Teoría de la liberación (gay)

Continuamos. Hemos ido repasando la ficción, pero no podemos dejar a un lado lo teórico de los ensayos que han ido ayudando a superar los prejuicios, empoderando a los gais, divulgando e investigando sobre la infinita variedad del mundo

14 dic 2018 / 10:59 h - Actualizado: 14 dic 2018 / 11:51 h.
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  • Las barreras infranqueables lo son menos desde que algunos autores decidieron hablar sobre el universo gay
    Las barreras infranqueables lo son menos desde que algunos autores decidieron hablar sobre el universo gay

«HOMOSEXUALISMO CREADOR», de Alberto Nín Frías

En este estudio precursor, y muy valiente para el año en el que lo publica, el escritor uruguayo Alberto Nin Frías realiza un ensayo sobre los más destacados homosexuales de la Historia, relacionando sus biografías, hazañas, creaciones, o corrupciones, con los más íntimos complejos sensuales. Flota sobre todo el libro una admiración por el amor entre hombres, porque Homosexualismo creador no es más que una reivindicación. Se publicó en 1933 -en Madrid por cierto- adolece de numerosas inconsecuencias e inconveniencias porque hay que tener en cuenta que nombra las cosas por vez primera, así que los términos que utiliza son bastante lábiles, uranismo, homosexualismo, homogenismo, hermafrodita, pues aún no se ha unificado el pensamiento en su reflexión sobre la sexualidad. Está obligado el escritor también a guardar un sonoro silencio sobre lo explícito de las relaciones y de los actos sexuales, así que todo toma el camino de una reflexión sobre la amistad, así como sobre el carácter urano de los personajes que analiza.

Lanzándose por encima de esa barrera, Nin Frías se guía de su solo criterio para definir quiénes, y en qué momento de sus vidas, tuvieron ese carácter urano, deduciéndolo de sus actos o sus escritos, sin otro sustento en algún caso que el indiciario, con cierta falta de rigor que sin embargo le sirve para defender su tesis. Es curiosa, por otra parte, la discriminación que establece entre las características que pueden llevar a los uranos al ennoblecimiento, o a la voluptuosidad y la concupiscencia, creando de esa manera dos categorías de homosexuales –buenos y malos- que se cuida muy bien de separar, y censurar a estos para que no contaminen a aquellos.

La tesis viene a ser que todo varón más o menos sensible tiene un sustrato de indefinición, que la amistad profunda entre dos hombres es uno de los sentimientos más gozosos, más intensos y más engrandecedores de la condición humana; que debe de ser socialmente regularizada y que las sociedades que la asumieron como signo distintivo -los griegos- fueron las más avanzadas y refinadas. El encubrimiento o la exacerbación de ese sentimiento puede tener el resultado nefasto de llevar a algunos a la corrupción moral. Es decir, nada que hoy no certifiquemos como cierto.

Teoría de la liberación (gay)

La labor es titánica porque están todos aquellos sobre los que flotó en algún momento un aura de duda. Rigurosa porque los fallos que hemos mencionado son fruto de la condición iniciática del texto. Y aunque hoy nos pueda parecer trasnochada debemos pensar en el gran recurso que significó para muchos en épocas oscurantistas, y recordar que nunca se ha emprendido una obra así magna como esta.

Teoría de la liberación (gay)

«HERACLÉS», de Juan Gil-Albert

Hay textos que se ponen en valor por el momento en el que se han escrito, o editado. Por la intuición y la libertad que demuestran, y por su influencia en la sociedad y en su pensamiento.

Heraclés fue redactado en los años 50, y publicado en los 70.

Tono alto, título emblemático, y discurso erudito de un escritor exquisito, poeta y novelista, para un ensayo sobre la homosexualidad masculina.

Juan Gil-Albert repasa los momentos históricos que le interesan para elaborar un discurso sobre la naturaleza del sentimiento homosexual, repasando sus hechos diferenciales, analizando los comportamientos de las personas que muestran esa tendencia, los errores que comete la sociedad habitualmente al juzgarlos. Todo el tiempo intenta en escritor penetrar en la psicología y capturar intereses, anhelos, recelos, y deseos.

El libro es tendencioso –no podía ser de otra manera- el narrador bien implicado, el punto de vista fijo aun dentro de las variantes, muchas de las cuales no pudo atisbar Gil-Albert ante la ausencia de libertad y los tabúes de la época, que ayudó a superar con su valiente posicionamiento.

La relación con la mujer y con la madre, la mirada hacia el varón heterosexual, los roles de pareja, el pálpito del sexo, los condicionantes de la religión y la moral burguesa, el afeminamiento, el difícil paso de la adolescencia, el homoerotismo. Todo lo repasa el analista, que intenta trazar un mapa psicológico de la mente homosexual. Esto es imposible, claro, como sucede con cualquier generalización, pero también, como cada una de ellas, mantiene un fondo de verdad por la reducción a comunes de todo un colectivo.

Dar voz a lo que no la tenía, defender su legitimidad, intentar que se comprenda lo incomprensible, esos son los ejes de Heraclés, un texto filosófico y reflexivo.

Teoría de la liberación (gay)

«LA DIFÍCIL VIDA FÁCIL», de Iván Zaro

Doce testimonios de (más que sobre) la prostitución masculina.

Lo mejor de este libro es la intención. Y la labor de investigación realizada, con un cariño que se plasma en cada línea- por Iván Zaro. También su atrevimiento a adentrarse en un terreno pantanoso y su capacidad para haber podido rematarlo.

Partiendo de ahí los testimonios son válidos pero demasiado estandarizados, se ve que salen de una misma entrevista realizada a todos, en vez de hacerlo de la elaboración de diferentes cuestionarios, guiados por la intuición y la personalidad de los retratados, lo que los hubiera hecho más profundos.

Por ciertas pistas, por lo construcción de ciertas personalidades que el autor no ha sabido contener, podemos temer mentiras, mucha falsa identidad, mitomanía encubierta bajo todo lo contrario y ello nos lleva a lugares previsibles y comunes. Porque no todos deberían pensar lo mismo sobre determinadas cosas –la regulación de la prostitución, su desestigmatización, la relación con las drogas-, ni haber resultado en general la experiencia más positiva que negativa para todos los prostitutos; ni tan voluntaria su vinculación, ni tan poco traumática. No lo podemos creer. Que todos tengan la misma relación con la protección ante la enfermedad, o empatía con sus clientes, ni que hayan conseguido mantener a toda costa su estatus, siempre; ni haber terminado convirtiéndose –y estar orgullosos de ser- unos convencidos profesionales.

Aun así no deja de haber destellos cegadores de realidad, frases sinceras, resentimientos, miedos, horrores, de aquellos que ejercen -o ejercieron- una profesión, que tiene, por definición, mucho de teatral y de tramposa.

Desde mi punto de vista se acerca un lector más a esos ambientes con la obra literaria del prologuista, Luis Antonio de Villena, que a través de estos testimonios más o menos manufacturados.

El repaso de los diferentes lugares donde se ejerce la prostitución es técnico, pero poco emocional; ese mismo es el patrón que sigue la investigación sobre las diferentes prácticas, la intención de las preguntas, y la revelación de las personalidades, que dejan clara sin embargo la de su autor, buena, generosa y empática con las personas a las que ha dedicado su labor social a lo largo de muchos años.

Un trabajo parecido, en cierta forma, al que esos muchachos hacen.