Díaz se faja para orillar al PP-A de un frente común por la financiación

Avanzado el acuerdo con IU y Podemos, el PSOE-A espera cerrar esta semana a Cs para blandir unidad en Madrid y dejar en fuera de juego a Moreno, atado en una reclamación ante Rajoy

22 ene 2018 / 17:03 h - Actualizado: 22 ene 2018 / 22:17 h.
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  • Juanma Moreno y Susana Díaz, durante una sesión en la cámara andaluza. / Efe
    Juanma Moreno y Susana Díaz, durante una sesión en la cámara andaluza. / Efe

El PSOE andaluz tiene casi domado su próximo caballo de batalla contra el ejecutivo Rajoy. Tras levantar la losa de la sentencia del Constitucional sobre las 35 horas –de la que a la mínima oportunidad se presume en la Junta de dar cumplimiento «con inteligencia»–, Díaz redoblará de forma inminente su ofensiva hacia un acuerdo de financiación que sigue pendiente y que Moncloa prometió resolver antes de que acabara 2017 en la conferencia de presidentes celebrada en enero del pasado año.

Sobrepasados estos plazos, han sido pocos los días de las últimas semanas en los que no haya repicado alguna alocución crítica de miembros destacados del PSOE andaluz, insistentes al Gobierno central en la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera, ente encargado de coordinar la actividad financiera de las autonomías y el Estado.

Sin ir más lejos, fue ayer la propia Díaz quién desde Almería advirtió que Andalucía no puede «esperar más» a la reforma del modelo, cifrando en 1.000 millones de euros anuales la consecuencia directa de la prórroga sine die del acuerdo: «No valen excusas». Tanto el gobierno andaluz como el PSOE-A insisten en la reinvindicación de una «financiación justa, en la que no queremos lo que no nos corresponde», parafraseando a la propia presidenta andaluza.

En este contexto, y a la espera de la convocatoria del CPFF, Díaz trabaja a marchas forzadas para rearmarse de cara a un cónclave en el que pretende sacar toda la artillería pesada. La presidenta andaluza ya se ha erigido en coronel de la facción que reclama la nueva financiación y donde además de la sevillana, destacan barones socialistas como Page, Puig o el asturiano Fernández.

A lo anterior, se suma otra de las estrategias centrales de su ofensiva, cada día más cerca de convertirse en realidad: la forja de un frente común en el Parlamento donde únicamente no esté el PP. El PSOE-A ya acercó posturas la semana pasada con IU y Podemos, tras sendas reuniones en las que las posiciones parecían afines. Fue este lunes cuando el secretario de organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, afirmó valorar «muy positivamente» el encuentro con ambas formaciones de izquierdas.

El siguiente objetivo de los socialistas pasa por seducir a Ciudadanos, partido que es, precisamente, quién está contribuyendo a proveerles de una gobernabilidad serena en la autonomía. La reunión tendrá lugar esta semana y aunque el líder de la formación naranja en la región, Juan Marín, ya hay avanzado que se reservará un voto particular, todo hace indicar que no existirán excesivos problemas para que el partido se sume a la trinchera contra la «infrafinanciación». Incluso en el PSOE-A restan importancia a este voto particular, sabedores del valor que tendrá añadirlos al pacto ya avanzado por la izquierda.

En cualquier caso, el voto particular que pretende desarrollar Ciudadanos, no desentona con las propuesta central de Díaz, y es que este aparte estará vinculado con la exigencia de que no existan diferencias entre territorios, haciendo hincapié en que estas disimilitudes tampoco podrán ser positivas y favorables a Andalucía, un axioma que los naranjas irradian en su discurso nacional de máxima igualdad entre territorios y cierta, aunque aún velada, apuesta centralizadora.

A este respecto, el último actor que resta es el PP andaluz, a quiénes los socialistas también «invitan» a negociar la postura conjunta, mostrando incluso su intención de llegar a una consulta directa esta misma semana. Con este movimiento, el PSOE-A pretende orillar a la formación que dirige Moreno Bonilla, en un aspecto en el que tiene las manos atadas en la réplica al gobierno central. «No vamos a dejar de hablar con el PP del asunto», refiere insistente Cornejo, aumentando la presión sobre los populares, quiénes, una y otra vez, desvían el asunto con réplicas que van desde tachar de «confrontación» la postura de Díaz o pedirle que antes «llegue a un acuerdo con su jefe», en claras alusiones a Pedro Sánchez y a la idea de Ferraz de negociar también el asunto de la financiación con el Gobierno de Rajoy.

En este sentido, en el PSOE-A se insiste en que han de ser los ejecutivos autonómicos quiénes tengan la iniciativa negociadora con el ministro Montoro, sin que exista mayor inconveniente en que el PSOE federal abra también el diálogo a nivel de partidos.