Doñana vuelve a ser escenario de la alta diplomacia

Pedro Sánchez se reunirá con Merkel el próximo fin de semana en el parque natural andaluz

09 ago 2018 / 19:06 h - Actualizado: 09 ago 2018 / 22:28 h.
  • La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. / Efe
    La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. / Efe

El espacio natural de Doñana recupera este fin de semana su papel de escenario singular para la diplomacia española de alto nivel, con la reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la canciller alemana, Angela Merkel.

Sánchez, como sus antecesores en el cargo: Rajoy, Aznar y Zapatero, descansa este verano con su familia en el palacio de Marismillas, una propiedad de Patrimonio del Estado ubicada cerca de la desembocadura del Guadalquivir, en la que se han alojado jefes de estado y de gobierno como Balduino de Bélgica y su esposa Fabiola, Francois Mitterrand, Tony Blair, Helmut Kohl o Mijaíl Gorbachov.

Construido a partir de 1900 por el bodeguero jerezano Guillermo Garvey, este pabellón de caza de aspecto victoriano y su finca colindante fueron expropiados noventa años después a los marqueses del Borghetto, tras la declaración del Parque Nacional de Doñana.

Felipe González nunca se alojó en Marismillas, sino en el palacio de Doñana, un cortijo andaluz donde se instaló la Estación Biológica del CSIC, en el que compartió dependencias y menú con investigadores y trabajadores, y algunas austeridades, como la falta de electricidad y de teléfono, según recuerda a Efe el entonces director de este centro, Miguel Delibes. Delibes fue testigo de una de las más importantes visitas de estado a Doñana, la que en febrero de 1989 protagonizó el canciller Helmut Kohl, quien entre marismas, dunas y pinares forjó una amistad con Felipe González a la que también ayudó su descubrimiento de la rica gastronomía española.

El investigador conducía el camión todoterreno que la marca Mercedes cedió a Kohl para esta visita y que, finalmente, pasó a formar parte del parque móvil del CSIC. En este vehículo viajaban los dos mandatarios, sus traductoras y Delibes, quien presenció la creciente simpatía entre Kohl y González, quienes se intercambiaron pullas e ironías sobre su amistoso antagonismo ideológico. Delibes recuerda cuando se le advirtió a Kohl de que la visita al Cerro de los Ánsares, para contemplar la espectacular llegada de cientos de estas aves al amanecer, requería salir antes de las seis de la mañana. «A esa hora llevo ya un buen rato combatiendo el socialismo», contestó el canciller.

Aunque Doñana está ligada a reyes y mandatarios desde los tiempos de Alfonso X el Sabio, cuando comenzó a ser cazadero y zona de recreo de monarcas, nobles y empresarios, fue Felipe González quien la promocionó internacionalmente como escenario de encuentros diplomáticos de máximo nivel.