Madre mía, que estás en los infiernos

Carmen Jiménez fue galardonada con el Premio de Novela Café Gijón el año 2007. Y este era el relato que fue premiado. Aunque presenta algunos problemas propios de lo que era su primera novela, el texto presenta aspectos muy interesantes y una mirada sobre la realidad de la mujer que son necesarios hoy más que nunca

01 abr 2017 / 12:05 h - Actualizado: 30 mar 2017 / 12:35 h.
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  • Portada de la novela de Carmen Jiménez ‘Madre mía, que estás en los infiernos’. / El Correo
    Portada de la novela de Carmen Jiménez ‘Madre mía, que estás en los infiernos’. / El Correo

Carmen Jiménez escribe con gusto, con buen ritmo y sabiendo de lo que habla. Al menos eso es lo que parece al leer Madre mía, que estás en los infiernos.

Novela de trama, en la que los alardes técnicos no aparecen (creo yo que no lo hacen porque no caben en este tipo de literatura). Novela que habla del mundo de la inmigración para ventilar los problemas con los que se encuentran las mujeres en la sociedad actual. Es la mujer el centro de la narración; una mujer rodeada siempre del peligro varonil; preparada para lo que pueda venir de frente y capaz de alcanzar cualquier objetivo.

Es la primera novela publicada por esta autora y, por ello, nos encontramos con problemas muy habituales en las óperas primas. Un cierto afán por contar todo, una reiteración de ideas que no por tener más presencia son más impactantes o quedan más claras, unos diálogos que van salpicando el relato y son más conversaciones que otra cosa. Lo habitual. Pero es una muy buena primera novela.

El personaje de su protagonista se dibuja bien desde el principio. Y desde el principio sabemos que los hombres representan el peligro, la violencia o el muro que tienen que saltar las mujeres a lo largo de su vida. Justifica la acción de Adela una serie de rasgos que la hacen creíble ante los ojos del lector. Además, nada de esa acción se encuentra en oposición con ella. La acción avanza con un ritmo adecuado (tal vez a media novela baja algo la intensidad y la lectura se hace algo más lenta) hasta que la autora resuelve bien una trama que, sin ser extraordinaria, puede soportar muy bien lo que es necesario.

La novela presenta un tono medio además de un aliento más bien corto. Y le va muy bien a lo que se cuenta ya que los personajes quedarían muy apartados por palabras y fraseos que no les corresponderían.

Un relato que ayuda a comprender mejor los problemas de un inmigrante, los problemas de una mujer sea de donde sea y esté donde esté.

No perderían el tiempo si se animaran a echar un vistazo a la novela de Carmen Jiménez.

Calificación: Buena

Tipo de lectura: Amable.

Tipo de lector: Dispuesto a asumir lo que es la realidad de la mujer.

¿Dónde se puede leer?: En el parque observando a las chicas que cuidan de ancianos y niños.