Canción dulce

Esta novela fue premio Goncourt el año 2016.Y no es extraño puesto que la novela de Leila Slimani es una de las mejores de los últimos años. El Goncourt es una garantía para los lectores.

05 abr 2017 / 12:20 h - Actualizado: 02 abr 2017 / 23:41 h.
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  • Portada de la novela ‘Canción dulce’. / El Correo
    Portada de la novela ‘Canción dulce’. / El Correo

Leila Slimani escribe muy bien, francamente bien. Sin hacer excesivas demostraciones técnicas, economizando al máximo con los recursos y sin renunciar a la experimentación con el lenguaje (no de forma excesiva, pero sí eficaz) logra construir una voz exacta para indagar en las consciencias de los personajes que presenta en su novela Canción dulce (editorial Cabaret Voltaire), una novela que fue premio Goncourt el año 2016. Las almas se dibujan con trazo fino y delicado; los escenarios se van levantando desde el detalle esencial y no desde un inventario de características que pudieran diluir el conjunto; lo que dicen los personajes marca definitivamente el carácter de cada uno de ellos.

Desde la primera página, Leila Slimani descubre el desenlace. Porque no le interesa lo que sucede; ella busca explicaciones, busca el porqué; no quiere que deduzcamos qué es lo que va a suceder sino que desea que comprendamos. Y ese descubrimiento provoca un efecto demoledor que el lector debe soportar: cada movimiento, cada gesto, cada palabra de los personajes, significan un camino irremediable por el que la trama irá avanzando. Y tratamos de entender, no podemos pasar por alto una reflexión de una asesina despiadada, de una madre que va a sufrir el peor golpe que puede recibir; no podemos entender cómo los personajes no son capaces de ver más allá de sus actitudes cómodas, perversas, críticas o descuidadas.

Canción dulce es una novela perturbadora, inquietante, asombrosa. La dureza desde la lírica se convierte en un peso rotundo que aceptamos porque, al fin y al cabo es bello; pero no deja de ser una carga dolorosa que arrastramos página a página. Canción dulce se convierte en un momento de lectura extraordinario a pesar de todo.

Habrá que seguir de cerca a esta mujer. El que escribe hacía tiempo que no encontraba con un relato tan bien estructurado, tan rico en recursos bien utilizados, tan agradable cuando el lector lo que busca es esa esencia de la literatura que no es otra que la mirada exclusiva que nos aporta un universo entero.

Calificación: Muy bueno.

Tipo de lectura: Placentera aunque el tema que se trata es desagradable.

Tipo de lector: El que quiera enfrentarse a la buena literatura moderna.

Argumento: Todo tiene una explicación aunque esta sea repulsiva, estúpida o improbable.

¿Dónde puede leerse?: En el tren de cercanías que lleve hasta París.