Cómo leer el 24M en clave andaluza

Los partidos se miden en su techo electoral de hace cuatro años, pero también en las autonómicas de hace dos meses

22 may 2015 / 23:24 h - Actualizado: 23 may 2015 / 19:29 h.
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  • Susana Díaz, en un mitin de campaña.
    Susana Díaz, en un mitin de campaña.
  • Pedro Sánchez se juega su liderazgo en estas elecciones.
    Pedro Sánchez se juega su liderazgo en estas elecciones.
  • Juan Manuel Moreno, líder del PP andaluz.
    Juan Manuel Moreno, líder del PP andaluz.
  • En esta cita electoral está en juego la supervivencia de la formación de izquierdas.
    En esta cita electoral está en juego la supervivencia de la formación de izquierdas.

Las municipales de 2011 tuvieron lugar en un escenario político muy distinto al actual: podemos asimilar que hace cuatro años los ciudadanos castigaron a los alcaldes del PSOE por las políticas de recortes del entonces presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Fruto de aquel descontento nació la victoria apabullante del PP, que consolidó sus fueros y barrió a los socialistas de comunidades, ciudades y pueblos donde nunca antes había gobernado. Esa variable, pero a la inversa, puede repetirse mañana, porque la crisis no ha menguado para mucha gente, la indignación hoy se dirige hacia el presidente Mariano Rajoy, y la pagarán los candidatos autonómicos y alcaldables del PP.

Pero al contrario de lo que ocurrió en 2011, hoy la indignación no encuentra su único asidero en la abstención, sino en los nuevos partidos que han nacido con el marchamo de que son distintos a las fuerzas tradicionales, PSOE-PP, y llegan sin ataduras ni herencias. La fragmentación del voto este 24M, auspiciado por la irrupción de Ciudadanos y Podemos (aunque no se presenta con sus siglas, sí apoya a agrupaciones de electores en las circunscripciones clave) dificulta la comparativa directa con los resultados de 2011. El voto estará más disperso, así que los porcentajes serán distintos, una diferencia palpable que ya vimos tras las elecciones europeas de mayo de 2014, que en nada se parecían a las de 2009. El PP, por ejemplo, pasó del 42,12% de votos en 2009 al 26% en 2014, y el PSOE, del 38,7% al 23%. A cambio, Podemos irrumpió en Estrasburgo con un 7,97% de votos y cinco diputados.

¿Cuál es actualmente el techo electoral de los líderes andaluces? ¿En qué espejo se van a mirar a partir de mañana cuando se abran las urnas? En 2011, el PP alcanzó un record histórico: 1,6 millones de votos, el 39,36% del escrutinio total, casi siete puntos sobre el PSOE, que se desplomó hasta el 32,2% (1,3 millones de papeletas). Luego ganaron las generales y las andaluzas. En las europeas de 2014, las primeras que afrontaba Susana Díaz como secretaria general del PSOE-A, se invirtieron las tornas: los socialistas andaluces rompieron una racha de cinco derrotas consecutivas, y se colocaron a 9,2 puntos por encima del PP en el cómputo andaluz. No ocurrió lo mismo con el PSOE a nivel estatal, que quedó tres puntos por debajo del PP, y precipitó la dimisión de su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Las municipales y autonómicas de mañana son las primeras para Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Apenas lleva 10 meses en el cargo, pero su liderazgo está cuestionado por la federación andaluza, la más poderosa, y Susana Díaz hará una lectura muy exigente del resultado que obtenga el PSOE en el resto de España, comparándolo con el que ella logró el pasado 22 de marzo. Así que Sánchez tiene dos listones que superar, el que su partido logró hace cuatro años, y el que acaba de lograr el PSOE andaluz. Si el porcentaje total de voto de mañana es mucho menor del que se obtuvo en 2011 (un esquelético 27,8%), es previsible que Sánchez se encuentre con un candidato alternativo en las primarias para elegir al cabeza de cartel del PSOE de las generales, el próximo julio. Y que ese candidato esté apoyado por Díaz. El listón que se ha autoimpuesto Sánchez es que los socialistas volverán a ser la lista más votada en España, y no descartan «gobernar en la mayoría de municipios del país ni en la mayoría de comunidades». Pero Díaz le subirá el listón. Porque aunque la sevillana aún no haya logrado formar gobierno porque su mayoría es insuficiente, cosechó un 35,4% de votos en las andaluzas, 8,2 puntos por encima del PP (14 escaños más), y frenó a Podemos, a 32 diputados del PSOE. Si el porcentaje del partido en el resto de España es inferior al andaluz, Díaz se lo hará notar.

Para el nuevo líder del PP-A, Juan Manuel Moreno, mirarse en el espejo del 22M es más difícil, porque vio como se dilapidaba una ventaja inédita sobre el PSOE, cayendo de los 50 diputados a 33, y quedándose con el 26,7% de votos. Esta estrepitosa derrota no desató una crisis interna en su partido, no precipitó ninguna dimisión ni alentó a los críticos a levantarse en armas exigiendo explicaciones a la dirección regional, avalada un año antes por el propio Rajoy. Y no hubo crisis ni amotinamientos porque las municipales estaban a la vuelta de la esquina, pero después del domingo volverán a asomar los cuchillos. Es complejo imaginar un sector crítico en un partido tan disciplinado y uniforme como el PP. Los movimientos para mover la silla a Moreno necesitan el aval de un buen resultado el 24M. Habrá que examinar, por tanto, en qué provincias el PP se mantiene fuerte y conserva el poder. «Provenga de donde provenga, Arenas [Javier] ya lo ha visto venir», dice un dirigente provincial del partido.

En la misma situación de calma chicha se encuentra IU, la otra gran derrotada hace dos meses, que pasó de 12 a 5 diputados, y de socio de gobierno a última fuerza en el Parlamento, por detrás de Podemos y C’s. La dirección de Antonio Maíllo no ha sido aún contestada, no hay un sector crítico de peso que haya elevado la voz, porque el núcleo duro de la coalición, el PCA, le respalda por ahora. Pero críticos hay, y algunos están sentados en la Cámara.

En cuanto a Podemos y C’s, no se pueden medir con su resultado en el 22M: los primeros porque no concurren como tal y apenas se hacen visibles en un puñado de ciudades respaldando a agrupaciones de electores. Los segundos sólo se presentan en 110 municipios. El poder de estos dos grupos se dejará ver en capitales y ciudades, y ahí su interés por pactar con las fuerzas del bipartidismo estará ligado a la negociación de la investidura de Díaz, aún bloqueada. Pero esta historia no se resolverá hasta el 13 de junio, cuando se hayan constituido todos los plenos y tomen posesión los 773 alcaldes.

El PSOE de Susana Díaz ganó las pasadas autonómicas con un 35,4% de votos, una cota difícilmente igualable en España desde la entrada de nuevos partidos.

Ésta es la primera campaña de Sánchez como lider del PSOE, que busca afianzar su liderazgo. Se mide con el resultado nefasto de 2011: 27,7% de votos en toda España, 10 puntos por debajo del PP, que acaparó el poder en todas las comunidades, excepto Asturias y Andalucía.

Se mide al mejor resultado del PP de la historia. En 2011 logró el 39% del sufragio, siendo el más votados. El 22M cayó al 26%.

IU rozó un 12% de votos en 2011, que luego revalidó en 2012 para llegar al gobierno. El 22M se hundió hasta el 6,8%.