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Díaz abraza la moción de Cs sin incluir el diálogo apadrinado por Sánchez

Podemos bloquea la enmienda sobre la solución dialogada en Cataluña

28 sep 2017 / 20:02 h - Actualizado: 29 sep 2017 / 11:57 h.
"El desafío catalán","Susana Díaz","Pedro Sánchez","Albert Rivera"
  • Susana Díaz, presidenta de la Junta, durante la votación sobre la proposición de Cs. /Raúl Caro (Efe)
    Susana Díaz, presidenta de la Junta, durante la votación sobre la proposición de Cs. /Raúl Caro (Efe)

Las leyes de la estadística y la probabilidad plantean que si una baraja de póker de 52 cartas se baraja de manera correcta, es muy probable que esa combinación no se haya dado nunca en la historia del Universo. Pues el PSOE-A aseguró ayer que logró algo igual de inverosímil: votar a favor de la Proposición No de Ley (PNL) de Ciudadanos sobre la defensa de la instituciones ante la cuestión de Cataluña (por tanto no cabreó a su socio de investidura), sin que su fractura en la relación con el secretario general Pedro Sánchez se ensanche. Lo logró a través de un vericueto complejo, que no estuvo exento de polémica parlamentaria. Salió adelante con 88 votos a favor (PSOE, PP y Cs) y 20 en contra (Podemos e IU).

Los socialistas presentaron enmiendas al texto de Cs, que era calcado al que líder socialista ordenó rechazar en el Congreso, para así mullir su sí sobre un colchón tolerado por Ferraz. Se incorporaron dos de las cuatro enmiendas que había planteado a la misma (dos de adición, una de ellas in voce, y dos de modificación del texto, una de ellas también in voce). Las dos enmiendas por escrito se referían al apoyo tanto a los andaluces que residen en Cataluña como a los alcaldes y concejales que defienden la legalidad constitucional.

En cuanto a las dos enmiendas in voce, la primera suprimía el apoyo expreso «al Gobierno español», por «todas las instituciones del Estado», lo que alejaba a la federación andaluza de cualquier abrigo al Ejecutivo de Rajoy. En la segunda, se «apostaba por el entendimiento institucional para la resolución de los problemas políticos una vez garantizado el cumplimiento estricto de la ley y el respeto a nuestro ordenamiento constitucional», un truco del almendruco para incluir una sutil propuesta al diálogo, que bendice Sánchez, sin incluir la palabra «diálogo», que tanto araña a Albert Rivera.

Con este panorama ya todo parecía listo para que el grupo parlamentario socialista apoyara el documento, con el beneplácito de la dirección Ferraz. No era nada fácil llegar a este punto puesto que ayer mismo, sin ir más lejos, los socialistas extremeños votaron en contra de la misma propuesta en su Parlamento, después de que su enmienda en favor del diálogo no fuera aceptada por Cs.

En Andalucía, la formación naranja sí aceptó el rodeo gramatical que no incluía la palabra tabú. Ya sólo quedaba que el trámite de las enmiendas presentadas por los socialistas fueran aceptadas por el resto de grupos, pero Podemos se negó. La formación morada se agarró al reglamento de la Cámara, que recoge que no se pueden aceptar enmiendas que no sean enviadas y comunicadas al resto de formaciones antes del debate de una proposición. Dos parlamentarias de Podemos ya sufrieron esa norma hace un mes con dos enmiendas a sus iniciativas. «Estamos cumpliendo el reglamento, no hay venganza ni nada que se le parezca», indicó Juan Ignacio Moreno Yagüe. Para Juan Marín, portavoz de Cs, en cambio, se trató de «una triquiñuela impropia de un grupo parlamentario», y para Mario Jiménez, una muestra de que Podemos «es un mal compañero de viaje, un partido con el que no se puede contar para que las instituciones funcionen con seriedad».

El PSOE-A, según aclaró Jiménez, ya había cumplido con las condiciones impuestas por Sánchez para apoyar la proposición: incluyó las enmiendas y fueron aceptadas por Cs. La maniobra de Podemos no alteraba el fondo de su estrategia: «Hemos logrado la cuadratura del círculo, hemos cumplido escrupulosamente con la circular de Ferraz», aseguró el portavoz socialista, pese a que la proposición aprobada no recogía mención alguna al diálogo, como mandataba el líder del PSOE. Las conversaciones entre la dirección nacional y la andaluza fueron constantes desde que finalizó el debate hasta que se produjo la votación.

La federación socialista va a defender que Susana Díaz sigue a pie juntillas la estrategia que su secretario general defiende para resolver el desafió independentista catalán. Las primeras reacciones que llegaron desde el círculo cercano al secretario general es que los socialistas andaluces no deberían haber apoyado, pero también admitieron que se «había hecho todo lo posible» para cumplir con la orden. Ferraz y San Vicente coincidieron en señalar a Podemos como el culpable de que la propuesta no fuera la adecuada.

El desafío separatista catalán estuvo también presente en la sesión de control de por la mañana. El Ejecutivo, el PSOE-A y el PP-A dedicaron parte de sus intervenciones a dejar clara cuál es su posición a 72 horas del referéndum. Susana Díaz, que hizo un discurso institucional en sintonía con lo manifestado en las últimas semanas, aunque hubo un par de referencias que enfurecieron bastante a los diputados del PP-A. «Nunca debimos llegar hasta aquí, ha habido dejación de funciones de algunos, pues hoy el número de separatistas se ha incrementado hasta el 40 por ciento», dijo Díaz. «¿Cómo se puede decir eso?, que nos sirva para que nos demos cuenta de a quién tenemos aquí. Luego va diciendo que apoya a Rajoy en este asunto», se quejaron de forma agria desde las filas populares al término de la intervención