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El comisario europeo de Presupuesto, Günther Öttinge; y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, ayer. / Efe
Los temores compartidos por el Gobierno andaluz y las organizaciones agrarias se confirmaron ayer. La Comisión Europea (CE) presentó su propuesta para el próximo presupuesto de la UE de 2021 a 2027 en el que plantea recortar un cinco por ciento los fondos agrícolas de la PAC y un siete por ciento los de cohesión para aumentar el gasto dedicado a políticas de inmigración, seguridad y defensa, y la investigación, innovación y economía digital.
España, y en particular Andalucía, es uno de los países más beneficiados de estos fondos, que representaban aproximadamente el 70 por ciento del último marco financiero plurianual de la UE. En el caso andaluz, la PAC supone una inyección de unos 1.700 millones de euros anuales que repercuten sobre unos 240.000 beneficiarios, según el último presupuesto comunitario (2014-2020), en cuyo reparto Andalucía ya sufrió una merma de fondos de alrededor de 900 millones como consecuencia de los criterios de reparto fijados por el Gobierno español. Queda ahora por ver cómo afectará este nuevo tijeretazo a dos políticas fundamentales para la región.
El presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el comisario de Presupuestos y Recursos Humanos, Günter Oettinger, desvelaron ayer ante el pleno de la Eurocámara el borrador presupuestario, que será el primero sin el Reino Unido, que abandonará el bloque comunitario en marzo de 2019.
Bruselas ha propuesto un presupuesto plurianual de 1,135 billones de euros, lo que representa un 1,11 por ciento de la renta nacional bruta a Veintisiete y es una cifra «comparable» al actual presupuesto si se tiene en cuenta la inflación.
En concreto, la PAC contará con un presupuesto de 365.000 millones entre 2021 y 2027, mientras que el fondo europeo de desarrollo regional y cohesión tendrá una dotación de 273.000 millones de euros. «Estas políticas se modernizarán para asegurarse de que pueden alcanzar sus objetivos con menos recursos e incluso servir nuevas prioridades», explicó la CE en un comunicado.
Por contra, Bruselas recomienda incrementar la financiación de «nuevas y urgentes prioridades», entre las que incluye los fondos dedicados a la investigación y la innovación, la juventud, la economía digital, la gestión de fronteras y la seguridad y la defensa.
Así, la Comisión propone dedicar hasta 12.000 millones a la transformación digital, 30.000 millones al programa Erasmus+ y 100.000 millones (un 50 por ciento más) a la investigación y desarrollo, a través de programas como Horizonte 2020.
Por otro lado, el documento plantea triplicar el presupuesto destinado a la protección de fronteras exteriores, inmigración y asilo, que se incrementaría de 13.000 millones a 33.000 millones. Los fondos dedicados a seguridad crecerían con la propuesta un 40 por ciento para llegar a los 4.800 millones y crear un fondo de defensa de 13.000 millones. También aboga por aumentar un 26 por ciento el gasto en acción exterior, que se expandiría hasta los 126.000 millones de euros.
En este contexto, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, ha propuesto crear un fondo extrapresupuestario de 10.500 millones para complementar los programas de defensa.
El Ejecutivo comunitario también propone crear tres nuevas fuentes de ingresos que se sumen a la recaudación del IVA y a las aportaciones de los Estados miembros. En particular, apuesta por crear una nueva tasa al plástico (0,80 euros por kilogramo no reciclado), así como recaudar un 3 por ciento de un futuro impuesto de sociedades armonizado y un 20 por ciento de los ingresos procedentes del sistema de comercio de derechos de emisión. Según los cálculos de Bruselas, estos nuevos recursos propios representarán aproximadamente el 12 por ciento del presupuesto de la UE y podrían aportar hasta 22.000 millones al año.
El presupuesto debe ser aprobado por unanimidad entre los países de la UE, además de tener la aprobación del Parlamento Europeo. Se espera por tanto una dura negociación los próximos meses entre los partidarios de un presupuesto más elevado y los que quieren que sea más austero.