Díaz vende «estabilidad» dando por hecho un pacto de presupuestos con C’s que su socio desmiente

La presidenta de la Junta dedica gran parte de su discurso en el debate sobre la comunidad a justificar la necesidad de facilitar un gobierno del PP en la Moncloa. Podemos e IU denuncia su “cinismo” y PP y C’s su “falta de autocrítica” y concreción.

19 oct 2016 / 14:14 h - Actualizado: 19 oct 2016 / 21:06 h.
"Debate sobre el estado de la comunidad"
  • La presidenta andaluza, Susana Díaz, hace un gesto cariñoso al vicepresidente Manuel Jiménez Barrios. EFE/Julio Muñoz
    La presidenta andaluza, Susana Díaz, hace un gesto cariñoso al vicepresidente Manuel Jiménez Barrios. EFE/Julio Muñoz

Una primera parte en clave nacional destinada a justificar la necesidad de que el PSOE se abstenga para que el PP de Mariano Rajoy empiece a gobernar y deje de excusarse en que “está en funciones” para no hacer reformas y una segunda centrada en sacar pecho “con orgullo” de Andalucía como espejo de “otra manera de hacer las cosas” desde un gobierno de izquierdas que mantiene a la derecha “en la oposición que es donde menos daño hace” y de “estabilidad” gracias al apoyo de C’s frente a la alianza del no “de los extremos” (PP y Podemos). Así ha sido el discurso de una hora y diez minutos que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha pronunciado este miércoles en el Parlamento andaluz en el primer Debate sobre el estado de la comunidad de la legislatura tras 16 meses y, por primera vez, ante un Parlamento con cinco grupos. Entre los cuatro de la oposición, que intervendrán esta tarde, hubo coincidencia en denunciar la “falta de autocrítica” del discurso de Díaz y de concreción de sus políticas para el futuro, al tiempo que Podemos e IU cargaron contra su “cinismo” por culpar de los problemas de Andalucía al Gobierno central de Rajoy que “quiere apuntalar” en la Moncloa con la abstención del PSOE en su investidura. Díaz presumió del “principio de acuerdo” con C’s sobre los presupuestos autonómicos para 2017. Una hora antes, el líder del partido naranja compareció para informar de los puntos en los que se ha avanzado pero tanto antes como después de la intervención de Díaz se afanó en aclarar que por ahora no hay acuerdo como tal. “Sería mentir decir hoy que tenemos un acuerdo”, llegó a decir tras escuchar el discurso de Díaz, e incluso dijo querer “rectificar en ese sentido las declaraciones de la presidenta” en las que, sin embargo, el portavoz socialista, Mario Jiménez, redundó.

Infraestructuras

Ante los 109 diputados con escaños en la Cámara andaluza, y los líderes de los sindicatos UGT y CCOO, la patronal CEA, la Federación de Municipios y Provincias (FAMP) y organizaciones empresariales como la confederación de agricultores (COAG) o la asociación de autónomos (ATA), Díaz llegó incluso a avanzar algunas de las partidas presupuestarias de ese presupuesto supuestamente acordado con C’s que previamente el líder del partido naranja había señalada como principales “escollos” para el acuerdo, como el aumento del 10 por ciento en las inversiones para infraestructuras públicas. Una hora antes, Marín había denunciado la falta de concreción en este punto de la Junta justificándolo en que muchas de esas infraestructuras dependen de fondos europeos que el Estado no concreta y había subrayado que C’s no aceptará “brindis al sol” sin concretar un calendario para las inversiones que se dividen en varias anualidades. “Ha dado datos de inversiones que no conocíamos”, admitió Marín.

Díaz concretó la inversión de 100 millones de euros para la rehabilitación de barrios desfavorecidos como Alcosa en el caso de Sevilla, incentivos por valor de 231 millones para el sector de la construcción sostenible –con los que prevé movilizar 1.200 millones de la iniciativa privada- o los 1.300 millones del plan PISTA en fase de tramitación y muy discutido por promotores y constructores. La presidenta despertó grandes expectativas al asegurar que la ampliación de la red del metro de Sevilla, paralizada, “tendrá consignación para continuar con nuevos tramos” pero desinfló dichas expectativas al añadir que eso ocurrirá “en el momento en que el Gobierno de la nación se comprometa” a aportar su parte.

Sanidad, Educación y Políticas Sociales

La presidenta andaluza sí se refirió al aumento del presupuesto sanitario en un 5,5 por ciento, uno de los puntos en los que el líder de C’s sí apuntó antes que existía un acuerdo hasta alcanzar los 9.280 millones de euros del que además presumió especialmente y que tras oírlo en boca de Díaz hasta la portavoz del PP, Carmen Crespo, alabó. Díaz reivindicó su apuesta por la sanidad –los diputados de todos los grupos lucieron un lazo rosa en el Día Internacional contra el cáncer de mama- e incluso llegó a pedir “disculpas” por los errores cometidos en esta materia, aludiendo concretamente a las protestas en Granada contra la fusión de los dos hospitales de la capital en el marco de una política que también despertó críticas en Sevilla y que sin embargo no concretó que se vaya a corregir. También desgranó un incremento del 4 por ciento en el presupuesto para Educación con el que el PP dijo que “no se conforma” y del 3 por ciento en políticas sociales como la Ley de Dependencia, en la que volvió a arremeter contra el Gobierno central por no financiar al 50 por ciento el sistema y tener que sostenerlo “a pulmón” en Andalucía poniendo el 80 por ciento de los 1.789 millones de euros que cuesta anualmente atender a más de 180.500 dependientes andaluces. Previamente, Marín había advertido que C’s exigirá a la Junta un aumento del presupuesto en esta materia “huyendo de la confrontación” con el Estado. Hubo alusión al Pacto de Estado por la Violencia de Género que la Juntas lleva meses reclamando y a la necesidad de coordinación de todas las instituciones para proteger a las mujeres que dan el paso de denunciar con el recuerdo a la mujer asesinado el domingo por su pareja en Olivares (Sevilla) tras serle denegada una orden de protección por una “cadena de errores” en la valoración del riesgo que corría.

