Diana Damrau y Giacomo Meyerbeer

Excelente recital el de Diana Damrau que se arrimó al trabajo del compositor alemán Giacomo Meyerbeer para demostrar que escuchar a una soprano de coloratura es toda una experiencia para el espectador

03 jun 2017 / 11:58 h - Actualizado: 02 jun 2017 / 11:08 h.
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Giacomo Meyerbeer nació en Alemania aunque desarrolló su carrera artística en París. De hecho, la grand opéra francesa le debe una parte de lo que es a este compositor. La admiración de Meyerbeer por Rossini y su relación con Richard Wagner, marcarían su trabajo definitivamente.

Diana Damrau se subió el pasado 27 de mayo al escenario del Teatro Real de Madrid para hacer un recital de buena factura centrándose en la obra de Meyerbeer. Nobles seigneurs, salut, aria de Les huguenots o Sulla rupe triste e sola, aria de Emma di Resburgo, son dos ejemplos de lo que interpretó Damrau, una soprano de coloratura que además de manejarse perfectamente con los sobreagudos, enseña tonalidades preciosas a lo largo de todo su registro. Por otra parte, la soprano hizo un esfuerzo importante para acompañar su voz con un lenguaje corporal cercano a la interpretación. Resultó un concierto francamente agradable en el que se pudo comprender un entorno en el que Meyerbeer trabajó, porque entre cada aria de Damrau, la Orquesta Titular del Teatro Real interpretaba distintas piezas del propio Meyerbeer, de Gioachino Rossini, Louis Joseph Ferdinand Hérold y Richard Wagner. Fue Francesco Ivan Ciampa quien dirigió la orquesta con acierto, cierto ímpetu y delicadeza.

En definitiva, si ya gustó Diana Damrau, el año pasado, con su interpretación en I Putitani, esta vez ha dejado claras dos cosas: no fue algo aislado o una casualidad y hay que seguir los pasos a esta soprano porque el potencial que despliega no es poca cosa.