Los hermosos vencidos

Esta es una novela en la que no pasa casi nada y, al mismo tiempo, todo sucede con la cadencia de los granos de arena cayendo por la zona estrecha del reloj. Una genialidad de Cohen

11 feb 2017 / 12:05 h - Actualizado: 07 feb 2017 / 20:52 h.
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  • Portada de ‘Los hermosos vencidos’. / El Correo
    Portada de ‘Los hermosos vencidos’. / El Correo

Leonard Cohen en 1992, en una entrevista con Alberto Manzano para Diario 16:
A.M. - Tu último libro apareció en 1984 con el título de Libros de la misericordia, que es un libro de salmos, y tu última novela data de 1966, Los hermosos vencidos. Se podría decir que la literatura ha sido arrinconada por el cultivo de las formas musicales en los últimos tiempos.
L.C. - Los hermosos vencidos fue mi segunda novela y tuvo críticas gloriosas. Gloriosas. Pero sólo se vendieron tres mil copias. Fue entonces cuando decidí que debía examinar mi situación un poco más de cerca. Comprendí que no podía ganarme la vida como novelista. Reflexionando sobre ello ahora, creo que he ido de bajada desde entonces. Aquello fue mi cima.

Los hermosos vencidos de Leonard Cohen es una novela narrada en primera persona por un erudito especializado en una tribu indígena canadiense casi extinguida. Aunque poca narración y poca historia hay en realidad: las reflexiones y los recuerdos del narrador se van encadenando y entrecruzando con las imágenes de la indígena santa Catherine Tekakwitha y de su ex-mujer suicida, y con el recuerdo de su mejor amigo F., que falleció loco unos años atrás y que fue quien le enseñó el lado salvaje de la existencia. El estilo narrativo es cautivador, la prosa de Cohen es tan hipnótica y obsesionante como sus canciones. El narrador se ha quedado solo con sus muertos, y da la impresión de que intenta comunicarse más con ellos ahora que no están, de lo que lo hizo en vida. De ahí también su desesperación, su mujer y su amigo han tenido que morir para darse cuenta de lo que significaban para él estas dos personas.

¿Qué saqué en claro de todo el libro? Más bien poco, sobre todo impresiones de contrarios que se buscan y se repelen al mismo tiempo, y que son los contrarios que conforman el pasado y el presente de la sociedad canadiense: los indios y los jesuítas, los anglófonos y los francófonos, la amistad y la traición, el sexo y el misticismo. Y todos estos elementos solamente podrán llegar a unirse y a confluir en la parte más estrecha del reloj de arena, cuando tengan que pasar todos juntos por allí.

Aunque también es posible que el libro hable de algo totalmente distinto. En su poemario El libro del anhelo Leonard Cohen escribe lo siguiente sobre Los hermosos vencidos (la traducción es mía):

Los hermosos vencidos fue escrito al aire libre, en una mesa puesta entre las piedras, las malas hierbas y las margaritas, en la parte de atrás de mi casa de Hidra, una isla del mar Egeo. Viví allí hace muchos años. Fue un verano extremadamente caluroso. Nunca me cubrí la cabeza. Lo que tienes en tus manos es más una insolación que un libro.

Calificación: Una rareza genial.
Tipo de lector: Que sepa inglés o consiga hacerse con un ejemplar de segunda mano de esta obra, la edición en español está agotada.
Tipo de lectura: Difícil y exigente, divertidísima por momentos y en otros muy conmovedora.
Engancha desde la primera línea.
No le sobra ni una página o le sobran todas, depende de la opinión.
Argumento: El narrador, sus fantasmas, su pasado, y la carta póstuma de su mejor amigo.
¿Dónde puede leerse? Sentado a pleno sol en una isla griega. Preferentemente sin cubrirse la cabeza