Todo está perdonado

Rafael Reig nos arrastra hasta la segunda parte de su novela «Sangre a borbotones» con este otro relato. Interesante reflexión de un autor que ha ido a más desde el principio

16 jun 2018 / 08:00 h - Actualizado: 17 jun 2018 / 12:33 h.
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  • Portada de ‘Todo está perdonado’. / El Correo
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Galardonado con el Premio de Novela Tusquets 2011, es esta la segunda parte de la negrísima e irreverente novela publicada en Lengua de trapo unos años antes, «Sangre a borbotones» en la que se confería a la ciudad de Madrid la leyenda de una inundación (no precisamente veneciana) desde el canal principal de la Castellana a sus adláteres principales en forma de coordinados afluentes, siendo los principales los Barrios de Salamanca y Chamberí. Se recorre la ciudad más señorial al dedillo desde sus calles y rincones, para contar la historia familiar de los Gamazo, una familia de alta y rancia alcurnia, desde sus antepasados. Perico, el actual patriarca, sufre la desaparición de una de sus hijas, para cuya investigación policial contará con Menéndez Vigil, quién atesora arrestos de los años más negros del franquismo como actual miembro del CNI; a su cargo estará el detective Carlos Clot, cuya existencia se justifica por el enamoramiento hacia una femme fatale castellana.

Se utiliza igualmente el fútbol (desde aquel partido legendario en que España tenía como portero a «La araña negra», pasando por el 12-1 a Malta con gol de cabeza del líbero Maceda, al más cercano por el que la selección española ganó dos mundiales seguidos con Luis Aragonés, para despecho de raulistas) como metáfora de un pasado en que el considerado por todos deporte Rey, sirve para alternar sin alternativa.

El caso es que con victoria y todo, Perico está preocupado por la vida disoluta que lleva Nacho, sobre quién se ha estado cargando a sus espaldas, y a pesar de que es mal estudiante y peor trabajador, la carga de esa palabra tan peligrosa: talento. También ocurre que el lector sabe cosas de Perico, de las que él mismo no se acuerda, como es el origen de su actual matrimonio, al que se ve arrastrado por ella, a pesar de estar a punto de cortar la relación, si no es porque no recibe la carta que en este sentido expresa sus intenciones. Todo ello y mucho más (una conciencia de culpa escabrosa, que podría compararse a la de las clases medias que con Nacho conviven) hace sentir a su familia, que igual que sus padres y abuelos ganaron la Guerra, ellos necesitan ganar una paz que les perdone y redima.

Todo ello mientras Clot se pasea por el Centro, presenciando absurdas manifestaciones, por las que España pierde el siguiente mundial en la embajada francesa u observa cómo las mujeres que se sientan en los bares de Malasaña empiezan a ser de todo menos inocentes, como no lo somos en el fondo, ninguno de nosotros, por más que queramos camuflarlo.

Calificación: Buena.

Tipo de lector: Dispuesto a reír y llorar a partes iguales.

Tipo de lectura: Asequible.

Argumento: Decadencia y secretos de una familia que lo heredó todo.

Personajes: Algunos mejor que otros.

¿Dónde leerlo?: En la azotea del antiguo Casino madrileño.