El universo dentro de una fotografía

Viena ofrece exposiciones, conciertos, actividades de todo tipo, en cada rincón de la ciudad. Es difícil elegir entre todo ello puesto que las calidades son enormes. Sin embargo, el destino ha querido que descubramos la obra de un fotógrafo más que interesante. Parte de su trabajo se ha expuesto recientemente en el Centro Cultural WUK de Viena y refleja una mirada potente, vital y en constante movimiento de Allidi.

17 dic 2016 / 12:55 h - Actualizado: 17 dic 2016 / 15:49 h.
"Fotografía - Aladar","Fotografía"
  • Fotografía de la serie ‘Fantasmas’. / Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Fotografía de la serie ‘Fantasmas’. / Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Imagen de la Puerta de los héroes de Viena tomada una mañana cualquiera. / Fotografía de Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Imagen de la Puerta de los héroes de Viena tomada una mañana cualquiera. / Fotografía de Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Portada del disco ‘The Blue Road’ de Juan García Herreros. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Portada del disco ‘The Blue Road’ de Juan García Herreros. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ganymed Boarding (2011-2012), Serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM). / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ganymed Boarding (2011-2012), Serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM). / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ganymed Boarding (2011-2012), Serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM). / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ganymed Boarding (2011-2012), Serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM). / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ganymed Boarding (2011-2012), Serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM). / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ganymed Boarding (2011-2012), Serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM). / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • El filo de un abrazo. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    El filo de un abrazo. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Point of no return. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Point of no return. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Intercorporal 1. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Intercorporal 1. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Intercorporal 2. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Intercorporal 2. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Intercorporal 3. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Intercorporal 3. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Intercorporal 4. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Intercorporal 4. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Intercorporal 5. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Intercorporal 5. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
  • Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi
    Ensayos de ‘Rojotango’ de Erwin Schrott. / Fotografía: Carlos Gustavo Allidi Bernasconi

Viena es una ciudad imponente. Tanto como el frío que se padece en esta época de año o su oferta cultural. El viento parece hacer ondular las calles, los edificios robustos, los adornos navideños.

Las calles repletas de turistas de distintas nacionalidades se convierten en sendas por las que los grupos se estiran para poder llegar a un destino común. Y, sin embargo, ese enorme número de personas va dejando atrás pequeñas salas de exposiciones, puntos de encuentro en los que se reúnen aficionados a la música, a la pintura o a la fotografía, profesionales que comparten obra, gustos artísticos y alguna postura algo snob (todo hay que decirlo). Por supuesto, ellos agradecen que donde se encuentran no sea ese lugar en el que todos paran, miran, tragan y se van. Miran cómo pasan miles de personas mientras discuten sobre si la ópera de ese día será así o asá, sobre si un director es mejor o peor, sobre cómo harían cada uno de ellos esto o aquello. Aquí, en Viena, «discuten sobre el arte como en otros países lo hacen sobre la selección nacional de fútbol y de su seleccionador», dice Gustavo entre risas.

Gustavo Allidi Bernasconi es un uruguayo que llegó a la ciudad hace muchos años. En Viena encontró un lugar en el que vivir, a la que sería su esposa, la paternidad y, posiblemente a sí mismo. Gustavo es un hombre amable, dispuesto a echar un cable a quien lo necesite y a tomar una cerveza desplegando un discurso tranquilo, reposado y lleno de vida.

Junto a otros fotógrafos (Santiago Barreiro, Nancy Horowitz, José Risso y Fede Ruiz Santesteban) ha expuesto algunas de sus fotografías en el Centro Cultural WUK de Viena. La exposición tuvo por nombre Eyes of Uruguay y podrá disfrutarse, más adelante en Alemania, Italia, Francia y España (Madrid y Barcelona son las dos ciudades candidatas, de momento).

¿Por qué elegir este trabajo entre la extensa oferta de la ciudad para los lectores de Aladar? La fotografía de Gustavo Allidi está viva. Es así de sencillo. Y creo que cualquier otra reflexión, cualquier explicación que vaya más allá de esto, es explicar para apagar la luz de la obra. Porque brilla por sí misma.

Por ejemplo, la serie Ganymed Boarding, que se centra en una serie de escenas representadas en el Kunst Historisches Museum (KHM), entre los años 2011 y 2012, son soberbias. Ganymed Boarding ganó el Premio Nestroy que es algo parecido al premio de teatro de Austria. Además de fotografiar todo aquello que pasara, Gustavo Allidi iluminó los espectáculos.

Plan de vuelo nos deja ver un instante que se multiplica para que podamos intuir una obra entera de la que solo vemos unas indicaciones; como lo sabemos, del mismo modo, estando dentro de la cabina de un avión, e imaginamos lo que podría pasar cuando las azafatas adelantan la teórica de salvamento. El encuadre es preciso y delicado.

La fotografía en la que vemos a la directora del proyecto, Jacqueline Kornmüller, y las piernas de una de las artistas sobre el escenario, es teatro puro. El rostro de la mujer nos dibuja todo un proceso que ahora en esperanza, ilusión.

Y la perturbadora Xtatic, en la que un actor que representa un cuadro perdido tiempo atrás busca otros dos que desaparecieron con él. Nos hace pensar en el bucle temporal en el que habita todo el universo de Allidi. Una misión imposible.

El movimiento en la fotografía de Allidi es uno de los ingredientes que marca la obra definitivamente. Lo que pasó, lo que está a punto ocurrir, lo que ya es inevitable porque forma parte de un pasado cercano. Todo se mueve, todo se funde en el momento. Porque, aunque no nos guste, formamos una unidad indisoluble.

La serie Intercorporal, en la que Allidi trabaja con el tiempo de exposición, es un claro ejemplo de esto que digo. Fue tomada durante los ensayos para el show Rojotango de Erwin Schrott (barítono uruguayo). Los cuerpos se funden, se confunden, suman sin que nada pueda remediarlo. Además, en esos ensayos, el fotógrafo logra plasmar una de las imágenes más bellas de la colección: El filo de un abrazo. Dos bailarines (Martín Maldonado y Maurizio Ghella, pareja y no solo de baile) van a comenzar el baile. Un tango. Llega el abrazo. Les vemos cortejarse, les vemos danzar. Vemos el filo de un abrazo sin que ese gesto último esté.

Point of no return en la que los hombres quedan a un lado con su movimiento, con cierto desorden; y las mujeres enfrente en calma, reposando y mostrando un carácter radicalmente opuesto al de ellos; en la que un hombre está a punto de explotar y es el que divide a unos y otros; resulta de una potencia visual poco habitual. Ese hombre es Ismael Ivo, coreógrafo brasileño.

Por otra parte, Gustavo Allidi acompaña hace tiempo al bajista colombiano Juan García Herreros. La foto en la que podemos ver al músico con la cara pintada fue portada de su disco The Blue Road, por ejemplo, es obra de Gustavo. La fuerza de un músico recogida en la mirada.

La obra de Gustavo Allidi es una gran desconocida. Pero en el futuro se podrá disfrutar en España. Y será una suerte. Esperemos a que llegue hasta aquí.

El resto del trabajo de Gustavo Allidi lo pueden encontrar en www.elcorreoweb/aladar.