Señor Sueño

Durante veinte años, Robert Pinguet, fue construyendo este relato metaliterario, esta colección de reflexiones, esta obra en marcha. Interesante para todo el que quiera reflexionar sobre lo que es y supone la creación literaria

22 abr 2017 / 12:36 h - Actualizado: 16 abr 2017 / 16:45 h.
"Libros","Literatura","Libros - Aladar","Literatura - Aladar"
  • Portada de ‘Señor Sueño’. / El Correo
    Portada de ‘Señor Sueño’. / El Correo

El Señor Sueño es un jubilado, que lleva una vida apacible de retiro cerca del mar, asistido por una criada entrañable llamada Sosias. Como la de todos los viejos, su vida se reparte entre el recuerdo y el olvido. Da la sensación, por la minuciosidad con la que se cuentan pequeños detalles de intimidad, de que es el protagonista de esa vida quien la escribe a la manera de un diario, pero que lo hace en tercera persona.

El Señor Sueño es también un escritor que anota en un cuaderno reflexiones sobre la creación literaria y la construcción de la ficción.

Robert Pinguet que es y no es ese escritor que es y no es el Señor Sueño, fue hilvanando estos pensamientos durante veinte años, en el tiempo que su quehacer literario le dejaba libre, y lo consideró un divertimento.

Señor Sueño es, pues, un relato metaliterario, una novela en marcha y una colección de reflexiones, todo mezclado. Es una obra interesante para escritores e interesados en la creación, aunque los lectores no podemos evitar sentir el parpadeo de cierta luz de gas que desprende la novela, siempre buscando una segunda lectura en cada línea, de una manera un poco forzada, en detrimento de una historia que, sin embargo, es válida por sí misma.

Puesto que está dividido en pequeños fragmentos y la trama no es lineal, es un libro muy aconsejable para releer en ratos sueltos y activar el pensamiento.

El conjunto, completado por los textos Arado y El Arnés, más explícitamente reflexivos, deja traslucir misantropía y cierto desencanto, e incluso desengaño, ante la vida y el proceso de la creación literaria.

Me temo que debo decir que en esas dos décadas de escritura, Pinguet avanzó por estas líneas, desde el entorno del nouveau roman hasta la periferia de la novela postmoderna.

Calificación: Interesante.

Tipo de lector: Interesados por la construcción literaria.

Tipo de lectura: En dos niveles, no es complicada, pero mueve a la continua reflexión extratextual.

Argumento: Sencillo.

Personajes: Bastante entrañables.

¿Dónde puede leerse?: Es un buen libro para la mesita de noche.