Shirley Jackson: ‘El terror cotidiano’

En alguna ocasión, las lecturas llegan sin avisar para hacer que la percepción de la literatura vuelva a ser la misma que un tiempo atrás, cuando se leía con pasión. Shirley Jackson puede ser esa autora que te haga reconciliar con lo literario, con la lectura de género.

01 oct 2016 / 12:00 h - Actualizado: 29 sep 2016 / 19:17 h.
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  • Shirley Jackson. / El Correo
    Shirley Jackson. / El Correo
  • Portada de Siempre hemos vivido en el castillo. / El Correo
    Portada de Siempre hemos vivido en el castillo. / El Correo
  • Portada del libro de relatos de Shirley Jackson. El Correo
    Portada del libro de relatos de Shirley Jackson. El Correo

No sé si os ha ocurrido que durante una temporada no encontráis nada que realmente os satisfaga como lectores y, de repente, llegan a vuestras manos varios libros con los que volvéis a disfrutar como si fuerais niños de nuevo. Este verano ha sucedido el milagro y de forma casual he encontrado varios autores que me han enamorado: Neil Gaiman, Phillipe Claudel, Antonio Tabucchi y Shirley Jackson. Ella se ha convertido en uno de mis ídolos (literariamente hablando).

He leído Siempre hemos vivido en el castillo y Cuentos escogidos, publicados por Editorial Minúscula. Vaya por delante que no soy muy fan de los libros de relatos porque siempre me quedo con sensación de irregularidad; parece que los hubieran puesto juntos a la fuerza como cuando te empeñas en unir dos piezas de puzzle que no encajan la una con la otra. Sin embargo los relatos publicados por Minúscula me han ganado (como los bombones del señor embajador), mantienen la tensión del primero al último. Además vienen con premio, porque esta edición incorpora tres conferencias sobre escritura, muy interesantes y prácticos a la hora de abordar la escritura de relatos. No falta su relato más conocido, La Lotería, que es recordado por haber sido uno de los que más protestas generaron en el New Yorker cuando se publicó en 1948. No es sólo lo que cuenta, sino la forma en la que lo hace; como intercala en el drama del momento, las conversaciones de las amas de casa, los paisanos, los niños jugando en la calle y las conversaciones de los que están a favor y en contra de que el sorteo se siga celebrando. Sin embargo hay otros relatos excelentes y completamente diferentes como Charles, La bruja o Después de usted, mi querido Alphonse.

Siempre hemos vivido en el castillo es una novela en la que dos hermanas viven con su tío paralítico, aisladas del pueblo en el que viven y señaladas por la sombra de la sospecha de lo que sucedió seis años antes (alguien envenenó al resto de la familia). La novela de Jackson tiene un punto de terror, excentricidad, tensión, locura y trauma que engancha. Incluso el final de la novela es inesperado, al tiempo que sella la alienación de las hermanas. Y hasta aquí puedo leer, que decía Maira Gomez Kemp.

Calificación: Muy buenos tanto los relatos como la novela.

Tipo de lectura: Inquietante, un poco subversiva.

Tipo de lector: el que disfrute del terror de lo cotidiano y le encante jugar jugando.

¿Dónde puede leerse?: Yo lo hice entre la piscina y la playa, pero lo puedes leer subido a un árbol si quieres, o bajo las sábanas con una linterna...