Sucesos

A prisión los dos patrones de la patera naufragada en Los Caños

La embarcación naufragó el pasado lunes y, hasta el momento, han aparecido ocho cadáveres

09 nov 2018 / 10:36 h - Actualizado: 09 nov 2018 / 10:44 h.
"Sucesos"
  • La Guardia Civil junto a uno de los dos cadáveres hallados tras el naufragio de la patera.EFE/Román Ríos
    La Guardia Civil junto a uno de los dos cadáveres hallados tras el naufragio de la patera.EFE/Román Ríos

La Policía Nacional ha detenido en Algeciras (Cádiz) a dos jóvenes marroquíes de 32 y 21 años como presuntos autores de ocho homicidios y de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

Los detenidos, para quien el juez ha decretado su ingreso en prisión, están considerados los dos patrones de la patera que naufragó en Los Caños de Meca el pasado lunes y de la que, hasta el momento, han aparecido ocho cadáveres.

Según ha indicado la Policía Nacional en una nota, el piloto, una vez que los tripulantes de la embarcación pagaron el viaje para cruzar el Estrecho, les obligó a subir en un solo bote aun sabiendo la existencia del exceso de aforo.

La investigación comenzó cuando el 5 de noviembre una embarcación rígida de motor llegó hasta las inmediaciones de la playa de Los Caños de Meca llevando en su interior 40 migrantes de origen marroquí. En su aproximación a la costa, a unos 150 metros de la orilla, colisionó contra una roca, lo que provocó que se abriese una vía de agua que la hizo naufragar.

Según ha indicado la Policía, en la orilla fueron interceptados por las autoridades 22 varones marroquíes, once de ellos menores de edad, siendo trasladados todos hasta la comisaría de Algeciras, al objeto de realizar los trámites correspondientes establecidos en virtud a la legislación en materia de extranjería.

1.500 euros por cruzar el Estrecho

Tras realizar las primeras pesquisas, los agentes iniciaron una investigación tendente a determinar las circunstancias de la travesía y el naufragio. Así, a pesar de la resistencia inicial de los migrantes a colaborar, los agentes identificaron al piloto principal y al organizador del viaje en Marruecos, que además ejercía las funciones de segundo piloto.

Los testigos coincidieron en manifestar que pagaron 1.500 euros por el cruce del Estrecho y que el piloto les obligó, una vez recibido el pago de cada uno de ellos, a subir en una sola embarcación aún siendo consciente del exceso de aforo que ello suponía.

Ante la inexistencia de espacio, se vieron obligados a sentarse unos encima de otros e ir turnándose entre ellos. Pese a que cuando partieron las condiciones climatológicas eran buenas, a mitad de trayecto el estado de la mar empeoró y a consecuencia del fuerte oleaje tuvieron que achicar constantemente el agua que entraba.

Los agentes pudieron determinar que solo la mitad del pasaje llevaba chaleco salvavidas y muchos de ellos no sabían nadar. Además, los testigos afirmaron que estuvieron más de 25 horas en alta mar en condiciones de hacinamiento y que, debido al empeoramiento de las condiciones climatológicas, temieron por su vida en muchos momentos de la travesía.