El último día en Vietnam

Excelente cómic de Will Eisner que centra la acción en momentos extremos para unos personajes que se sienten más humanos que nunca. La guerra es la excusa perfecta para narrar lo que es el ser humano

13 ene 2018 / 08:00 h - Actualizado: 08 ene 2018 / 15:07 h.
"Cómic"
  • Portada de ‘El último día en Vietnam’ de Will Eisner. / El Correo
    Portada de ‘El último día en Vietnam’ de Will Eisner. / El Correo
  • Los soldados son personas para Will Eisner. / El Correo
    Los soldados son personas para Will Eisner. / El Correo
  • Eisner cooca a sus personajes en la zona más humana. / El Correo
    Eisner cooca a sus personajes en la zona más humana. / El Correo

Esta es una pequeña joya firmada por Will Eisner, un autor que se puede considerar un genio del cómic, un genio de los de verdad.

El álbum contiene seis historias centradas en conflictos armados. Eisner trabajó para el ejército norteamericano durante la II Guerra Mundial en el servicio de prensa y dibujando manuales de uso y mantenimiento en Vietnam y Corea. Aunque sólo en una de las historias que narra, Una medalla para George, fue testigo directo.

El caso es que Eisner coloca a los soldados en el plano más humano posibe. Sus personajes son duales, muestran y arrastran sus debilidades por toda la realidad, son personajes que no podrían considerarse héroes nunca jamás. Son tan humanos que dan miedo.

En la historia que abre el álbum y le da título, editado por Norma Editorial hace casi dos décadas, nos encontramos con un militar invadido por el terror. Quiere volver a casa sano y salvo. Y nosotros, los lectores con él. Eisner interpela claramente al lector derribando la famosa cuarta pared puesto que el personaje parece hablar con nosotros. En Una dura tarea o en Un día gris en Corea nos las tenemos que ver con el ser humano que esconde un uniforme. La idiotez o la dualidad son protagonistas. Los personajes de Eisner toman malas decisiones aunque saben que lo son. Lo que sucede en La baja es un claro ejemplo. La periferia nos arrastra a esa zona más gris de las guerras en las que todo parece banal, en la que el sufrimiento y el horror queda disfrazado de normalidad. Tremendas esas viñetas. Y Una medalla para George nos traslada a ese momento en el que todo el mundo se siente culpable y en el que, si alguien ha pagado el pato, ya no puede dar marcha atrás. El destino es lo que hacemos, lo que fabricamos con cada gesto o movimiento y eso es de lo que quiere hablar Eisner.

Este álbum no es el más famoso de Eisner, pero no puede arrinconarse puesto que la calidad del dibujo es impresionante (la gestualidad de los personajes es suficiente para que entendamos lo que sucede). Eisner siempre tiene algo que contar y siempre lo hace bien.

Calificación: Muy bueno.

Tipo de lectura: Amena aunque lleva a lugares incómodos.

Tipo de lector: Amantes del cómic, amantes de las historias bien contadas.

Argumento: Los soldados en las guerras son humanos.

¿Dónde puede leerse?: Lejos del campo de batalla.