Marruecos, leyendo

Próximo. Lejano. Familiar. Exótico. Ignorado. Digno de ser visto. Difícil de creer. Abierto a las sorpresas. Una escapada. Una pesadilla. Una posibilidad. El sueño de una noche de verano. La trascendencia. La vida y la muerte. Lo raro. Una encrucijada de mitos y de razas. La migración a otro imaginario. Lo efímero y lo perdurable. Arte. Arquitectura. Turismo. Cultura. Religión. Historia. Una biblioteca interminable que reúne lo conocido y lo arcano. En el Occidente árabe.

13 may 2017 / 12:45 h - Actualizado: 08 may 2017 / 22:05 h.
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  • Antiguo Gobierno Civil de Sidi Ifni. / El Correo
    Antiguo Gobierno Civil de Sidi Ifni. / El Correo
  • Cuadro de Claudio Bravo. / El Correo
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  • Portada del libro Maroc. / El Correo
    Portada del libro Maroc. / El Correo
  • Villa construida por Zevaco. / El Correo
    Villa construida por Zevaco. / El Correo
  • Antigua catedral Católica del Safrado Corazón de Casablanca. / El Correo
    Antigua catedral Católica del Safrado Corazón de Casablanca. / El Correo

MARRRUECOS 1900-1960, UNA CIERTA MIRADA

Frédéric Mitterrand + Abdellah Taïa

Una cierta mirada. Una doble mirada.

El editor reúne a dos observadores peculiares, pertenecientes a diferentes generaciones: una de ellas conoció el Protectorado y la aventura colonial, la otra nació de la Independencia. Son imaginarios diferentes que intentan descolonizarse sobre una selección de fotografías de los archivos del Ministerio francés de Asuntos Exteriores, que interpretan siguiendo sus vivencias personales.

Las imágenes insisten en una visión paternalista, ansiosa de lo exótico, pero sobre todo de justificarse a sí misma. Es el pretexto para la expansión de los valores republicanos –liberté, égalité, fraternité. Lo que no vale para ese fin se modifica o se ignora.

Frédéric Mitterrand, cincuenta y nueve años, escritor, productor, realizador de televisión. Centra su mirada en la composición, en la repercusión de lo mítico, en la aceptación del pretexto en aras de la buena voluntad, con la crítica –mesurada y políticamente correcta- que se espera de un intelectual.

Abdellah Taïa, joven escritor, de treinta y tres. Viaja al pasado a través de sus no recuerdos. O de la figura de sus padres. Sometido completamente a la cultura y la modernidad que trae el otro. A partir de ahí intenta explicarnos su país.

Destacan, como hilo conductor en medio de muchos seres anónimos, las figuras del sultán y de Liautey -el Residente General-, las de sus sucesores. Los cortejos interminables rodeados por muchedumbres bíblicas. La aparición de la mecánica y del proletariado en una sociedad feudal, atrasada.

El surgimiento de unas nuevas ciudades para una nueva civilización. El asombro ante lo diferente.

IFNI, LA ÚLTIMA AVENTURA COLONIAL ESPAÑOLA

Manuel Chaves Nogales

El 6 de abril de 1934 el coronel Capaz tomaba posesión del territorio de Ifni en nombre de la República Española recuperando los derechos de una soberanía abandonada y centenaria. Fue una aventura extraña, hoy olvidada.

Manuel Chaves Nogales fue un prestigioso periodista enviado por el diario «Ahora» para cubrir el acontecimiento. A través de los artículos recopilados en este libro, Chaves dibuja para nosotros, sobre el terreno, ese mundo nuevo que se abre, poblado de paisajes y personajes fantasmagóricos, reflexionando sobre Marruecos, sobre el acto colonizador, sobre el encuentro entre culturas, de una manera viva. Entrevista y acompaña a los protagonistas, militares españoles o ilustres moros. Retrata un mundo de fortificaciones aisladas y luchas tribales, de enemistades fomentadas y contenidas por la colonización francesa. Explica el acto de la ocupación, la incipiente organización del territorio y los problemas de los abastecimientos.

Sobre todos los artículos sobrevuelan dos palabras: sorpresa y aislamiento. Desolación luminosa.

Ifni, la última aventura colonial española, recupera una de nuestras historias perdidas, un instante efímero sin gloria, una más de esas ilusorias aventuras de la civilización, un sueño pasajero.

Y la prosa fluida y curiosa del cronista nos acerca a los hechos.

