Campeones: En busca de lo mejor de nosotros

Esta película competirá para obtener el premio Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Y además compite, desde su entreno, para encontrar lo mejor de cada uno de los espectadores (muchísimos) que se han sentado en una butaca de la sala de proyección para disfrutar de ella. Los mejores valores, las mejores intenciones y el deporte como aglutinador de todo ello son las herramientas con las que el realizador intenta conseguir su objetivo

11 sep 2018 / 10:07 h - Actualizado: 10 sep 2018 / 10:39 h.
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  • Javier Gutiérrez es el protagonista de la película. / El Correo
    Javier Gutiérrez es el protagonista de la película. / El Correo
  • Todos los valores del deporte son utilizados por Fesser para lanzar el mensaje de ‘Campeones’. / El Correo
    Todos los valores del deporte son utilizados por Fesser para lanzar el mensaje de ‘Campeones’. / El Correo
  • Los secundarios de ‘Campeones’ demuestran que no existen límites para poder participar en une película de cine. / El Correo
    Los secundarios de ‘Campeones’ demuestran que no existen límites para poder participar en une película de cine. / El Correo
  • El valor del equipo, de la amistad o de la competición como forma de compartir hace de ‘Campeones’ un producto maravilloso. / El Correo
    El valor del equipo, de la amistad o de la competición como forma de compartir hace de ‘Campeones’ un producto maravilloso. / El Correo
  • Cartel de ‘Campeones’. / El Correo
    Cartel de ‘Campeones’. / El Correo

Javier Fesser, realizador y guionista de la película Campeones, hace una declaración de intenciones cuando nos muestra al personaje principal conversando con su madre. Después de agredir a un compañero y de conducir multiplicando por tres la tasa de alcohol en sangre, le condenan a entrenar un equipo de baloncesto compuesto por discapacitados psíquicos. Él, hablando con su madre, se refiere a ellos llamándolos subnormales. Ni él ni su madre creen que sea una forma ofensiva de mencionarlos. A continuación, Marco, el personaje principal, se refiere a los gays. Así, llamándoles gays. La madre le pregunta cómo se puede referir alguien a un gay que no sea de esa forma. Marco contesta: maricones, antes se les llamaba maricones. Y la madre la suelta un guantazo recriminándole esa forma de llamar a las persona. Fesser sabe que educar y concienciar a las personas es fundamental y que hay colectivos que han logrado que se les respete, que se les trate con normalidad. Sin embargo, otros grupos son mirados desde lejos y nadie se ha preocupado lo suficiente para que no se les discrimine.

Pues bien, eso es Campeones, una forma de reivindicar cierta normalidad, la integración absoluta, de un grupo de personas que, efectivamente, sufren una discapacidad aunque eso no es razón suficiente como para que no puedan tener una vida normal. Como cualquier otra persona, vaya. Fesser para desarrollar la idea se refugia en el deporte, concretamente en el baloncesto. Es astuto y sabe que los valores de los que cualquier deportista puede presumir coinciden con los mejores que puede desarrollar una sociedad en su conjunto

La película de Javier Fesser va a competir por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Y se necesitará mucha suerte para que se consiga ese premio. Porque la película; que resulta entrañable, que maneja valores maravillosos como la amistad, como el valor del grupo, el compañerismo o la competición como forma de compartir y no como lucha por vencer; no es una gran película. No hay que confundir ese gusto amable y solidario que desprende cada escena con el buen cine.

La película es algo previsible aunque Fesser intenta escapar de esa falta de giros importantes en la trama como si fuera el mismísimo diablo. La película es divertida, en algunos tramos es extraordinariamente graciosa, pero profundidades no se encuentran en ninguna de las escenas. Un mínimo de reflexión hubiera sido estupendo. La subtrama que protagoniza el personaje principal y su novia no aporta nada. De hecho, si en lugar de la novia hubiéramos tenido en pantalla a la cajera de la asociación hubiera sido igual. La música de Rafael Arnau es casi pueril en algunos tramos y algo invasiva.

Ahora bien, la película resulta deliciosa, encantadora y entretenida. Es una película que deberían ver todos los chicos y chicas de España. Seguramente, serviría para que se concienciaran de lo que es y representa un grupo humano maravilloso al que damos muy pocas oportunidades. Ojalá tenga éxito en Estados Unidos y, gane o no gane el Oscar, deje buen sabor de boca entre los espectadores de todo el mundo y, sobre todo, la idea de integración necesaria en las sociedades.

Javier Gutiérrez es el actor que encarna al personaje principal, Marco. Es el segundo entrenador del Estudiantes, equipo de baloncesto de Madrid. Vive un proceso de ruptura con su esposa y hace que se muestre mucho más irascible. Está muy bien en su papel. Tal vez un poco atacado con el lenguaje corporal. El resto de los actores defienden sus papeles maravillosamente. Fesser logra lo mejor de la película cuando busca con su cámara a cada uno de ellos o carga los diálogos entre ellos de humor limpio y extraordinario.

Campeones no es la película del año aunque no se le pueden sacar demasiadas pegas. Ahora bien, es la película del siglo por sus intenciones. Y, una vez más, es el deporte la herramienta elegida para hablar de lo mejor del ser humano y para buscar eso bueno en cualquier rincón del mundo en el que vivimos.

Maravillosa propuesta.