Luis Montoto, hombre bueno y sabio

Aunque es considerado «cantor de los mártires del trabajo», su nombre fue cuestionado por la Corporación municipal de 1979, cuando quisieron quitarle la calle. Fue hijo predilecto de Sevilla y pudo participar activamente en todos los actos importantes que ocurrieron en la ciudad durante los años que vivió. Su obra escrita es amplia e importante

09 dic 2017 / 08:33 h - Actualizado: 04 dic 2017 / 22:56 h.
"Historia","Historia"
  •  © El Correo
    © El Correo
  • © El Correo
    © El Correo
  • © El Correo
    © El Correo
  • © El Correo
    © El Correo
  • © El Correo
    © El Correo

Luis Montoto y Rautenstrauch (Sevilla, 1851-1929) fue desde su juventud hasta su muerte con setenta y ocho años, un símbolo de la cultura sevillana en múltiples facetas, como poeta y dramaturgo, como escritor de costumbres y cronista de la ciudad, como historiador y bibliófilo, como ensayista, novelistas y folklorista. Participó en todos los acontecimientos históricos de la ciudad durante más de medio siglo, desde la llegada de los restos de Cristóbal Colón a la organización de la Exposición Iberoamericana, pasando por la instalación del monumento a San Fernando. Hijo Predilecto de Sevilla, académico de las Reales Española y de la Historia, de la Sevillana de Buenas Letras, de San Luis de Zaragoza y otras; con numerosas obras traducidas por hispanófilos de la talla de Monte-Naquen, Walsh y Fastenraht, gran parte de ellas valoradas emblemáticas por los estudiosos del último tercio del siglo XIX y primeros lustros del XX.

Su bibliografía cuenta con Las cartas sevillanas, Costumbres populares andaluzas, Pequeños poemas, Historia de muchos Juanes, El libro de los recuerdos, La Sevillana y Sevilla, Noches de luna, El duro del vecino, Fuegos fatuos, La capa del estudiante, Un paquete de cartas, Tiquis miquis, Cervantes y Sevilla, El pintor y su modelo, El entierro de Cervantes, ¡Toros en Sevilla, toros!, Los cuatro ochavos, Personajes, personas y personillas que corren por ambas Castillas, En aquel tiempo, Vida y milagros del magnífico caballero Don Nadie, La calle San Fernando y Fábrica de Tabacos, La calle de las Sierpes, Juan Lanas, La loca de la casa, Por aquellas calendas, y Nuevos nombres de calles sevillanas, entre otras.

Las fotografías que reproducimos marcan hitos en la biografía de Luis Montoto. La primera, fechada en 1869, recuerda su primera obra teatral titulada La trasmigración de las almas, escrita en colaboración con Cano y Cueto y estrenada el 17 de marzo del citado año. La segunda muestra al poeta en 1920, cuando recibió el título de Hijo Predilecto de Sevilla. La tercera recuerda el año de su boda con Asunción de Sedas y Viguera, en 1878.

En las dos imágenes siguientes recordamos dos hechos históricos, la entrega de la Gran Cruz de Alfonso XII, por el alcalde Agustín Vázquez Armero en su despacho de la calle Mateos Gago, y el descubrimiento de la placa que en la misma calle recuerda el lugar de su muerte, en 1929.

En el cementerio de San Fernando, sobre su tumba reza el siguiente epitafio: Vive de modo que, a la vida ajeno, / al morir oigas de ferviente labio / la bendición con que se premia al bueno / más que el elogio que se rinde al sabio.

Acérrimo defensor del obrero y considerado «cantor de los mártires del trabajo», en 1979 intentaron quitar su nombre del callejero.