Detienen a la pareja de la mujer asesinada en Lepe

El presunto autor del crimen estaba escondido en Tariquejo

08 jul 2018 / 18:04 h - Actualizado: 09 jul 2018 / 18:26 h.
"Sucesos","Violencia de género"
  • Ubicación de Tariquejo. / Google Maps
    Ubicación de Tariquejo. / Google Maps

Parecía cuestión de tiempo que el presunto asesino de Cristina M. fuera detenido. Desde que se encontró el cadáver de su expareja en el número 12 de la calle Méndez Núñez de Lepe, los agentes habían establecido una «tela de araña» que en la tarde de este domingo dio sus frutos.

El presunto autor del asesinato de la joven, en un suceso que ha dejado huérfanas de madre a dos niñas de 2 y 5 años, estaba escondido en Tariquejo, un núcleo poblacional cercano al municipio en el que se produjeron los hechos.

Allí llegó en la mañana del sábado, se supone que media hora después de que se produjeran los hechos, conduciendo el coche de su hermano. Sin carnet ni coche propios, falta por saber si fue un «préstamo consentido» o si cogió el vehículo sin consentimiento.

El presunto asesino fue cercado por los agentes poco antes de las 16 horas en una finca en el citado núcleo, en el término municipal de Villanueva de los Castillejos, a unos 26 kilómetros de la vivienda en la que, presuntamente, asesinó a su expareja con un arma blanca.

Para llegar a donde estaba escondido hay dos rutas, a través de la autopista A-49 o por la Nacional 431. En ambos casos es un recorrido de poco más de 20 minutos. Allí hay poco más que dos ventas de carretera y unas viviendas que alojan temporalmente a inmigrantes sin hogar. Profundizando a la salida de la carretera hay varias fincas agrícolas. En una de ellas estaba escondido el presunto asesino.

Fronteras cerradas

Desde el primer momento se trabajaba con la hipótesis de que el presunto asesino se encontraba en el mismo municipio lepero o cerca. No habían pasado más de diez minutos y ya se habían establecido controles de vigilancia en todas las carreteras de salida de la provincia y la frontera terrestre y por transbordador hacia Portugal, a solo 20 kilómetros de Lepe.

En la mañana de ayer se podían ver controles de la Guardia Civil en varias carreteras de la provincia buscando al presunto asesino. Finalmente, tras interrogar a varios familiares y personas del entorno del detenido, la Guardia Civil decidió acudir a una zona que frecuentan temporeros rumanos y de varias nacionalidades en Tariquejo. Allí estaban el coche y el huido. De las circunstancias de la detención no ha trascendido nada, en virtud al secreto de sumario decretado por el juez que gestiona el caso.

El detenido fue trasladado a las instalaciones centrales de la Comandancia de la Guardia Civil en Huelva, a la espera de que sea puesto a disposición del juez cuanto antes.

De forma paralela, en las redes sociales, nada más conocerse la noticia se multiplicaban los mensajes que llamaban a concentrarse ante el cuartel de Lepe para «recibir» al presunto asesino. No está confirmado si eso tuvo algo que ver en la decisión de trasladarlo a Huelva capital y no a la localidad en la que se produjeron los hechos.

Concentración de repulsa

Cuatro horas antes de la detención, el paseo marítimo de la playa lepera de La Antilla era escenario de una concentración y un minuto de silencio en repulsa por el asesinato de la joven, con decenas de personas participando, entre ellas numerosos cargos públicos como el alcalde de Lepe, Juan Manuel González; el delegado del Gobierno andaluz en Huelva, Francisco José Romero, o la subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo.

Juan Manuel González era el encargado de dar lectura a un manifiesto en el que expresaba su «más absoluta y rotunda repulsa hacia el acto de violencia de género» y expresaba su «más sincera solidaridad con la familia de esta mujer especialmente sus dos hijos que deben estar viviendo unos momentos de dolor infinito».

El regidor ponía el acento en el hecho de que, aunque desde múltiples administraciones y entidades son comunes los programas y los actos de sensibilización contra la violencia de género y, a pesar de haber conseguido logros en este campo, «aún queda mucho camino por recorrer y la prueba la tenemos aquí, en unos días lamentablemente teñidos de duelo», apelando a la necesidad de «continuar luchando desde los diferentes frentes para conseguir erradicar está lacra social».

«Queremos tener la voluntad de luchar en la medida de nuestras posibilidades por erradicar la violencia de género y, por supuesto, la violencia en todas sus manifestaciones», enfatizaba el alcalde lepero, terminando el acto con un minuto de silencio con la esperanza de que «no vuelvan a repetirse crímenes y atentados» como este y de que «la violencia de género no vuelva a sembrar el drama en el seno de una familia».