Short Cuts - Vidas Cruzadas

Los cuentos de Raymond Carver son, sencillamente, una maravilla literaria. Este libro compone una radiografía de la sociedad norteamericana en su zona más anodina. Sin embargo, es fascinante el resultado.

04 feb 2017 / 12:00 h - Actualizado: 02 feb 2017 / 11:11 h.
"Libros","Literatura","Libros - Aladar","Literatura - Aladar"
  • Portada de ‘Short cuts’. / El Correo
    Portada de ‘Short cuts’. / El Correo

Short Cut: atajo, senda o lugar por donde se abrevia el camino.

Reducir la narración a elementos fundamentales, es característico de un movimiento literario surgido a partir de los años setenta del siglo XX en los Estados Unidos, los críticos lo denominan realismo sucio o –por motivos obvios- minimalismo. Raymond Carver fueconsiderado uno de los fundadores de este movimiento; un autor de culto.

Sus cuentos son paradigma de elusión. Carver construye sus relatos de la misma manera que esas guías visuales para turistas, en las que un acetato coloreado recrea una ciudad perdida sobre la foto de un campo de ruinas. En los cuentos, solo quedan las ruinas sobre el papel, se convierten en retazos de una vida real que el lector debe reunir y -en ocasiones- intuir.

El leguaje es descarnado y preciso; el ambiente, el que rodea el llamado sueño americano; lospersonajes son personas que no consiguen alcanzarlo. Una suburbia física y mental. Robert Alman imaginó las Vidas Cruzadas de esos mismos personajes, en una película filmadaen 1993.

Lo más inquietante de estos relatos es que hablan de muchas cosas mezquinas que todos haríamos (quizás ustedes no), si otros no estuvieran mirando.

Apropiarnos de la casa y de las vidas de unos vecinos que nos han dejado las llaves en su ausencia, como hacen Bill y Arlene en Vecinos. Intentar tirarte a la amiga de tu chica a escondidas, o hacer algo inconfesable con un colega de tu marido. Vitaminas. ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor?

Deshacerte de la mascota de tus hijos, porque la detestas; o aprovechar el anonimato de un teléfono para mortificar a alguien que –crees- te ha hecho una putada. Jerry y Moll y Sam. Parece una tontería.

Carver los mira.

Hay otras cosas que nunca haríamos. Los informativos nos indican que, sin embargo, alguien las hace y nos preguntamos cómo pueden ser capaces. Incluso dudamos de que puedan ser ciertas. Aquí también. Cosas atroces que tienen que ver con crímenes, con violaciones, con la sutileza del maltrato psíquico. Carver nos las escupe en la cara en otras historias: No Son Tu

Marido, Tanta Agua Tan Cerca de Casa, Diles a las Mujeres que Nos Vamos.

Recolectores es una historia perturbadora en su sencillez, en la que, aunque no lo parece, algo está pasando. Limonada es un cuento-poema.

Si se quiere entender la comparación de una novela con un filme, se sostendrá la equivalencia de un cuento y una fotografía. Los Short Cuts de Carver son polaroids. Rápidas, realistas, desenfocadas; se forman ante nuestros ojos de una manera vertiginosa y hasta que no se terminan de revelar no somos conscientes del detalle grotesco, de una sombra en el fondo.

Las prendemos en el margen de un espejo, para no perderlas de vista o las escondemos en un cajón.

Dice la leyenda urbana que poco a poco se borran, ¿Qué pasa con los momentos que retratan?

Calificación: Muy buenos.

Tipo de lector: Intrigado (por la vida).

Tipo de lectura: Inquietante.

Argumentos: Aparentemente prosaicos.

Personajes: Vulgares.

¿Dónde puede leerse?: En el metro.