgencia o que piden cita y se le da para la misma hora que ya tiene otro asignada, cuentan. «A veces, los propios doctores tenemos que salir a organizarlos», apunta Jiménez.

Además, recuerdan, en los últimos años «hemos ido asumiendo más servicios, algo a lo que no nos negamos, pero que no han venido acompañados de más inversión ni en medios ni en personal». No en balde, apunta Jiménez, «en Sevilla actualmente hay algo más de 1.700 profesionales (médicos de familia, pediatras y odontólogos) y 500 de ellos son eventuales». Una cifra que se ha visto reducida en los últimos años pues en «Andalucía se han perdido 6.000 puestos de trabajo en este sector. Y eso se nota en una sobrecarga de trabajo que a veces lleva a la desesperación de los pacientes y las agresiones».

Así, ante esta situación que consideran «inviable», ayer presentaron un decálogo para que este servicio «clave para mejorar el Sistema de Salud», deje de ser «la hermana pobre» y se le dote de más recursos mejor organizados para ello. En una jornada que, dicen, «sirve para poner en valor su trabajo y reivindicar lo que queda por hacer».

«La atención primaria es el primer filtro y si se organiza de una manera eficaz y cuenta con los medios necesarios evitaría el colapso en las urgencias y otros problemas que se dan actualmente en los hospitales», asegura el presidente del Colegio de Médicos de Sevilla, Juan Bautista Alcañiz. «Aun así, quizá es el es servicio que peor tratado esté dentro de todas las especialidades y los que en muchas ocasiones se encuentran más solos».

Por ello, tanto el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, Antonio Aguado Núñez-Cornejo, como el vocal de atención primaria del CACM, Manuel Ortega, señalan algunas de las carencias que sufren. Aunque los médicos de familia «están perfectamente capacitados» para solucionar cualquier problema, «es imposible que sean expertos en todo». Así que sería muy útil que pudieran solicitar pruebas médicas o consultar con algún especialista en determinados casos, apuntó Aguado. «No tiene sentido que el mismo médico no pueda hacer esto en un centro de salud, pero si atiende en un hospital sí, es un sinsentido», asegura Ortega. Así mismo, recuerdan que la atención primaria «debería liderar la gestión de los procesos del enfermo crónico dentro del sistema sanitario, incluyendo la coordinación con hospitales, geriátricos... No en vano los médicos de familia acompañamos a los pacientes durante toda su vida y les deberíamos aconsejar en el buen vivir como en el buen morir».

Igualmente, reclaman una «disminución de la burocracia que no tenga finalidad clínica» o la «creación de un área de competencia en Medicina de Familia en la Universidad». Medidas todas encaminadas a «devolver la ilusión y la esperanza a estos profesionales para que puedan realizar su trabajo de forma eficiente».