Beatles Vs. Rolling Stones

Ser de los Beatles o ser de los Rolling es algo inevitable desde el mismo momento en el que las bandas aparecieron en escena. Distintas formas de entender la música, el universo entero; diferentes filosofías que transmitieron a millones de jóvenes que eligieron para adoptar como propias. Aún hoy sigue ocurriendo. Chicos buenos frente a los rebeldes aunque, en definitiva, un cambio brutal en las sociedades de todo el mundo

26 ago 2017 / 23:13 h - Actualizado: 31 ago 2017 / 10:37 h.
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  • The Rolling Stones. / El Correo
    The Rolling Stones. / El Correo
  • The Beatles. / El Correo
    The Beatles. / El Correo
  • Beatles Vs. Rolling Stones
  • Beatles Vs. Rolling Stones
  • The Rolling Stones en una imagen actual. / El Correo
    The Rolling Stones en una imagen actual. / El Correo
  • The Beatles junto a Muhammad Ali. / El Correo
    The Beatles junto a Muhammad Ali. / El Correo

Durante décadas, se ha hablado tanto de la rivalidad que existía entre los Beatles y los Rolling Stones que se ha convertido en una leyenda popular. Muchos creen que sólo fue un instrumento para darse popularidad, que realmente no existió dicha confrontación. Hay quien ve tan sólo una forma distinta de entender el rock. Hoy en día, con el tiempo como distancia, no es más que una anécdota. Pero lo cierto es que la rivalidad existió, durante una época o bien eras de los Beatles o bien de los Rolling, y era excluyente, no podían gustarte los dos grupos. En un principio ambas bandas eran amigas, incluso The Beatles, que ya eran reconocidos y populares, ayudaron a The Rolling Stones a saltar a la fama prestándoles la canción I wanna be your man. Si bien son dos formaciones inglesas, cada una venía de un mundo completamente distinto.

Los Beatles nacieron en Liverpool, en el norte industrial de Inglaterra. Representaban a la clase obrera (aunque sólo Ringo procedía de una familia humilde), a la gente sencilla, las tradiciones británicas. Fueron los provincianos que asaltaron la capital del Reino y de ahí, el mundo. Por eso fue fácil que los adolescentes del momento se identificaran con ellos, los chicos buenos. Si bien en sus orígenes tenían un aspecto más rock, en seguida esa imagen se fue puliendo y cambiaron sus cazadoras de cuero y cremalleras por los trajes estrechos. En 1960 la fotógrafa Astrid Kirchherr creo el mítico corte de pelo de los Beatles inspirándose en la película Orpheus de Jean Cocteau y, sin darse cuenta, uno de los iconos pop más fuertes del siglo XX. Muchos jóvenes de la época decidieron peinarse con el revolucionario mop-top, creándose para sí una nueva identidad al estilo de los cuatro de Liverpool, lo que desató el enfado de los padres y de la sociedad conservadora en general. Realmente fue un escándalo; de pronto los jóvenes tenían una nueva forma de expresar su rebeldía, tanto que en la URSS se prohibió, arrestando y obligando a cortarse el pelo a todo aquel que luciera esta melena. Con todo, el aspecto de la banda y de sus fans era bastante pulcro, trajes de chaqueta de mezclilla estrechos ellos y alguna tímida minifalda para ellas. Se dice que el fenómeno fan nació con los Beatles, toda una generación de jóvenes que nacieron después de la II Guerra Mundial, en el paso del capitalismo de producción al capitalismo de consumo, un nuevo orden y una nueva forma de ser rebelde, de querer libertad. Los conciertos de los Beatles se abarrotaban de miles de seguidores que gritaban tanto que era imposible escuchar su música, ni ellos mismo se oían cantar. Cada paso que daban era seguido por una legión de fans que se vestían y se comportaban como ellos, de una forma muy británica y perversamente inocente. Pero, sobre todo con el auge de bandas con una imagen muy potente (como los Rolling Stones), la psicodelia, el LSD y, en definitiva, con el correr de los tiempos, su estética fue cambiando. En un giro radical, los pantalones se volvieron anchos y las chaquetas de colores chillones y estampados, reminiscencias hindúes, el cabello cada vez más largo y descuidado. En occidente crecía el interés por la espiritualidad oriental, enfocada en la energía de la naturaleza y el universo, una filosofía más despreocupada y menos materialista. La mente y el cuerpo se liberaban con el consumo de sustancias psicotrópicas, el amor libre y la música. En abril de 1970, Paul McCartney hace oficial lo que ya hacía un tiempo era un hecho, la separación de la banda. Las drogas, los egos, los amores, las ganas de reinventarse hicieron que los Fab Four dejaran de estar unidos. Durante su existencia, tanto la música como la estética fue cambiando. Hoy en día siguen siendo los que más discos han vendido en la historia, pero la imagen del Beatlemaniaco que tenemos en la cabeza es la del mod con flequillo y traje oscuro.

