Gracias a todos

En los tiempos que corren, no es fácil sacar adelante un proyecto. Hoy, Aladar suma 100 números publicados y más de mil artículos. Hoy queremos trasladar nuestra satisfacción por haberlo conseguido y nuestro reconocimiento a todos los que participan de una ilusión arrimada al mundo de la cultura.

25 jun 2016 / 13:01 h - Actualizado: 26 jun 2016 / 16:23 h.
"Tribuna Aladar"
  • Cabeceras de El Correo de Andalucía. / El Correo
    Cabeceras de El Correo de Andalucía. / El Correo

Mientras algunos diarios se retiraban y dejaban de publicar sus suplementos culturales, mientras la peor crisis económica de la historia moderna arrasaba todo lo que encontraba a su paso (ya veremos si el dichoso Brexit no se convierte en otro desastre colosal); El Correo de Andalucía, decano de la prensa sevillana, lanzaba el primer número de Aladar, de esta revista que tiene usted en las manos, de esta revista que dedica sus páginas a todo aquello que tiene que ver con la cultura. Hoy ya suman 100.

Antonio Morera Vallejo, Presidente del Grupo Empresarial de Comunicación en el que está integrado este diario, confió en las personas que iniciaban un trabajo que ha resultado fascinante; confió absolutamente, sin poner una sola pega a pesar del riesgo que suponía el proyecto puesto que la situación económica que sufría y sigue padeciendo el sector no prometía nada bueno. Y, hoy, esa apuesta continúa intacta. Y, hoy, sigue confiando sin reparos y sin poner una sola pega aquí o allí. Por todo ello, el agradecimiento es intenso y verdadero.

Aladar se escribe, desde el primer momento, en distintos lugares de España, en alguna ocasión, en distintos lugares del mundo. Andalucía, Extremadura, Cantabria, Madrid, Hiroshima, Buenos Aires, Londres, desde un tren que cruzaba Transilvania... Por tanto, no es necesario resaltar la importancia que ha tenido para Aladar el apoyo de la redacción de Sevilla en la que se han ido concentrando, finalmente, todos los esfuerzos. Ha sido una herramienta fundamental para Aladar. Nuestro agradecimiento y admiración.

¿Ha merecido la pena este esfuerzo descomunal? Las miles de horas que se han utilizado al buscar contenidos, al escribir los artículos, al editarlos ¿han tenido recompensa? Claro que sí. En este número (el siguiente tendrá una estructura similar en sus contenidos para que la muestra sea amplia y no quede ni un solo autor sin recordar) se reúnen los artículos que mejor hablan del espíritu de la publicación. La fiesta en Aladar siempre tiene forma de artículo.

Hemos estado cubriendo eventos en lugares emblemáticos del mundo de las artes, pero, también, en lugares mucho más modestos en los que se intentan abrir paso nuevas tendencias. Quien ha llamado nuestra atención buscando un espaldarazo definitivo se ha encontrado, siempre, con nuestro interés. Aladar es eso y en Aladar cabemos todos. Nuestra vocación divulgativa nos ha llevado a trabajar en tantos territorios culturales como nos ha sido posible. Tal vez, ese es nuestro gran valor frente a la sociedad.

Aladar no hubiera podido llegar hasta aquí sin la ayuda de los colaboradores que escriben en sus páginas y que, semana tras semana, han realizado un trabajo espléndido. Personalmente, no puedo dejar de mostrar una inmensa admiración por ellos. Nunca pensé que pudiera reunir a tanta gente buena con tanta facilidad.

Como ven, me lo han puesto muy fácil entre todos.

Me voy a permitir una licencia al contarles algo muy personal.

Vivo con auténtica pasión la escritura. Si algo me hace sentir útil es cargar mi estilográfica con tinta verde y escribir en mi cuaderno de páginas amarillas. Al hacerlo siento algo así como un incendio interior que me permite sentirme vivo. Por encima de todo, me siento escritor por los cuatro costados. Así era, ya hace muchos años. Pues bien, quise ser escritor y eso es público puesto que he publicado mis novelas. Aunque guardaba un deseo que nunca había confesado: dirigir el suplemento cultural de un buen periódico. Tenía un proyecto en algún lugar de la consciencia que se hizo realidad al publicar el primer número de Aladar. La fascinación que me provocaba la idea de conseguir algo así era brutal, casi violenta. Por supuesto, me conmueve haber conseguido llegar a la meta. Pero es mayor la satisfacción al haber sido de la mano del personal que compone El Correo de Andalucía, de la de mi grupo de colaboradores y de la de Antonio Morera. El destino me ha colocado frente a un grupo de personas excelentes y eso es lo más importante que le puede suceder a una persona. Que alguien te entregue su corazón y su esfuerzo es una gran responsabilidad y una enorme satisfacción.

He querido compartir esta pequeña reflexión con los lectores porque son ellos, ustedes, los que cierran un círculo perfecto si hablamos de comunicación. Alargo mi sincero agradecimiento a ellos, a ustedes, por estar cada sábado leyendo Aladar.

Crean si les digo que, por todo esto, me considero la persona más afortunada de este planeta.