«Hermano mayor»: La integración imposible

23 may 2019 / 18:33 h - Actualizado: 23 may 2019 / 18:45 h.
"Libros","Literatura","Libros - Aladar","Literatura - Aladar"
  • Mahir Guven. / Pierre-Yves Thienpont
    Mahir Guven. / Pierre-Yves Thienpont

Mahir Guven ha firmado una estupenda primera novela; «Hermano mayor»; un relato galardonado con el premio Goncourt a la primera novela 2018 y el premio Régine Deforges 2018.

Dos hermanos, un padre, la ausencia de una madre, una abuela que se consume y una sociedad incapaz de acoger a nada ni a nadie que llegue de fuera. El hermano mayor tiene un hueco en el universo Uber, un cosmos en el que su vida se reduce a la mínima expresión. El hermano mayor es un trabajo convencional, es fumar drogas, es aguantar al padre, es estar integrado, sea como sea, en la sociedad. El hermano menor es religión, es trabajar buscando un destino a la vida, es saber romper, es no querer integrarse de ninguna de las maneras. El padre, la madre y la abuela son tiempos pasados y mejores.

Mahir Guven busca en los territorios del humor negro, incluso en los de un gamberrismo amable (este es un oxímoron más que probable). Pero no se queda ahí. No, busca en la literatura como forma de expresión, representación y explicación. Guven dibuja un escenario en el que apenas hay lugar para el cambio social. Si naces en un entorno problemático, mueres en un entorno problemático. Agarra asuntos importantes y profundos y trata de explicar cómo funcionan, cómo evolucionan.

La escritura de Guven es curiosa. Utilizando tonos y alientos medios, logra un nivel expresivo descomunal y ser muy accesible para cualquier tipo de lector. Ese tono medio compuesto por un número de palabras bastante reducido proporciona un aspecto agradable a la escritura e invita a disfrutar. Las frases que construyen el aliento medio, sin alardes, sin buscar exquisiteces, van muy bien con la trama y con la construcción de los personajes.

El autor alterna dos narradores (aunque de forma irregular, es decir, no un capítulo cada uno sino cada uno dos o tres se produce el cambio). Hermano mayor, unas veces; hermano menor, otras. Con ello logra que podamos conocer todo lo necesario sin una voz narrativa que podría complicar la credibilidad funcionando como un filtro. Es un buen recurso para dotar de coherencia el relato, pero (todo hay que decirlo), se convierte, al mismo tiempo, en el único ‘pero’ de cierta gravedad. Porque Guven no logra diferenciar esas voces. Son muy similares. Las mismas cadencias, los mismos tempos, el mismo campo semántico... Nada que sea realmente distinto en cada caso. Encabezar una parte del texto para anunciar que el narrador cambia o utilizar un tipo de letra distinto para diferenciar las voces no es propio de la gran literatura. Pero esta es una primera novela y, en conjunto, lo bueno supera con creces a lo malo.

Pocas veces el terrorismo, Dios, la desigualdad social, el racismo, la ausencia y las drogas, formaron un bloque tan compacto y tan equilibrado como ocurre en «Hermano Mayor», una primera novela de Mahir Guven que en España edita Navona Editorial. La traducción de Isabel Margelí es cuidadosa y muy respetuosa. Un enorme acierto.

«Hermano mayor»: La integración imposible
Portada de ‘Hermano mayor’. / El Correo

Calificación: Muy buena.

Tipo de lectura: Divertida; poco exigente aunque, una vez cerrado el libro, la tendencia del lector es reflexionar.

Tipo de lector: Cualquiera aunque los jóvenes pueden descubrir con este libro la buena literatura actual.

Argumento: Sólido. Todo fluye auqnue todo se intenta imitar a sí mismoy a eso que fue. Nada cambia.

Personaje: Redondos. Muy bien perfilados a pesar del problema con las construcciones de las voces.

¿Dónde puede leerse?: En los Campos Elíseos. Si le queda lejos es casa, O en el parque. O en cualquier lugar.