En la cosmopolita Londres de los 60 se formaron los Rolling Stones. En sus inicios tenían imagen de niños buenos, con jersey y camisa, pero pronto fueron capaces de crear un estilo propio con el que se les sigue identificando a lo largo de los años y de las generaciones, que ya son unas cuantas. El éxito de los londinenses fue rápido, tanto que muchos dudaron que transcenderían en la historia de la música. Con los Rolling Stones el rock se interesó por la moda (¿o quizá fuese al revés?), fueron los artífices del auge de la moda masculina. Ellos supieron representar en aquel momento de cambios la rebeldía más enérgica, la belleza de lo desagradable, en una palabra, la provocación. Una música muy potente, debían tener una estética nueva, extravagante, de hecho fueron los primeros en usar maquillaje y complementos excesivos. Lucían un estilo sexual y andrógino, fuera de todo estereotipo, sin miedo a las consecuencias o a que alguien pusiera en duda su orientación sexual, fueron los pioneros en el uso del eye liner y en salir a escena con botas de tacón. De esta manera contribuyeron a la revolución sexual de la época, al concepto hedonista del cuerpo. Aunque dieran un concierto con ropa sucia y rota, su vestimenta jamás se dejó al azar, es más, han sido y son los auténticos dandis del rock and roll. Toda esta presencia andrógina fue sublimada a finales de los 70 con la llegada del glam rock y de artistas como David Bowie o grupos como Velvet Underground. Hoy en día, convertidos ya en celebridades, los Rolling encargan el vestuario de sus giras a diseñadores como Hedi Slimane, director creativo de la casa Yves Saint Laurent. Es curioso que los Rolling Stones, siendo una banda de marcado espíritu rockero, sean uno de los mayores iconos del arte pop. Sus fans siempre han sido fieles al espíritu rock y rebelde de la banda: pelo largo, pantalones pitillo y un aspecto cuidadosamente descuidado. Y desde luego, las camisetas con el logo de la banda, creado en 1969 por John Pasche, que cobró la friolera de 75 dólares por hacerlo...

Tanto los Beatles como los Rolling Stones marcaron un antes y un después en la cultura popular. Cada banda tuvo un destino muy distinto: los de Liverpool se convirtieron en leyenda tras su disolución y la posterior muerte de John Lennon; los londinenses son leyenda por llevar 50 años juntos, componiendo y girando por el mundo con un Mick Jagger que parece haber hecho un pacto con el mismo diablo. La rivalidad existió, John Lennon cargó varias veces contra los Rolling, diciendo que siempre iban a la zaga de lo que los Beatles hacían. A pesar de sus aventura lisérgicas, los Beatles siempre transmitieron esa idea de chicos buenos que, no sin trabajarlo mucho, cumplieron el sueño de cualquier adolescente de suburbio, llegar a ser una estrella de la nada, con todo en contra. Los Rolling en cambio, serán los rebeldes, el espíritu del sexo, drogas y rock and roll, puro exceso.

Y tú, ¿de quién dices que eres?

Los londinenses son leyenda por llevar 50 años juntos, componiendo y girando por el mundo con un Mick Jagger que parece haber hecho un pacto con el mismo diablo. / El Correo

Los de Liverpool se convirtieron en leyenda tras su disolución y la posterior muerte de John Lennon. / El Correo