-
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, recibe la felicitación de Juan Marín, de Ciudadanos, tras ser investida el 11 de junio. / Efe
El programa electoral con el que se presentó el PSOE a la elecciones andaluzas del pasado mes de marzo incluía su compromiso de «rebajar entre 2 y 3,5 puntos de la tarifa autonómica del IRPF a las clases medias y trabajadoras». Acorde con esta propuesta, el pacto de investidura que firmaron los socialistas y Ciudadanos para permitir a Susana Díaz que formara gobierno recogía también «Políticas fiscales de ayuda a la reactivación: reducción del tramo autonómico del IRPF».
María Jesús Montero, consejera de Hacienda y Administración Pública, puntualizó ayer que la promesa electoral estaba referida a la totalidad de la legislatura y que durante ese plazo la bajada de impuestos «estará acompasada a las perspectivas del ciclo económico, cuando se visualice una recuperación. No estoy en condiciones de asegurar que en 2016 se podrá aplicar», aseguró antes de comparecer ante la comisión de Hacienda y Administración Pública del Parlamento andaluz.
Vinculada con la posible bajada de impuestos está la negociación política que los partidos con representación en el Parlamento deben abordar en las próximas semanas con el objetivo de aprobar los Presupuestos de 2016. El PSOE, gobernando en minoría, está obligado a encontrar apoyos para sacarlos adelante. En esta línea, Ciudadanos, grupo que facilitó la investidura de Susana Díaz, parece el aliado más lógico para que el Ejecutivo andaluz tenga luz verde. Sin embargo, el anuncio de María Jesús Montero de que será complicado aplicar la rebaja fiscal en las cuentas de 2016 encontró ayer respuesta inmediata del partido naranja. Su portavoz en la Comisión de Hacienda, Carlos Hernández, advirtió al PSOE de que «tendrá que buscar otros aliados para el ejercicio 2016 si no se incluye la bajada del tramo autonómico del IRPF». Hernández reiteró una línea roja que hace unos días ya había señalado el líder regional Juan Marín, que reconoció que «aunque aplicar esta medida supondría una merma de ingresos, se podría compensar con recortes en la administración paralela».
Ante la tesitura de que el PSOE no pueda contar con el apoyo de Ciudadanos y la dificultad que tendrá en encontrar el aval de PP, Podemos o IU, se abre la posibilidad de que la Junta se vea obligada a prorrogar las cuentas de 2015.
La consejera de Hacienda opinó también ayer sobre esta opción y «apeló a la responsabilidad de los grupos políticos presentes en la Cámara andaluza para generar un diálogo fluido, un ambiente de colaboración y alejar los intereses partidistas». Montero aseguró que no contempla esta posibilidad puesto que la prórroga «no permitiría aprovechar las oportunidades y a descartar las ganancias que genera la incipiente recuperación económica».
Juan Marín considera «un fracaso» la posibilidad de una prórroga de los presupuestos, pero advierte de que era una posibilidad que no descartaba. «Se da por hecho que Ciudadanos va a aprobar los presupuestos y no estamos en esa posición. Tiene que haber un cambio y que las medidas que planteamos se incluyan y se lleven a cabo. Pudiera darse una prórroga del presupuesto si esto no ocurre», decía en una entrevista el líder andaluz de Ciudadanos. Tanto PSOE como C’s abordarán los Presupuestos en una reunión que tendrá lugar en los próximos días para evaluar el cumplimiento del pacto de investidura.