Cosas que hacen bum

El pop convertido en metáfora sirve en este relato para contar la historia de Pánic Orfila. Divertida y con un punto transgresor, esta novela fue el estreno literario de Kiko Amat.

04 feb 2017 / 12:00 h - Actualizado: 02 feb 2017 / 11:24 h.
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  • Portada de ‘Cosas que hacen bum’. / El Correo
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Primera novela de este escritor catalán Kiko Amat que narra la vida de Pánic Orfila, un chaval normal que excusándose en su orfandad y en las ideas anarcolibertarias de su tía abuela; que le hace regresar de un Londres cosmopolita a un Sant Boi provinciano; se construye un personaje basado en la idolatría a diversos artistas punk y a Max Stiner; ideólogo al que desde un principio se le reconoce su vida disipada y acomodada, donde todo acto de transgresión es adorado más en la forma que en el contenido. Lleno de imágenes pop reconvertidas en metáforas, en el mundo de Pánic nace, debido a esta influencia, una especie de nervio o germen de movimiento que él llama obsesión. Debido a su difícil situación personal, uno llega a empatizar con este pequeño salvaje en cuyas ideas podría existir sólo la demagogia que heredó de sus mayores y que le hace descarado y afligido, vorticista y situacionista, creyente en religiones de dudoso cauce y nacimiento o siniestro, pues entre la contradicción se cría desvalido y así conoce a su primer amor, una chica más lista que él, que le planta por no ser plato de su gusto, lo que dejará una rémora amarga y cíclica que cuando vaya a estudiar a Barcelona, tratará de anestesiar con drogas de diseño y otras sustancias.

Esta vida que en principio pudiera ser la de un Holden Caulfield de clase obrera, apenas se explica por la bajada a los infiernos que supone alcanzar la gloria, tocar el cielo gracias a una especie de atentado terrorista-literario que le permita trascender; el caso es que, en este sentido y si no contase con el matiz metaliterario que lo convierte en personaje instruido, probablemente Pánic no sería el mismo; tampoco lo sería sin las drogas, sin embargo su honestidad y capacidad de discernimiento sólo le puede llevar a una suerte de autodestrucción narcisista y ciertamente graciosa en su cuasi-autismo.

Calificación: Interesante.

Tipo de lectura: Sencilla, pero llena de referencias poco usuales.

Tipo de lector: Dispuesto a ahondar en el punk como movimiento también social y en la anarquía.

Argumento: Pánic y su proceso autodestructivo como única salida.

Personajes: Insólitos en su caracterización, pero muy comunes a su mundo.

¿Dónde leerlo? En un Parlamento, tratando de justificar a la generación ni-ni.