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La presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, recibe al líder de Ciudadanos, Juan Marín en el inicio de la ronda de contactos anunciada tras las elecciones autonómicas. / Raúl Caro (Efe)
Después de Moreno, Díaz ha recibido al líder de Ciudadanos, Juan Marín, que se ha reafirmado en que su partido no tiene intención de entrar en el gobierno andaluz. También ha insistido en que no votarán a favor de la investidura de la socialista, pero ha dejado la puerta abierta a facilitarla a través de su abstención. Para ello, Ciudadanos exige la dimisión de los expresidentes andaluces, Manuel Chaves (diputado en el Congreso) y José Antonio Griñán (senador), imputados en el fraude de los ERE. Chaves y Griñan declararán ante el Tribunal Supremo la semana que viene, si son absueltos, Ciudadanos se olvidará de esta exigencia, pero mientras estén imputados, seguirá siendo “una línea roja que no cruzarán”. “Si hubiera algún gesto de Díaz en la segunda investidura, lo valoraríamos”, ha dicho, “pero si no hay ningún tipo de gesto ni modificación, desgraciadamente tendríamos que llegar a nuevas elecciones. Tiene que producirse su dimisión antes de negociar nada”.
Las negociaciones que mantendrá ahora Ciudadanos con el PSOE van a quedar en manos de dos dirigentes del partido a nivel nacional, uno de ellos el secretario de Organización de Ciudadanos, Fran Herviás. Marín ha revelado que Susana Díaz ha planteado una mesa de partidos para abordar específicamente la constitución de la mesa del Parlamento, incluido quién será el presidente. Ciudadanos apoya que sea la persona de consenso, “me da igual si pertenece al PP, al PSOE, a Ciudadanos o a Podemos”, ha dicho.