Aullidos en peligro de extinción

La Junta planea reintroducir el lobo ibérico en Andalucía. Hoy sólo habita en Sierra Morena

01 may 2016 / 17:21 h - Actualizado: 01 may 2016 / 19:18 h.
"Junta de Andalucía"
  • Tres ejemplares de una manada de lobos fotografiados en la cima de una colina en Sierra Morena. / Europa Press
    Tres ejemplares de una manada de lobos fotografiados en la cima de una colina en Sierra Morena. / Europa Press

La memoria del último lobo ibérico (Canis lupus signatus) está presente en muchas poblaciones de Andalucía. Si la fecha de desaparición de este ejemplar está blindada en el recuerdo de multitud de localidades de la comunidad es que esa especie ha formado parte de la cotidianidad del espacio. En 1912, en el Canuto de las Palas (cerca de Jerez de la Frontera) cayó el último en la provincia de Cádiz, en esa misma década desapareció de Sierra Nevada, en los años 20 del siglo XX en Cazorla y treinta años después desapareció su aullido de Doñana. Son varios los municipios que cuentan con la figura de este animal en su escudo oficial.

Sierra Morena es el último reducto del que fuera el mayor carnívoro de la fauna andaluza. Según denuncian las organizaciones ecologistas, la población se ha reducido a un sólo grupo reproductor con unos pocos ejemplares. Sin embargo, ni siquiera hay constancia de esta manada desde el año 2013. De los 30 excrementos recogidos y analizados genéticamente en 2014 y 2015, ninguno era de lobo. La última constancia de su presencia en la zona se remonta al año 2013.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía cifra en unos 50 los lobos que aún están empadronados en la comunidad, divididos entre Sevilla y el oeste de Córdoba, con una o dos manadas; y el este de Córdoba y en Jaén, con cuatro o cinco manadas. Sea válido el diagnóstico de los ecologistas o de la administración, la situación es la misma: la supervivencia del lobo en territorio andaluz es «crítica». Es por ello que Medio Ambiente propuso en el Consejo Andaluz de Biodiversidad considerar al lobo ibérico como especie en vías de extinción (medida que llevan reclamando los ecologistas desde hace más de una década).

En este momento el lobo está contemplado en la normativa como especie silvestre en régimen de protección especial, por lo que el Programa de Recuperación del Lobo hasta ahora en marcha no es del mismo tipo de los de las especies en peligro de extinción. El cambio sustancial que supone cambiar el estatus de la especie radica en que permitirá aplicar las leyes ambientales en grandes latifundios. WWF Andalucía considera que a partir de ahora será posible aumentar el control sobre las grandes fincas para evitar acciones ilegales tales como la caza furtiva, a partir de este momento se podrá impulsar un plan de recuperación con «plazos y objetivos concretos».

La Junta de Andalucía liderará como socio beneficiario un nuevo programa europeo LIFE de Gobernanza y Comunicación Ambiental, que contará con un presupuesto de 1,6 millones de euros y que permitirá el desarrollo de medidas planteadas en el nuevo plan de recuperación de la especie, que incide especialmente en cuestiones relacionadas con la sensibilización y la comunicación. Y es que avanzar en la concienciación de cazadores y ganaderos de que el lobo no es un animal dañino, sino, al contrario, un elemento importante en la salud de los ecosistemas. «No ataca al ser humano, no limita la actividad cinegética y es un recurso económico y turístico», aseguran los ecologistas. Todavía hay colectivos que consideran a este depredador como un íntimo, pero en este caso enemigo. La posición defendida por la consejería en el Consejo de Biodiversidad tuvo su oposición. «El programa constituye una insensatez puesto que el lobo, sin necesidad de programas de apoyo ni de más dinero público, mantiene su presencia en las zonas tradicionales. Su conservación hoy es difícilmente sostenible dado que no es posible la convivencia pacífica con la ganadería extensiva», expuso Vicente Pérez, director general de Asaja-Andalucía, al término de la reunión con el consejero José Fiscal.

El Programa de Recuperación del Lobo plantea en una primera fase la reimplantación de esta especie en la Sierra de Hornachuelos, la Sierra Norte de Sevilla, el Guadiato-Bembézar y Guadalmellato (Córdoba) y las cuencas del Rumblar, Guadalén y Guadalmena (Jaén).