Díaz-Sánchez: ¿un problema del PSOE indecidible, intratable o polinomial?

La presencia del secretario general en el congreso del PSOE-A calibrará el clima entre ambos líderes

21 jul 2017 / 17:24 h - Actualizado: 22 jul 2017 / 16:34 h.
"PSOE","Susana Díaz","Pedro Sánchez"
  • Susana Díaz y Pedro Sánchez se saludan antes del debate en el proceso de primarias. / Efe
    Susana Díaz y Pedro Sánchez se saludan antes del debate en el proceso de primarias. / Efe

Hay problemas matemáticos que ni siquiera la computadora más potente jamás imaginada podrá resolver nunca (indecidibles). Otros que tienen un algoritmo que los resuelve pero se tardaría tanto en encontrar una solución que a efectos prácticos son irresolubles (intratables). Los que se resuelven en un tiempo razonable se denominan polinomiales. ¿En cuál de estas categorías habría que encasillar la relación entre Pedro Sánchez y Susana Díaz?

Después de algunos días de incertidumbre sobre la presencia o no del secretario general en el congreso del PSOE-A, que se celebrará en Sevilla el fin de semana del 29 y 30 de julio, las conversaciones entre los secretarios de Organización nacional, José Luis Ábalos, y el andaluz, Juan Cornejo, han determinado que Sánchez y Díaz se reencuentren después de su cara a cara de 480 segundos en el Congreso Federal y alguna fugaz llamada telefónica desde entonces. «Estamos encantados de que venga», coincidieron ayer varios notables andaluces. El encuentro servirá como microscopio gestual y discursivo para valorar si su problema se encuentra en el estado indecidible, intratable o polinomial.

Sánchez estará presente en la clausura de un cónclave regional en el que es muy probable que se encuentre con el mismo panorama que él mismo propició en el Federal, es decir, una Ejecutiva, en este caso andaluza, en la que no haya representación alguna de sus afines en Andalucía.

El secretario general se presentará ante el «pulmón del PSOE», tal y como define Díaz al socialismo andaluz, con asuntos sobre la mesa que están en la génesis ideológica y estratégica que separa a ambos líderes: modelo territorial y relación con Podemos. Todo ello se ha concretado en planteamientos como el de la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, haciendo referencia al federalismo asimétrico, la posibilidad de una quita de deuda a Cataluña como forma de encontrar una salida al desafío soberanista o el ofrecimiento del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, a la formación morada para que entre en su gobierno. Todo ese debate de fondo está saliendo a la luz en la gran cantidad de enmiendas que se han planteado esta semana en las agrupaciones, «se han presentado muchas y el debate está siendo muy intenso», admiten desde la dirección del partido en uno de los municipios clave de la provincia de Sevilla. «Si algo bueno ha tenido todo lo que ha ocurrido en los últimos meses es que nuestra militancia crepita», apuntan otras voces.

Sanchistas y susanistas andaluces se miran con prudencia. Esta semana se ha iniciado un periodo decisivo para ambos. «La sensación es que los afines a Pedro están mucho más fríos que en el proceso del Federal», señalan cercanos a la dirección. «No queremos dar un paso en falso, ni queremos que nadie nos tache de rebeldes o de desgastar a la secretaria general y presidenta de la Junta», responden desde el otro bando. Se moverán cuando tengan claro que contarán con opciones y que en todo caso habrá paracaídas.

Más allá de las divergencias, unos y otros concluyen que se necesitan. El impulso que Pedro Sánchez ha dado a las encuestas podría ser una buena vitamina para Susana Díaz, que trata de superar una etapa en la que su imagen no pasa por su mejor momento. Desde el bando susanista el proceso de primarias también ha servido para convencerse de la necesidad de dar un vuelco a su estrategia en las redes sociales, donde fueron ampliamente derrotados ante Sánchez y los suyos. Todo ese trabajo al servicio de la andaluza puede ser crucial en este año y medio que resta de legislatura.