26M: el desembarco

6.000 socialistas llenarán el pabellón de Ifema en el que Díaz anunciará su candidatura a Ferraz

25 mar 2017 / 18:55 h - Actualizado: 25 mar 2017 / 20:19 h.
"PSOE","Susana Díaz"
  • Díaz, en el acto que el pasado febrero mantuvo con alcaldes socialistas en Madrid. / E. Naranjo (Efe)
    Díaz, en el acto que el pasado febrero mantuvo con alcaldes socialistas en Madrid. / E. Naranjo (Efe)

Hace dos años y cuatro días, Díaz bajaba la escalinata de FIBES con una sonrisa de oreja a oreja. La señal de victoria se dibujaba en su rostro. Su incontestable triunfo en las elecciones andaluzas de 2015 fue también el primero como cabeza de lista de una carrera política que emerge en su adolescencia y que a los 40 años, los que tenía entonces, ganaba poso con un resultado envidiable.

Su partido, sumido en una depresión electoral sin parangón, con severa derrota en las generales de 2011, pérdida de hegemonía territorial en las andaluzas previas de 2012 (aunque mantuvo el Gobierno), débil en las grandes capitales, arrasado en las europeas de 2014 y, para colmo de males, acosado por el emergente fenómeno de Podemos en las encuestas, recibió así un soplo de aire fresco insuflado por la vertiente meridional. Esa mayoría, aunque no absoluta, supuso todo un dique contra un proceso depresivo que amenazaba gravemente con la irrelevancia.

747 días después, Díaz toca de nuevo el cuerno. Suena el shofar susanista en una auténtica llamada del sur que ahora brama allende Despeñaperros. Es otro escenario de grandes ferias y muestras, Ifema de Madrid, en el que expondrá las dos palabras clave con las que quiere fraguar su segundo asalto en un bienio: unidad e ilusión. La trianera lanzará su campaña a las primarias de un partido que no vivía fechas tan decisivas desde Suresnes, con el que incurre en una curiosa anécdota: Susana vino al mundo apenas cinco días después del relevante cónclave socialista.

Era entonces octubre del 74, y como hoy, lo que hay en juego supera la mera decisión de nombre y apellidos de cabeza visible para aterrizar en nada menos que el universo del ADN de un partido. El tan complejo sintagma del qué queremos ser. El PSOE tiene ante sí la madre de los procesos internos, la lucha fratricida en un histórico partido, el de la rosa, abierto en canal. «Hay que coser», dijo Díaz, que hoy, por fin, presentará sus líneas de remiendo.

Estas serán, como se ha referido, todo un alegato a la unidad y a la ilusión por recuperar los valores que labraron los años dorados de su partido, la socialdemocracia. Bajo el lema 100% PSOE, Díaz también lanzará a sus adversarios el guante del apoyo popular. El pabellón de Ifema elegido para su puesta de largo albergará a más de 6.000 adeptos de la causa susanística, una auténtica olla a presión con presencia de militantes de todos los puntos de la península, y cómo no, con mayoría, esta sí que absoluta, de la parroquia andaluza, a la sazón, clave en la filiación socialista, con más de un tercio de la cuota total del censo de las primarias. Con este inusual despliegue –ya no se ven mítines y actos políticos tan sumamente populosos, ni siquiera en periodo electoral- Díaz batallará por romper ese axioma que la relega ante Sánchez, y que no es otro que la magnitud del aliento militante. El otro partido, el del sostén orgánico e institucional, lo gana por goleada. Estarán, si ningún contratiempo cambia el guion, los principales dirigentes socialistas, ya sean de gobiernos o aparatos. Lambán, Puig, Fernández Vara y García-Page compartirán el espacio reservado en las primeras filas a dinosaurios clave del PSOE de ayer, entre ellos los dos presidentes del gobierno que el partido ha tenido en democracia.

Coser divorcios históricos

La citación de Díaz ha conseguido uno de los históricos imposibles socialistas. Unir, años después de encarnizadas batallas, a González y Guerra bajo una misma causa. Los dos paisanos de Díaz serán de la partida en este acto especial de terapia antidivorcios. Bono y Zapatero, rivales en las primarias de 2000, también escenificarán su apoyo a la política trianera, así como Matilde Fernández, la tercera de las concurrentes –la cuarta fue Rosa Díez- en ese proceso interno.

Otro más reciente fue el de Rubalcaba y Chacón, esta última entonces apoyada por Díaz, y que también pondrán en tela de juicio que tras procesos convulsos, luchas de poder encarnizadas, es posible el consenso en base a una misma idea. Ejemplo de ello es Madina, ahora aliado imprescindible en la carrera que la actual secretaria general del PSOE andaluz lanzará hacia Ferraz. El vasco, rival de Sánchez en las primarias de 2014 y que entonces asistió a cómo Díaz otorgaba el poder orgánico al madrileño al poner a su disposición al potente aparato andaluz, será el presentador del acto.

Madina compartirá escenario con la citada Matilde Fernández, trascendental figura de los avances sociales bajo el gobierno de González, entonces ministra del ramo. Estela Goicoetxea y Antonio Balmón serán los otros dos teloneros del concierto. Sus perfiles están estratégicamente seleccionados. La primera es parte destacada de Juventudes Socialistas, una corriente que desde el minuto cero se posicionó en favor de la causa susanista. Balmón, por su parte, es alcalde de Cornellá, y claro ejemplo de que en el PSC también conviven facciones pro Díaz.

Avanzan miembros del equipo más cercano a la trianera que se espera también una sorpresa, aunque nadie se atreve a decir que González, Zapatero u otro histórico de ese calado, tendrá la palabra. En este supuesto, ya sea durante el acto de Ifema o a lo largo de los próximos días, si puede darse la adhesión al proyecto Díaz del que hoy es gran referente de la socialdemocracia europea, el alemán Martin Schulz, líder del SPD teutón y según las encuestas, rival a batir en las próximas presidenciales en el país centroeuropeo. Un personaje faro para el proceso de recuperación de gobiernos por parte de la socialdemocracia que defiende Díaz, y con el que además contrarrestará el golpe de efecto que Sánchez dio hace apenas unas semanas con el ya archiconocido vídeo de apoyo de la alcaldesa parisina de origen gaditano, Anne Hidalgo.