Alegrías en clave de jazz

Se acabó. Han sido muchos horas de jazz. Y se acabó. Comienza la espera con la vista puesta en el horizonte de una nueva edición del Festival Internacional de Jazz de Madrid mejor que la que acaba. Si es que eso es posible, claro. Flamenco Standards ponían un broche extraordinario a JAZZMADRID 18. Un primor de concierto

03 dic 2018 / 18:42 h - Actualizado: 03 dic 2018 / 19:18 h.
"Jazz"
  • Lela Soto arrancó con un martinete. / Fotografía cortesía de JAZZMADRID 18
    Lela Soto arrancó con un martinete. / Fotografía cortesía de JAZZMADRID 18
  • Rycardo Moreno y ‘Enriquito’. / Fotografía cortesía de JAZZMADRID 18
    Rycardo Moreno y ‘Enriquito’. / Fotografía cortesía de JAZZMADRID 18
  • Flamenco Standards. / © Noah Shaye
    Flamenco Standards. / © Noah Shaye

Como se ha ido demostrando a lo largo del tiempo, el jazz es la música que mejor acepta mestizajes; el jazz siempre dice sí a otros ritmos, a otras músicas. Si el jazz representa la libertad absoluta al hacer música, el efecto que produce la fusión con el flamenco o con cualquier otra música es multiplicador y el mundo puede ser mirado desde lugares improbables, insólitos y casi místicos.

Existen algunos lujos de los que los aficionados al jazz pueden disfrutar. Existen algunos lujos de los que los aficionados al flamenco pueden disfrutar. Flamenco Standards, la formación liderada por Pablo Martín Caminero, es un lujo del que pueden disfrutar los amantes del flamenco y del jazz. Todo al mismo tiempo y todos a la vez.

Al comenzar este último concierto en Conde Duque de Madrid, el que escribe ya tenía el vello de punta escuchando la baqueta del baterista Marc Miralta al golpear en uno de los platos. Marcaba el compás del martinete con el que arrancaba el espectáculo. Lela Soto (solo participó en este tema) ponía la voz a funcionar (muy filtrada y, creo, de forma innecesaria; el cante flamenco no precisa de ese tipo de cosas para decir y hacerlo bien). Seguían unas bulerías. Y ya estaba claro que el concierto sería una maravilla. Que otros palos fueran llegando era cuestión de tiempo. De hecho, la cosa siguió con unas alegrías.

Alegrías en clave de jazz
Lela Soto, Rycardo Moreno, Enrique Rodríguez ‘Enriquito’, Pablo Martín Caminero y Marc Miralta. / Fotografía cortesía de JAZZMADRID 18

Enrique Rodríguez con la trompeta lograba momentos de gran intimidad, el guitarrista Rycardo Moreno salpicaba todo con el son flamenco puro que tan bien casa con el blues (después de tantos años he aprendido que son la misma cosa), Marc Miralta construía una base rítmica impecable en compañía de Pablo M. Caminero que era capaz de fascinar a todos con el contrabajo.

La leyenda del tiempo de Ricardo Pachón sonó y ese tiempo legendario se congeló, dejó el universo inmóvil durante unos minutos. La versión que hace de este tema Flamenco Standards es sensacional. El faro de Jorge Pardo y Lo bueno y lo malo de Ray Heredia, fueron otros dos temas que destacaron. En cualquier caso, el concierto fue compacto y homogéneo de principio a fin.

Era un final de festival difícil de superar.

Ahora, solo queda esperar a que pasen once meses para volver a disfrutar de una programación que volverá a ser estupenda y de una organización fabulosa. Nos vemos.