Un concierto para poder seguir adelante

En el Teatro Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa de Madrid se concentraba, el pasado día 9, parte de los aficionados al jazz que estaban por la ciudad. La cita con René Marie parecía, a priori, atractiva y había ganas de asistir a un concierto en directo de esta cantante. Los que perdieron la oportunidad se arrepentirán.

12 nov 2016 / 12:51 h - Actualizado: 10 nov 2016 / 11:53 h.
"Jazz"
  • René Marie es una extraordinaria cantante capaz de alcanzar diferentes tipos de registros con la voz. / El Correo
    René Marie es una extraordinaria cantante capaz de alcanzar diferentes tipos de registros con la voz. / El Correo
  • René Marie. / Fotografía de John Abbott
    René Marie. / Fotografía de John Abbott

El aforo del Fernán Gómez madrileño no se completó. Incomprensible, pero cierto. René Marie no es una cantante famosa en exceso, no busca la venta de un disco. Solo hace jazz y eso no mueve masas. Afortunadamente, solo hace jazz. Y el concierto que ofreció a los aficionados fue excelente. Acompañada por tres músicos de altísimo nivel demostró que el diálogo entre los instrumentistas y, por supuesto, con la propia vocalista, si se produce, es algo inigualable.

René Marie; que comenzó a cantar, de forma profesional, teniendo ya unos años; tiene un timbre de voz poderoso, versátil y ágil. Compone y arregla todas las canciones que arrastra en su repertorio y las que edita en sus discos. No hace falta decir que en este concierto se escucharon esos temas compuestos por ella salvo alguna excepción.

Arrancó el concierto con la cantante en solitario sobre las tablas. A capella, regalo al público una preciosa versión del tema When You’re Smiling, una pieza que King Oliver hizo famosa allá por los años 30 del siglo pasado. Alguna grabación existe con Louis Armstrong como trompetista de la banda de Oliver. Avanzaba ya la cantante que le gusta jugar con la voz, que le gusta improvisar y modificar el registro dentro del mismo tema. Marie utiliza el recurso del scat en prácticamente todos los temas. Y, en muchas ocasiones, desde el scat podemos escuchar los ritmos más negros, más primitivos del jazz. Si el scat es esa técnica que convierte la voz en un instrumento más, Marie lo logra con una facilidad pasmosa.

Y aparecieron los músicos en el escenario. El pianista John Chin, el contrabajista Elias Bailey y el baterista Quentin E. Baxter. Si Chin es un virtuoso, los braceros Bailey y Baxter son capaces de aportar una base rítmica que hacía tiempo no se disfrutaba con tanta fuerza y perfección. Aunque lo mejor es que el diálogo entre los componentes del trío es maravilloso y recuerda, en ese sentido, a esas formaciones que Bill Evans lideró tantas veces. Durante todo el concierto estuvieron a una altura muy considerable, pero fue interpretando la pieza Lost (un temazo) cuando mejor conjuntaron sus sonidos. Por si era poco, René Marie cantaba de maravilla cediendo espacio a sus músicos para que lucieran con unos solos portentosos. Antes de empezar con este tema, la cantante recordó el resultado de las elecciones en Estados Unidos y anunció que esta canción hablaba de la posibilidad de superar los momentos bajos. Preciosos los giros de voz, los cambios de registro, la modulación que ofrece René Marie. Cada frase estallaba y salpicaba de emoción auténtica y profunda toda la platea. Seguramente por esta razón, el público no dudó en atender la demanda de la cantante al pedir a todos que se quedasen en pie para escuchar el bis. Seguramente por esta razón, allí todo el mundo bailaba. Por otra parte, es como debe disfrutarse un concierto de jazz. Sintiendo, bailando, desplegando libertad por cada rincón de la sala.

Sound of Red (título que da nombre al último disco de Marie), Certaldo o Colorado Song River, fueron otras de las canciones que dejaron un sabor de boca envidiable.

Un último apunte. Hay que sumarse, dadas las circunstancias, a lo que dice René Marie en su tema Lost para recordarlo y poder salir adelante:

She was always reaching out but no one Could ever reach her; She never knew what life was all about ‘cuz she wouldn’t let nobody teach her; Never in her wildest imagination Could she dream of life without agitation; All of her Winters melted into spring with misgiving; She wondered why her Summers never seemed to bring easy living; It autumn it was just as well that she fell and got lost; She was just lost; She spent so many hours on her back opening up to every Tom, Dick and Harry; Butt he faster she went around the track the harder it became to carry...