El New Deal

Cuando se trata de sobrevivir cualquier acuerdo es bueno. Las oportunidades se buscan o se inventan... o se roban. Buen cómic de Jonathan Case que no termina de ser perfecto, pero que sí logra un buen ritmo narrativo y un poder de atracción importante

14 abr 2018 / 08:15 h - Actualizado: 01 abr 2018 / 23:26 h.
"Cómic"
  • Portada de ‘El New Deal’. / El Correo
    Portada de ‘El New Deal’. / El Correo
  • Página de ‘El New Deal’. / El Correo
    Página de ‘El New Deal’. / El Correo
  • Una de las viñetas de ‘El New Deal’. / El Correo
    Una de las viñetas de ‘El New Deal’. / El Correo

La Gran Depresión destrozaba la vida de millones de personas en todo el mundo. Nunca antes se había vivido nada parecido. Y el presidente de los Estados Unidos de América, Franklin D. Roosevelt, puso en marcha una política intervencionista buscando dejar sin efecto el poder demoledor de esa crisis económica. A esas medidas se les llamó New Deal. La traducción al castellano es algo así como ‘Nuevo Trato’.

El tiempo acabó con la Gran Depresión porque el tiempo acaba con todo. Pero, mientras, se hicieron millones de ‘nuevos tratos’ entre los norteamericanos que peleaban por salir adelante. Sobre esto habla el tebeo de Jonathan Case, un buen dibujante que acumula premios año tras año. «El New Deal» (Sapristi Cómics) es un buen trabajo aunque no termina de encontrar ese territorio que hace de un cómic algo más que algo bueno. No se le puede sacar ningún defecto definitivo aunque tampoco se puede decir que sea el cómic del año. Y quedarse en tierra de nadie, tal y como están las cosas, no es lo mejor que le puede pasar a un artista.

Jonathan Case dibuja lo que podría ser una película de los años 50 sobre los años 30. Ubica la acción en el hotel Waldof Astoria, un lugar en el que se podía alojar cualquier tipo de personas. Desde ricachones que ostentaban sin pudor hasta timadores y ladrones haciendo de las suyas, todo tipo de personaje cabía en ese hotel.

Frankie el botones, Theresa la camarera de habitación y Nina Booth la mujer que mejor de adapta a la circunstancias, son los personajes principales de «El New Deal». Se buscan líos de categoría, se encuentran con los problemas por más que corren y son capaces de pactar soluciones a sus problemas. Todo se llena de enredo, de cierta ironía, del glamour propio del desesperado. Solo Lubitsch o Wilder podrían contar una historia como esta a través de una película. Y este es uno de los grandes problemas del cómic. No termina de ser perfecto aunque los ingredientes lo son en sí mismos. Porque un botones ludópata, pero feliz; una camarera que es una de las actrices de una obra de Orson Welles, pero no lo ve claro y opta por un puñado de dólares; o una ladrona que es la persona más astuta de toda la ciudad aunque no será rica jamás porque lo regala todo; son perfectos para crear una historia fascinante.

El trazo de Case es preciso y los diálogos son contundentes y muy divertidos. Clásico al diseñar las páginas no busca alardes innecesarios. Case quiere narrar una historia divertida y llena de ritmo.

Este es un trabajo que a los jóvenes les gustará con seguridad. Es un tebeo que se lee de forma amena, fácil y rápida. Y para enganchar a la lectura a los jóvenes no hay otra forma de hacerlo que no sea con estos ingredientes.

Calificación: Bueno.

Tipo de lectura: Fácil. Divertida.

Tipo de lector: Jóvenes y adultos.

Argumento: El pueblo americano se busca la vida.

¿Dónde puede leerse?: Con un libro sobre la Gran Depresión esperando sobre la mesa.