El consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha justificado en una “necesidad social” que se pretende “revestir de derecho” la decisión del Ejecutivo autonómico de aplicar desde septiembre bonificaciones de hasta el 99 por ciento del coste de la carrera universitaria a los estudiantes que aprueben todas las asignaturas del curso.

En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Ramírez de Arellano ha explicado que la propuesta está ligada a un “claro” posicionamiento expuesto por la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en el sentido de que “ir a la universidad, para personas con capacidad académica y en función de sus méritos, debe ser un derecho a disfrutar independientemente de la condición económica de las personas”.

“Habría que avanzar, como otros países de Europa, hacia las matrículas simbólicas o gratuitas”, ha expuesto el titular autonómico de Economía y Conocimiento, que ha aludido a la ejecución de la iniciativa a través del procedimiento habilitado por la ley, ligando la gratuidad al rendimiento y vinculando, así, la bonificación a que el alumno supere en primera matrícula la asignatura de manera “solvente” y avance con normalidad.

A juicio de Ramírez de Arellano --que ha garantizado que los costes de la medida se cubrirán con presupuesto de la Junta, que lo gestionará económica y administrativamente para “tranquilidad” de las universidades--, al querer otorgar a esta tesitura el rango de derecho, como la salud o la educación obligatoria, “no tiene sentido” que el mismo esté vinculado a otros criterios, como el de renta.

Al no poder hacer efectiva la Junta la propuesta de la gratuidad total, que sería el “objetivo final”, la administración regional sí procederá a bonificar el 99 por ciento de los créditos superados si los estudiantes superan las asignaturas en primera matrícula.

Se trata, en resumen, de reconocer el “esfuerzo” de las personas, ha apuntado el consejero, que añade que ahora toca rematar los “flecos” administrativos y burocráticos con los rectores, “que no son menores”.