Especial Lars Von Trier

Las mejores películas del siglo XXI (VII)

‘Dogville’ es una de las mejores películas firmadas por el realizador Lars Von Trier. Indaga en la condición humana intentando encontrar la razón de la maldad, del egoísmo, del clasismo, de la codicia o de la cobardía, entre otras cosas. Película dura, profunda, perturbadora y necesaria

18 dic 2018 / 19:06 h - Actualizado: 18 dic 2018 / 20:21 h.
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  • Nicole Kidman defiende su papel con una solvencia abrumadora. / El Correo
    Nicole Kidman defiende su papel con una solvencia abrumadora. / El Correo

Lars Von Trier es uno de los fundadores del movimiento Dogma 95 que intenta una vuelta a los orígenes del cine y, así, una utilización mínima de efectos especiales. Eso ha marcado toda la obra, en mayor o menor medida, del realizador danés.

Dogville es uno de los máximos exponentes de estas ideas manejadas por Lars Von Trier. El realizador coloca al espectador ante un espacio en el que no existe atrezo ni apenas material escénico. Unas rayas blancas pintadas en el suelo delimitan los distintos espacios (casas, almacenes, templos...); los muebles son escasísimos; cada elemento se construye mínimamente con elementos simples. No hay banda sonora. Podría ser cualquier lugar, podría ser cualquier tiempo (es verdad que parece que la acción sucede en la América profunda y Von Trier lo aclara en los créditos utilizando fotografías y haciendo sonar el tema de David Bowie Young Americans). De este modo, el espectador queda ante la historia, ante los personajes, escuchando los diálogos; el espectador debe interpretar, indagar, tomar posiciones ante lo que le cuentan... que es espantoso. Porque la película de Lars Von Trier quiere investigar en la condición humana, quiere descubrir cómo puede aparecer la maldad, dónde reside, por qué llega siempre. Ante lo artificial de la propuesta, ante una teatralidad exagerada en una película de cine, el espectador se encuentra atrapado y sin remedio. Por cierto, la voz en off de John Hurt nos presenta la historia como si fuera un cuento, para que no queden dudas sobre las intenciones.

Las mejores películas del siglo XXI (VII)
La originalidad de ‘Dogville’ es extraordinaria. / El Correo

Los valores que sostienen cualquier moral y ética van desapareciendo según avanza la trama para dejar hueco al egoísmo, la hipocresía, la codicia, el racismo, el clasismo, la injusticia, la falta de empatía, el maltrato... El universo que nos enseñan es perturbador, el dolor inunda todo. Y, aunque el espectador ha tomado distancia, todo le cae encima como una manta. El resultado de una propuesta como Dogville es demoledora. Porque el mal provoca más mal y solo puede contenerse con más mal.

La película acumula muchos minutos y eso permite que los personajes se desarrollen bien. Aunque hay un aspecto muy interesante en el trabajo del danés: siempre queda reservada una sorpresa porque no terminamos de conocer bien a esos personajes que llegan a extremos terribles en su condición. De hecho, el final de la película es un giro brutal que debería resultar desolador, pero que llegamos a entender ante esa decadencia que hemos conocido.

Las mejores películas del siglo XXI (VII)
Todo el elenco, destacando Nicole Kidman, está a gran altura interpretativa. / El Correo

El realizador nos agarra de las solapas y nos zarandea sin remilgos. ¿Hay sitio para la bondad en el mundo? ¿Qué es capaz de esconder una persona en las zonas de maldad? ¿Qué es capaz de hacer el ser humano? ¿Es el hombre capaz de depredar a otro sabiendo lo que hace?

Grace es el personaje que interpreta Nicole Kidman. Lo hace francamente bien. Como todo el elenco. Es una mujer que llega a Dogville escapando de la policía y de unos gánsteres. Gracias a un joven filósofo, la comunidad acepta que se quede y ella intenta corresponder ayudando en distintas labores. Pero no hay nada peor para un grupo que enfrentarse (debido a la llegada de un externo) a sus propias miserias. Los valores se desmoronan porque eran falsos, la maldad es terrible, la brillantez y a bondad y la integridad tratan de combatirse para ocultar las carencias.

Dogville es una de las mejores películas que se han filmado en este siglo. Sin duda alguna. Por su originalidad, por su contundencia al poner los problemas sobre el tablero, por las interpretaciones de un grupo de actores dirigidos con maestría, porque hace que el espectador tenga el deber de plantearse asuntos tan serios como si la violencia es tremenda o, por el contrario, puede llegar a ser alentadora.

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Cartel de ‘Dogville’. / El Correo