La plataforma Container convertirá la ciudad de Badajoz los próximos 9 y 12 de enero en capital española de la música de vanguardia.
A veces suceden cosas sorprendentes. Los próximos días 9 y 12 de enero, Badajoz se convertirá, por dos noches, en la capital española de la música de vanguardia. Así. Tal cual. En este hito deberemos citar al Centro Nacional de Difusión Musical, también a la Sociedad Filarmónica de la ciudad pacense pero, sobre todo, el mérito es de los músicos del Ensemble –ellos lo llaman plataforma– Container. Con una vida musical discreta y con un ciclo de música contemporánea escorado –salvo excepciones– hacia lo académico, lo que estos músicos proponen en Badajoz son dos sesiones musicales dignas de urbes como Viena, París, Witten o Donaueschingen, por citar lugares con cenáculos donde la música más arriesgada tiene raíces poderosas.
«En España la música contemporánea tiene pocos lugares de difusión y cuando se ofrece a menudo se olvida mucha de la que suena más allá de los Pirineos», dice el percusionista Roberto Maqueda, director artístico del proyecto junto con Carlota Cáceres, músicos ambos nacidos en la ciudad del Guadiana y... obviamente –por sus dedicaciones– residentes en otra algo más lejana, la suiza de Basilea. «Tocar música de hoy en España es difícil, pero podríamos hablar de varios niveles», indica Maqueda. Porque no es lo mismo proponerle a un programador tocar a György Ligeti o Pierre Boulez –pesos pesados de la modernidad del siglo XX– que apostar por jóvenes y transgresoras voces como Stefan Prins o Simon Steen-Andersen. «Me entusiasma tocar a creadores como estos, y es una oportunidad única poder presentar su música, vigente en los más importantes festivales europeos, en España y en Badajoz», reconoce. Ambos músicos se han implicado además con los músicos del Container, trabajando mano a mano sus partituras.
«Creo que la evolución de la música pasa porque no existan fronteras entre lo acústico y lo electrónico. Stefan Prins [de quien tocarán Generation Kill, para percusión, guitarra eléctrica, violín, violonchelo, cuatro operadores de PS4, vídeo y electrónica en vivo] habla de música híbrida, como ya podemos hablar de cuerpos híbridos; personas que podrán tener en el futuro próximo una mano biónica sin que la sociedad repare en ello, porque la integración de lo externo en el ser humano es algo imparable», reflexiona el responsable de Container.
Esa mezcla de lo acústico y lo híbrido, esa colisión entre los elementos musicales y el ruido; esa bienvenida al detritus sonoro de la sociedad contemporánea ha venido en llamarse «música expandida», un término que cada día se hace más adecuado para ayudarnos en el etiquetado de ciertas propuestas sonoras. Junto a los compositores citados, en esta dos asombrosas noches musicales pacenses –que precisan de un último empuje, para lo que se ha activado una campaña de micromecenazgo en la web Indigogo– los muy especializados músicos que participan y alimentan esta novísima plataforma experimental también interpretarán partituras de compositores valientes, de aquí y ahora en biografía y estética, como Alberto Bernal, Jessie Marino, Michael Maierhof y Natalia García Iglesias, entre otros.