Con el horizonte en las elecciones

Agosto es sinónimo de vacaciones pero también de jornadas para reflexionar. Eso parece que es lo que están haciendo los portavoces de los distintos grupos políticos en la oposición, que no están desaprovechando estos días y ya están preparando la vuelta al curso político con la mente puesta en las próximas elecciones andaluzas. Y eso que todavía queda la mitad del mandato de la socialista Susana Díaz, salvo cambio inesperado.

Ayer todos los grupos de la oposición coincidieron en hacer balance y repasar objetivos de cara a septiembre, en diferentes entrevistas con Europa Press. El PP-A tiene claro que hará de lo social su caballo de batalla. Así lo expresaba la secretaria general de los populares en Andalucía, Loles López, quien señala que el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, se ha marcado como prioridad este asunto y, de hecho, van a comenzar el curso con una Ruta Social Andaluza. Un periplo en el que darán «a conocer todas y cada una de las medidas para cada sector desfavorecido de Andalucía y para aquellas familias que plantean necesidades en materia sanitaria o educativa o de otro tipo, y no se les cubra», señaló López.

Educación

Precisamente, la educación será otro de los pilares en los que los populares se apoyarán para plantar cara a Díaz. Para ello van a solicitar la convocatoria de un pleno del Parlamento extraordinario y monográfico en septiembre para abordar los «numerosos» problemas educativos de la comunidad. Como ejemplo, López puso el «decretazo» para la escolarización de cero a tres años; la climatización de las aulas; la implantación del francés «que hace aguas»; o los interinos que no han podido opositar por un error informático.

Sin entrar a señalar asuntos concretos, quien habla abiertamente de elecciones e incluso de entrar a formar parte de los gobiernos, «los presidamos o no», es el portavoz de Ciudadanos Andalucía en el Parlamento, Juan Marín, cuyo apoyo permitió la investidura de Susana Díaz como presidenta. «Tras las próximas elecciones, Cs ya entrará en los gobiernos, los presidamos o no, y eso a la gente le da otra expectativa porque le genera otra ilusión y más confianza para llevar a cabo tu proyecto», afirmó. Todo ello después de mostrarse convencido de que su formación tendrá representación en las ocho provincias tras las elecciones municipales, y que será «llave de gobierno en muchas de ellas».

Marín también habló de su futuro en Cs, pues tiene claro que optará a las primarias para elegir el candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía y que si no mejora los resultados electorales del año 2015 dimitirá. «Que a nadie le quepa la menor duda de que dimitiré y dejaré paso a otro compañero, eso es lo honesto», dijo. «Dimitir no es una palabra rusa», añadió.

Por el contrario, quien dejó claro que no entraría a formar parte de un Gobierno de Susana Díaz en minoría es la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. En este sentido, se refirió al pacto entre PSOE e IU del anterior mandato, al destacar «la falta de respeto con la que trató a IU, en su momento, cuando compartían gobierno y como la ha tratado después cada vez que hay un debate parlamentario con ellos, echándole en cara que habían gobernado juntos».

Esto «hace muy poco atractivo querer entrar en un gobierno con Susana Díaz», dijo. Sin embargo apostó por seguir fomentando espacios de entendimiento donde sí se logran acuerdos porque el PSOE-A «sabe que tenemos en común cuestiones para salir del marco de austeridad». «Es fácil distinguir nuestra apuesta por llegar a acuerdos puntuales, incluido un acuerdo de investidura para que no gobierne el PP, a la posibilidad de formar parte de un gobierno», ha señalado Rodríguez, quien ha explicado que la política de Podemos recoge que lo primero es evitar en la medida de lo posible que gobierne el PP, y también llegar a acuerdos puntuales con el PSOE para sacar adelante políticas que sean beneficiosas para la gente.

Mientras Rodríguez habla de posibles pactos con el PSOE, incluso para formar gobierno, el portavoz de IULV-CA, Antonio Maíllo, apostó ayer por una coalición no solo con Podemos, sino también con otras agentes y movimientos sociales para «conformar un bloque que pueda atraer a mucha gente, con un objetivo de mayorías». En definitiva, «un bloque histórico frente a un PSOE-A instalado en el conservadurismo sociológico» y un PP-A «que nunca será alternativa». Por eso abogó por construir el proceso de confluencia con Podemos «desde lo que nos une y lo que nos permita configurar una apuesta muy importante para atraer a mucha gente, incluso los que no han roto lazos emocionales aún con el PSOE».

Una fórmula que a su juicio también puede funcionar en el ámbito municipal, aunque «lo principal ahora es centrarse en plasmar y conseguir que haya voluntad de construir una alternativa autonómica». «Si eso se construye, lo demás vendrá dado», destacó.