The End. Los mejores finales de la historia del cine

El cine ha sido, desde siempre, una fuente de inspiración para los que escriben; del mismo modo que muchas películas son hijas y deudoras de novelas y cuentos. Este libro de Iván Reguera es un ejemplo claro de lo que puede llegar a ser un buen matrimonio

20 ene 2018 / 08:36 h - Actualizado: 19 ene 2018 / 12:04 h.
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  • Portada de ‘The End. Los mejores finales de la historia del cine’. / El Correo
    Portada de ‘The End. Los mejores finales de la historia del cine’. / El Correo

El crítico y novelista Iván Reguera entrega un enjundioso ensayo por y para guionistas del Séptimo Arte. Trufado de anécdotas de producción y con la consulta y documentación de grandes clásicos, el autor arma un corpus poco convencional atendiendo primero a sus directores, después por décadas, pasándonos por último a contar cierres de películas que obedecen a una nefasta carpintería de guion.

El autor es, además y se nota, un disfrutón de la gran pantalla y logra a través de sus reflexiones que focalicemos el estudio de la Historia del Cine sobre todo a través de John Ford, algo que ya consiguió en su día Carlos Pumares de un modo menos inspirado en la escritura, pero igualmente conseguido a través del medio radiofónico.

«Centauros del desierto» y su personaje Ethan interpretado por John Wayne en ese principio y final crepuscular, da para construir algo más que una tesis doctoral sobre cómo debe ser un perdedor sin necesidad de alharacas verbales innecesarias. No es necesario hacer una distinción entre héroes y villanos para saber que a partir de este western se fundó el cine tal y como lo entendemos. Y no sólo. También ofrecieron su peculiar punto de vista genios como Billy Wilder, Hitchcock o Huston, irrepetibles a los que se les otorga un merecido y precioso espacio. Pueden existir disonancias personales, como el hecho de que se priorice a Kazan y «La ley del silencio» sobre la obra de directores sagrados a los que se cita, pero que quizá fueron demasiado «mainstream» como Howard Hawks.

Por décadas, los años 20 y su retrato, a través de «Y el mundo marcha» de King Vidor, permite apoyarnos en una lectura que se base no sólo en el entretenimiento, sino también en que no dejen de figurar los defectos de los sistemas políticos y económicos desde los que se documenta la era moderna y contemporánea.

A pesar de ser un libro sobre Historia, lo es de cine, en tanto en cuanto forja un concepto propio de lo que es y no este medio. Algunas películas de las que habla han pasado a sustituir a otras que teníamos por favoritas en los 90 y este hecho influye a todo el devenir. Es preciso por ello, y también justo, no sólo hacerse eco de la sobreexposición que tuvo en estos años «Ciudadano Kane» de Welles, sino añadírsela a películas en su momento pequeñas como «The Dead» de John Huston (homenaje que emociona tanto), «Blade Runner», «La Cosa», «E.T.» o tantos films que a pesar de estar inscritos en la época que Biskind denominó de los blockbusters, hoy recobran esencia en parte por el equivocado concepto de otras sagas que aún se perpetúan, como la de «Star Wars» concebida por George Lucas.

Calificación: Rico.

Tipo de lector: Dispuesto a dejarse llevar por este afán. Sólo por la exhaustiva recopilación documentada del final de «Cinema Paradiso», el libro merece la pena.

Tipo de lectura: Junto a la cinta, DVD o copia de la película correspondiente.

Argumento: Propio.

Personajes: Todos.

¿Dónde leerlo?: Si se conserva la memoria, en cualquier parte.