El milagro de los cartones

Después de que hayan pasado trescientos cincuenta años, ‘Dibujar Versalles’, exposición que se puede disfrutar en CaixaForum Madrid hasta el próximo 19 de junio de 2016, permite adentrarnos en el corazón de la fabricación de esas decoraciones a partir de los bocetos y dibujos preparatorios que realizó el pintor francés Charles Le Brun (1619-1690) para la Escalera de los Embajadores y la Galería de los Espejos. Una muestra preciosa que gustará a todos los visitantes.

16 abr 2016 / 12:50 h - Actualizado: 14 abr 2016 / 09:32 h.
"Arte - Aladar"
  • Charles Le Brun, Las diferentes naciones de Asia, lápiz negro, tiza blanca y sanguina sobre papel, 1,680 m x 2,350 m, Museo del Louvre©RMN-Grand Palais. / Foto C. Chavan
    Charles Le Brun, Las diferentes naciones de Asia, lápiz negro, tiza blanca y sanguina sobre papel, 1,680 m x 2,350 m, Museo del Louvre©RMN-Grand Palais. / Foto C. Chavan
  • El Franco Condado conquistado por segunda vez. Óleo sobre lienzo. 93 x 140 cm./ Photo © Château de Versailles, Dist. RMN-Grand. Palais Jean-Marc Manaï
    El Franco Condado conquistado por segunda vez. Óleo sobre lienzo. 93 x 140 cm./ Photo © Château de Versailles, Dist. RMN-Grand. Palais Jean-Marc Manaï
  • Charles Le Brun, Restablecimiento navegacion, carboncillo sobre papel, 1,680m x 2,350m, Museo del Louvre©RMN-Grand Palais. / Photo C. Chavan
    Charles Le Brun, Restablecimiento navegacion, carboncillo sobre papel, 1,680m x 2,350m, Museo del Louvre©RMN-Grand Palais. / Photo C. Chavan
  • Charles Le Brun;Las diferentes naciones de Europa, lápiz negro sobre papel, tiza blanca y sanguina, 1,680m x 2,330m. / Museo del Louvre©RMN-Grand Palais
    Charles Le Brun;Las diferentes naciones de Europa, lápiz negro sobre papel, tiza blanca y sanguina, 1,680m x 2,330m. / Museo del Louvre©RMN-Grand Palais

Charles Le Brun nació en 1619. En 1642, es enviado por el canciller Séguier, su protector, a Italia. Allí recibirá una inmensa influencia artística. Aunque regresa, tres años después, a París para realizar múltiples trabajos de decoración en la capital francesa y en Vaux-le-Vicomte. A principios de la década de 1660, Luis XIV y Colbert, le nombran Primer Pintor del Rey, Director de Manufacturas Reales de Muebles de la Corona, Guardia General del Gabinete de Cuadros del Rey y Canciller de la Academia Real de Pintura y Escultura. Por tanto, supervisó todas las decoraciones de los palacios reales incluido, lógicamente, el de Versalles.

Y es aquí donde nos coloca la exposición Dibujar Versalles de CaixaForum de Madrid. La propuesta es conocer el trabajo más inicial que llevó a cabo Le Brun y sus artistas a través de los excepcionales cartones decomisados por la corona tras la muerte del artista.

Se trata de dibujos a escala 1:1 que se utilizaron para trazar los perfiles de las pinturas que adornarían la Escalera de los Embajadores y la Galería de los Espejos del Palacio de Versalles.

Como es habitual en las exposiciones de CaixaForum, el recorrido está muy bien diseñado y procura una comprensión relativamente fácil. La iluminación es extraordinariamente cálida en las zonas que así lo requieren y el conjunto hace del espacio un lugar ideal para la observación y el disfrute. Se apoya en un material audiovisual, muy asequible para cualquier tipo de público, que aclara y descubre aspectos fundamentales para poder mirar las obras con mayor criterio.

Se aprecia en las obras expuestas (a simple vista) que sobre ellos se trabajó con herramientas que servían para lograr ese dibujo de los contornos en paredes u otros materiales utilizados como base para la obra definitiva. Son técnicas de incisión y picado. Y una restauración cuidadosa que, seguramente, ha sido especialmente costosa en lo que se refiere a horas de trabajo realizadas.

Estos cartones estaban destinados a ser reproducidos sobre otro soporte y otra técnica. Se utilizaban en obras de gran tamaño durante el último tramo de la preparación gráfica. Se dibujaba sobre varias hojas de papel (juntas componían el llamado cartón) con lápiz negro y tiza blanca. En algunos casos se encuentran añadidos de sanguina.

Se consideraban obras sin importancia por los artistas y, así, no se conservaron muchas de ellas. Otras se estropeaban o manchaban en el proceso con el que se trasladaba el modelo a la pared. Por esta razón, estos que forman la exposición Dibujar Versalles constituyen una colección excepcional.

La Escalera de los Embajadores

Sumada a la Gran Galería y a la Capilla Real, la Escalera de los Embajadores representa el poder del rey en el Palacio de Versalles. Se derribó a mediados del siglo XVIII, el Grand Siècle en Francia. Lo que sabemos de ella nos llega desde la literatura y de representaciones pictóricas de distintas formas.

Siendo muy esquemáticos, podemos señalar que se suprimieron los dos últimos tramos de la escalera (los que daban vuelta) del modelo napolitano que se procuró tener como referente. Así, con un espacio rectangular, se tendía a un modelo real de gran luminosidad y prestigio. El acabado era lujoso, espectacular y ostentoso. Lógicamente, Le Brun no es el único autor que intervino en la decoración de la obra, pero su labor fue fabulosa.

Resultan deslumbrantes los cartones que representan Las Diversas Naciones de África, Las Diversas Naciones de Asia, un Apolo incompleto y de mirada tranquila y profunda marcado con el número 43 o la Euterpe, musa de la música marcada con el número 33 (todos dibujados con lápiz negro y tiza blanca). Mirando estas obras logramos hacernos una idea muy aproximada de la grandeza del conjunto.

Mientras recorremos esta zona de la exposición nos podemos imaginar cómo era esta escalera, de hasta qué punto resultaba esplendorosa. Impone su grandeza artística y resulta inquietante hasta qué punto el poder acumuló trabajos irrepetibles.

La Galería de Espejos

Describe este conjunto las acciones del rey Luis XIV desde que toma la decisión de gobernar por sí mismo.

Se trata de un tercer proyecto presentado por Le Brun. Anteriormente había propuesto a Apolo, primero, y a Hércules, después, como figuras protagonistas de la obra.

En cualquier caso, Le Brun ordena las escenas de mayor a menor importancia y adecua la obra a la propia arquitectura en la que lucirá que es, por cierto, algo irregular en sus formas.

Destacan los cartones El restablecimiento de la navegación y El Franco Condado conquistado por segunda vez.

El color se apodera del espacio expositivo.

Restauración de los cartones

Podemos entender cómo se realizó este trabajo de restauración de los cartones de Le Brun viendo un material audiovisual más que interesante. Han sido dos años de labor minuciosa por parte de veinte especialistas. El número de carteles sobre los que se han trabajado (setenta y cinco) suponen un veinte por ciento del total que se conserva en el Musée du Louvre.

Dibujar Versalles es una muestra muy interesante, curiosa y, sobre todo, evocadora. El visitante no podrá evitar imaginar gran parte de los lugares a los que nos transportan estos cartones de Charles Le Brun.

Muy recomendable para toda la familia.