«La ciudad oculta»: Sensaciones bajo los pies
Documental del realizador Víctor Moreno que nos muestra otra ciudad bajo la que paseamos cada día y que se compone de túneles, estructuras inmensas en las que hombres y mujeres trabajan para mantener el subsuelo de la ciudad, alcantarillas y que habitan trabajadores, animales e insectos. Todo un universo
En una ciudad como, por ejemplo, Madrid, los vehículos a motor circulan por la superficie, las personas caminan, las máquinas son reconocibles a simple vista o, incluso, por los ruidos que generan. La vida de una ciudad consiste en que el caos permite que las personas crean tener una vida en plena libertad sin considerar una esclavitud que impide abandonar la maquinaria de la gran urbe.
Pues bien, debajo de todo ese mundo que nos es tan familiar, existe otro formado por túneles, alcantarillas, ratas, gatos, cucarachas, máquinas con fisonomías que no podemos llegar a imaginar, sonidos extraños, distancias infinitas, geometrías absurdas e inexplicables, constelaciones formadas por los brillos o por chispas artificiales. Una ciudad construida sobre otra que sirve para que la que transitamos pueda continuar con su caos y con sus falsas libertades.
Un momento del rodaje de ‘La ciudad oculta’. / Fotografía cortesía de la productora
El realizador Víctor Moreno, también guionista de La ciudad oculta junto a Nayra Sanz y Rodrigo Rodríguez, firma este documental en el que apenas escuchamos la voz humana. Porque en la ciudad que está debajo de los edificios y calles de las grandes ciudades (en este caso Madrid) los sonidos son distintos, todo es distinto. La cámara de Moreno, suave y moviéndose al son del desconcierto que sufre el espectador, nos lleva de túnel en túnel, de rostro oscurecido por las sombras a otro oculto tras una máscara de trabajo, de un paisaje muerto en el que solo se mueven nuestras intuiciones a otro en el que el movimiento crea un universo entero lleno de constelaciones. Y lo hace sin trucos, dejando claras sus intenciones desde la primera secuencia.
El documental resulta un descubrimiento total. Por un lado, Moreno y su equipo nos enseñan lo que nunca experimentaremos; por otra parte, descubrimos que el cine puede consistir en una catarata de sensaciones que nos abruman sin que exista un héroe o un asesinato. La realidad resulta fascinante si el punto de vista desde el que se mira es el adecuado. Moreno nos descubre que si los objetivos, hasta ahora, han estado dirigidos del suelo al cielo también pueden volverse y enfocar lo que hay de nuestros pies hacia el centro del planeta.
Una de las estructuras que se levantan bajo el suelo de Madrid. / Fotografía cortesía de la productora
La ciudad oculta nos avisa de que estamos al margen de la realidad, que no tocar las cosas no significa que no existan, que el mundo de fantasía que nos ofrece la sociedad de consumo se soporta por las bóvedas de hormigón, los nidos de ratas y los túneles en los que la luz dibuja extraños sueños surrealistas.
Conviene señalar un montaje muy inteligente que doblega nuestra capacidad de orientación. Las calles ocultas se hacen de imposible tránsito para todos nosotros.
La ciudad oculta se estrena el próximo 31 de mayo y es una opción para el que quiera tener una experiencia frente a la pantalla que nunca antes ha tenido. Se trata de entrar sin prejuicios y dejarse llevar disfrutando de una de las zonas oscuras de la vida actual.