Ecoperiodismo

Aves de barrio: consejos para ayudarlas a sobrevivir al verano

Según la AEMET, el que acaba de comenzar será un verano más caluroso de lo normal, con valores en torno a 0,5 grados por encima de la media de referencia. La fauna urbana y en especial las aves están más expuestas

Ricardo Gamaza RicardoGamaza /
23 jun 2019 / 07:30 h - Actualizado: 23 jun 2019 / 07:30 h.
"Medio ambiente","Ecoperiodismo"
  • Golondrinas. / El Correo
    Golondrinas. / El Correo

Las aves padecen el calor extremo como otros seres vivos, incluidas las personas, e intentan combatirlo. Es probable que estos días notes un descenso en la actividad de las aves durante las horas centrales del día. Al igual que nosotros sabemos que realizar ejercicio no es muy adecuado es los momentos más calurosos del día, debido a que el cuerpo tiene problemas para deshacerse del calor interno generado por la actividad muscular; las aves, si pueden permitírselo, prefieren descansar en la sombra para concentrar su actividad física en las horas más frescas.

El agua es el otro vector que puede ayudar a paliar los efectos del calor. Hidratarse y tomar baños refrescantes no es algo sólo que practiquemos los humanos; las aves también se dan baños en fuentes y estanques de la ciudad.

“Las crías que aún permanecen en los nidos son mucho más vulnerables al efecto del calor que los adultos”, explica la Sociedad Española de Ornitología (SEO BirdLife) en una serie de recomendaciones que acaba de lanzar para ayudar a soportar el verano a las aves urbanas. “Si el nido está expuesto al sol, la madre intentará proteger a sus retoños creando una sombrilla con su propio cuerpo y alas, a cuya sombra puedan resguardarse los pequeños pollitos, y soportará estoicamente en esta posición antes de exponer a un riesgo potencialmente mortal a su descendencia”.

Sin embargo, esas aves que han anidado en huecos en el interior de nuestros edificios tienen que confiar en el propio aislamiento de la oquedad que “en algunos casos es una trampa mortal pues puede actuar como un auténtico horno en el que el calor se va concentrando”, alertan desde la SEO BirdLife. Es en estos casos cuando las desesperadas crías pueden decidir, antes de morir por efecto de la temperatura, saltar al vacío mucho antes de estar preparadas para ello.

¿Cómo ayudara estas vecinas aladas de nuestras calles? “No podemos ofrecer sombra a las crías, ni refrescar sus calurosos nidos, pero lo que sí podemos hacer es facilitar agua a las aves desde nuestras terrazas o jardines”, explica la SEO BirdLife. Para ello no es necesario realizar ninguna inversión: “cualquier objeto con capacidad de retener agua, en el que las aves se puedan posar sin riesgo de ahogarse, y que no tenga peligro de caer desde nuestro balcón a la calle, sirve para saciar la sed de las aves”, explica la sociedad ornitológica.

Uno de los mejores y más sencillos bebederos son esos platos de barro que se ponen debajo de las macetas, mejor si no está esmaltado para evitar que las aves puedan resbalar o que los esmaltes contengan sustancias tóxicas que puedan afectar a su salud. En un plato de maceta pequeño las aves podrán beber, mientras en uno mayor podrán bañarse, algo que hacen con verdadero deleite.

Si no tenemos un plato de este tipo, cualquier recipiente plástico de poca profundidad (no conviene que el agua exceda los dos o tres centímetros de profundidad para seguridad de las aves más pequeñas) y cierta anchura puede servir para este propósito. Si no hay opción y lo único que tenemos disponible es un plato de loza, hay que colocar en su interior piedras que formen “islas” en las que las aves puedan posarse sin resbalar, y que faciliten también la salida del agua tras el baño.

Los cuidados básicos a la hora de elegir un recipiente como bebedero de aves son, según explica SEO BirdLife, además de evitar recipientes de superficie resbaladiza, crear “islas” con piedras en su interior y rellenar el recipiente solo hasta que el agua alcance unos dos o tres centímetros de profundidad; colocar el bebedero de forma que sea imposible que caiga encima de cualquier transeúnte, aunque algún ave corpulenta lo mueva sin querer.

También es muy importante, según la organización de ornitología, renovar cada día el agua de su interior si es que no se ha evaporado, y aprovechar para limpiarlo. “Si dejamos agua estancada de forma permanente podrían criar mosquitos, y la suciedad podría provocar que unas aves transmitieran enfermedades a otras; así que el bebedero siempre debe disponer de agua limpia”, explican.