‘Aceituning’ en la tierra tomatera

El bus aceitunero recala en la villa para predicar sus cualidades

Álvaro Romero @aromerobernal1 /
05 jun 2015 / 22:06 h - Actualizado: 05 jun 2015 / 22:09 h.
"Agricultura"
  • Los alumnos del Nuestra Señora de las Nieves aprendieron y disfrutaron en los talleres prácticos / Fotos: A.R.
    Los alumnos del Nuestra Señora de las Nieves aprendieron y disfrutaron en los talleres prácticos / Fotos: A.R.
  • Foto de familia de los pequeños justo delante del bus aceitunero.
    Foto de familia de los pequeños justo delante del bus aceitunero.

Los Palacios y Villafranca es sobradamente conocido por sus tomates, pero el gusto de los palaciegos ha estado abierto históricamente a cualquier sabor. Seguramente porque este pueblo del Bajo Guadalquivir, entre la marisma y la campiña, entre la Sevilla clásica y la Cádiz con vocación americana, es de los enclaves culinarios donde toda innovación que parta de la tierra triunfa. Ayer lo hizo el bus de Interaceituna, que plantó su carpa frente al Ayuntamiento y cautivó por la mañana a escolares y por la tarde a cuantos quisieron descubrir que las olivas romanas son el único fruto que reúne los cuatro sabores básicos, como cuatro puntos cardinales del paladar: salado, dulce, amargo y ácido.

Los alumnos de Primaria del colegio Nuestra Señora de las Nieves cambiaron sus aulas por el bus aceitunero para aprender sobre las propiedades de un fruto que muchos vinculaban a sus abuelos pero que cuenta con 37 calorías por cada 7 unidades, tiene un contenido graso de hasta el 77 por ciento de ácido oleico, combate el colesterol y son fuente natural de hierro y vitamina E.

No solo lo aprendieron, sino que disfrutaron en varios talleres prácticos de la mano del televisivo cocinero Sergio Fernández, y ya se sabe que la cocina es hoy por hoy otra de esas vías rápidas para convertirse en estrella, como hace años lo eran las canciones o los chistes. Los chavales hicieron sus aliños con aceitunas verdes, rosadas, negras, violetas o castañas, y se atrevieron con esas combinaciones que Interaceituna promueve entusiasta y los chicos se toman como divertidos experimentos de sabor: con alcaparras, queso manchego, pimientos, berberechos, jengibre, salsa de soja o wasabi. A la aceituna le pega todo, y todo pega con aceitunas. Es el mensaje que trata de promocionar Interaceituna, que agrupa a las asociaciones Asaja, la UPA, la COAG, Asemesa y las cooperativas agroalimentarias.

Por la tarde, cuando la marea marismeña lo permitió, muchos palaciegos se acercaron al bus. La mayoría no quería aprender, sino comer aceitunas. Algunos daban lecciones de salmuera y de cómo partir aceitunas a la nutricionista, Alessandra Serna, y al cocinero, Ángel León. Pero se entusiasmaron con la oferta que no suelen practicar de generación en generación en un pueblo cuya barriada de El Cerro, por ejemplo, organiza un concurso anual de aliños: aderezadas al estilo español o californiano, con olivas hojiblancas, manzanillas, cacereñas, carrasqueñas o gordales; con orégano, tomillo, ajo, naranja,... o rellenas de anchoas, atún, salmón, avellanas o jamón.