CASABLANCA, MITOS Y FIGURAS DE UNA AVENTURA URBANA

Jean-Louis Cohen + Monique Eleb

Casablanca es el estudio definitivo que rescató a la ciudad de su silencio.

Poniendo en valor los edificios de su trama urbana, divulgando los hábitats populares, y analizando detalladamente la evolución de un lugar. Desde la vieja medina de Anfa, codiciada por los comerciantes europeos en el XIX, hasta la ciudad recuperada que es hoy.

Es, en cierta forma, una historia del Protectorado francés y de su sueño del Marroc utile, cuando la República activó todos sus recursos y los valores que la animan para la creación de un experimento urbanístico único en el mundo. Infortunadamente bastante desconocido.

Jean-Louis Cohen y Monique Eleb documentaron prolijamente, durante años, el desarrollo de esta aventura excepcional in situ, pero también en los desordenados archivos del municipio y en los de la metrópoli, así como en las publicaciones periódicas de la época. El resultado es un detallado ensayo sobre la formación de la ciudad, a través de los sucesivos planes de ordenamiento del territorio, pero también de los flujos económicos y sociales que propiciaron el éxito de este experimento. Lo hacen sin descuidar nada, ni las zonas de ocio y esparcimiento, ni las viviendas sociales, ni los usos habitacionales, o los desarrollos construidos por y para los hebreos después del abatimiento de la vieja mellah.

Las imágenes son numerosas y extraordinarias, algunas de época, otras de finales del siglo XX, desgraciadamente, como reconocen los autores, algunos de los edificios estudiados habían sido abatidos antes incluso de la publicación del libro, pero sin duda muchos otros se conservan y se conservarán gracias al nuevo impulso que la obra propicia para el reconocimiento del valor intrínseco de la estructura urbana y la singularización de algunas fábricas que supuso la edición de esta obra minuciosa, que puede, sin embargo, hojearse con curiosidad y entretenimiento.

ZEVACO

Michel Ragon + Henri Tastemain

Desconocido fuera de los círculos especializados, ignorado en general para los visitantes de Marruecos -siempre en búsqueda del tipismo de lo exótico- donde desarrolló toda su obra, Jean-François Zevaco es uno de los arquitectos destacados del siglo XX. Relevante por su simbiosis de lo autóctono y lo moderno. Cercano al brutalismo y a las vanguardias, de los que se escapa gracias a sus imaginativas soluciones.

En lo político, Zevaco es el constructor del sueño ordenado, nacionalista y emergente del Marruecos emancipado. Hoy, patinados por la vida que los envuelve o recuperados con otros usos, sus trabajos sorprenden en el terreno por lo inesperados: la Villa Suissa de Casablanca, los desarrollos urbanos de la nueva Agadir, construida sobre la independencia y el desastre telúrico.

Esta edición del Cercle d´Art apoya en dos textos escuetos las fotografías y los planos de casi toda su obra. La mayor parte de las imágenes son expresionistas tirajes en blanco y negro, vintage en su mayor parte. Faltan los detalles, se echan de menos instantáneas modernas, y más vistas generales, pero el libro transmite perfectamente la fuerza de las construcciones de este arquitecto y urbanista franco-marroquí, ausente de la carrera de los pritzkers y de las guías turísticas, fallecido en 2003.

CLAUDIO BRAVO Y MARRUECOS

Mona Khanzindar + Hoda Makram-Ebeid = Editan

Claudio Bravo encontró la luz en Marruecos, a donde se trasladó en 1972.

Del choque de esta luz especial, con la personalidad del pintor. De la convergencia de sus estudios sobre los clásicos, de su paso por España, con los objetos raros, hermosos, que encuentra en ese Sur, nace una producción especial.

Parte de ella se expuso en el Instituto del Mundo Árabe de París en 2004, y este es el catálogo de esa obra. A los textos que nos ponen en situación vital, crítica, biográfica, se une una interesante entrevista.

Es curiosa la ausencia de exteriores en los cuadros, a pesar de esa declarada búsqueda de la luz, como si la del país magrebí solo pudiera ser captada por Bravo una vez que se despoja de su violencia y se detiene sobre las telas, sobre las cerámicas, sobre las pieles y las chilabas de sus modelos marroquíes.

Destacan su Última cena (1994), la mujer de la Gandura roja (1995), los bodegones y las naturalezas muertas –numerosos-, el tratamiento de los pliegues, de las texturas, de las luces, más que de las sombras, que convierten a Claudio Bravo, pintor cosmopolita de origen chileno, en uno de los últimos maestros del gran estilo.