La presidenta de la Junta, Susana Díaz, comparecerá a petición propia en el Parlamento andaluz a principios de marzo para someterse a un debate general y hacer balance de la gestión de su Gobierno en los últimos seis meses. Al asumir la presidencia, la socialista adoptó el compromiso de comparecer ante el pleno de la Cámara dos veces al año, en un formato similar al debate del Estado de la Comunidad andaluza. Los partidos de la oposición venían demandándole desde hace dos meses que cumpliera con su palabra y celebrara ese pleno extraordinario en enero, mes inhábil en el Parlamento. Finalmente Díaz registrará esta mañana un escrito en la Cámara para solicitar su comparecencia a petición propia en un pleno extraordinario que tendrá lugar en el mes de marzo, poco después del 28-F, según fuentes del Ejecutivo andaluz.
La comparecencia de Susana Díaz en el Parlamento para hablar sobre la situación política andaluza será muy próxima al debate de investidura de Pedro Sánchez en el Congreso, que previsiblemente se celebrará en la primera semana de marzo. Antes tendrá lugar la consulta a la militancia socialista sobre el acuerdo de Gobierno que negocia en estos momentos el líder del PSOE con el resto de formaciones políticas. La consulta no está fechada, pero la dirección federal adelantó ayer a las federaciones territoriales que su intención es programarla también a principios de marzo, para que después sea analizada por el comité federal, máximo órgano de decisión entre congresos, e inmediatamente después se celebre el debate de investidura. El presidente del Congreso, Patxi López, tiene aún que decidir el día exacto en el que Sánchez llevará a las Cortes su propuesta de Gobierno. Fuentes del PSOE-A advierten de que la decisión de la presidenta «no es casual», y que su intención es zanjar la polémica sobre si da el salto a la política nacional, anunciar en la Cámara «a las claras» que «está centrada en Andalucía», y que «descarta» definitivamente optar a la secretaría general del PSOE en el congreso del próximo mes de mayo. «Comparecer en el Parlamento andaluz para hablar de la situación política y económica de Andalucía casi al mismo tiempo en que Sánchez acudirá al Congreso a defender su investidura no es casual», aseguran estas fuentes, «la presidenta podría haber dejado el debate andaluz para más adelante si hubiera querido». Desde el PSOE-A insisten mucho en dejar claro que la secretaría general del partido, que ahora ostenta Sánchez, «no es incompatible con la presidencia de la Junta», pero «sí lo es» con la candidatura a las generales, en caso de que se repitan los comicios en junio. Desde la Consejería de Presidencia desligaron la fecha del debate andaluz de la coyuntura política nacional y evitaron dar pábulo a «especulaciones».
El reciente paso del expresidente del Gobierno Felipe González por la televisión pública andaluza dejó un titular que ha vuelto a sacudir los cimientos del PSOE andaluz: «Si yo fuera Susana, no optaría a la secretaría general ni me presentaría a las elecciones». Díaz desayunó ayer con González en San Telmo y estuvieron conversando durante más de una hora. Minutos después, a su llegada al pleno del Parlamento, la presidente explicó a los periodistas su impresión sobre las palabras de González: «Agradezco que siempre piense en lo mejor para mí», dijo, e insistió en que ella no está en esas cábalas sobre su hipotético salto a la política nacional.
La Diputación Permanente del Parlamento rechazó a finales de enero con los votos de PSOE-A, Podemos y Ciudadanos la celebración de un pleno extraordinario con una comparecencia de Susana Díaz sobre la situación social y política de la comunidad. El presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, volvió a reprochar ayer a la presidenta durante la sesión de control al gobierno su «alergia” a dar explicaciones en el Parlamento andaluz y a comparecer en un debate general.