Planes de empleo

La presidenta se refirió a las 5.500 plazas que se convocarán en las ofertas de empleo público previstas para Sanidad y Educación y a la Estrategia de impulso al trabajo autónomo 2017-2020 que prevé facilitar la creación de 60.000 nuevas empresas y 72.000 empleos con una inversión de 160 millones de euros. Y anunció la puesta en marcha antes de final de este año de tres líneas nuevas de ayudas para empresas: 135,3 millones en incentivos para proyectos industriales que creen empleo, 448,8 millones en subvenciones al I+D+i para empresas privadas y 17,9 millones en ayudas para las empresas del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Además, después de que los alcaldes de IU se manifestaron ayer ante el Palacio de San Telmo para denunciar los impagos por parte de la Junta de los planes de empleo para contrataciones temporales por parte de éstos, Díaz anunció otros 200 millones de euros para nuevos planes de empleo en el sector industrial y destinados a colectivos vulnerables. Los portavoces de Podemos, IU y PP la acusaron de “vender humo” y de la apuesta “continuista” por unas políticas que “no se ejecutan nunca” ni se evalúan.

Díaz combinó anuncios de nuevas medidas con un desglose de otras puestas en marchas pero sin “rendir cuentas” ni hacer “autocrítica” según la oposición. El coordinador general de IU, Antonio Maíllo, lamentó que “no ha habido debate sobre la comunidad y sí una repetición de debate de investidura” mientras que la popular Carmen Crespo coincidió en que “esto no es un debate de investidura ni de presupuestos sino de rendir cuentas de lo que se ha hecho y lo que se va a hacer”.

Control y corrupción

En este sentido, la líder andaluza anunció que en el segundo semestre de 2017 se aprobará una Ley del Buen Gobierno y un Estatuto para los altos cargos así como la creación de una oficina única de coordinación y control de los planes y ayudas públicas porque “tenemos que saber si las políticas que llevamos a cabo sirven o no y si no sirven cambiarlas”. En este marco también aseguró que se está ultimando el Decreto para crear la Oficina antifraude contemplada en el programa electoral del PSOE andaluz y que prometió en su discurso de investidura.

Uno de los momentos más duros de la intervención de Díaz fue al defender la “transparencia” que exigen los ciudadanos y la “honestidad” necesaria para “perseguir la corrupción y apostar la verdadera regeneración democrática”. Y es que en este punto reclamó honestidad “a todos” y denunció el “daño injusto e irreparable” a la democracia y a determinadas personas que se hace al “presentar como corrupción lo que no lo es” y “manipular las decisiones judiciales”. Con el archivo judicial de la pieza política sobre el presunto fraude en las ayudas para formación sobre la mesa, y las dispares acusaciones ejercidas por la Fiscalía y el PP de un lado y la Junta de otro ante el procesamiento de 26 ex altos cargos de la Junta en el caso ERE –entre ellos los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, Susana Díaz fue contundente: “Andalucía no se merece que su nombre se manche gratuitamente nunca más”, dijo arrancando uno de los muchos aplausos que la bancada socialista le brindó durante su discurso.

Financiación autonómica y debate territorial

La reclamación de una reforma del sistema de financiación autonómica, ante el déficit que con el actual acumula Andalucía según la socialista cifrado en más de 4.600 millones de euros, brindó a Susana Díaz uno de sus argumentos para justificar la abstención que defiende que el PSOE debe mantener ante la investidura de Mariano Rajoy. Es “urgente”, dijo, la convocatoria de una conferencia de presidentes autonómicas para reformar un sistema “injusto” y que crea desigualdades de hasta 922 millones de euros andaluces entre las comunidades que más reciben y las que menos, donde situó a Andalucía por el “maltrato sistemático” del Estado. Pero para “obligar” al Gobierno central a hacer esas reformas tiene que haber un Gobierno “que no se escude en que está en funciones”.

Díaz también reclamó al inicio de su intervención el “protagonismo” de Andalucía en la construcción de un proyecto de país en pleno desafío soberanista y aseguró trabajar “todos los días” para que Andalucía no juegue un papel “subsidiario” de “mera espectadora” que “otros” querrían y tenga “voz y voto” en ese debate como garante de la igualdad de los ciudadanos vivan donde vivan. En este punto, advirtió de que con el actual bloqueo institucional en Madrid se están “poniendo en juego muchas cosas” y entre ellas “la paciencia de los ciudadanos”, por lo que defiendo que la legislatura se tiene que poner ya en marcha “por encima de cómo” se haga. Desde Podemos, Carmen Lizárraga la acusó de decir que “no quiere un papel subsidiario para Andalucía y sin embargo” supeditar los intereses de la comunidad a “un pacto de para ti [el PP] la Moncloa y para mí San Telmo”.