La Consejería de Educación, amparada en la batería de propuestas contra el abandono escolar temprano presentadas por el grupo de expertos constituido en noviembre, ha rescatado una vieja idea del departamento para mejorar el rendimiento de la escuela: la figura del “mentor pedagógico” o tutor, un profesional de la enseñanza con experiencia reconocida que oriente en la labor docente a los maestros nuevos, recién incorporados al sistema escolar andaluz. La fórmula, similar a la de países a la vanguardia en políticas educativas, como Finlandia o Corea del Sur, consistía en reclutar a los mejores docentes recién jubilados para tutelar a los maestros que entran en el sistema, pero también a los que están en activo pero tienen algunas carencias. Ésta ha sido una de las medidas avanzadas por la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, durante la última comisión parlamentaria.

La consejería, que tiene muy limitadas las competencias en materia de formación de profesores (el sistema de selección depende del Gobierno central y la formación permanente es voluntaria), pretendía buscar a “maestros de maestros” y seleccionarlos consultando a los colegios entre los mejores en activo y recién jubilados. Los profesores retirados regresarían voluntariamente a la escuela para impartir cursos concretos o para tutelar a compañeros durante un número restringido de horas. Serían retribuidos con una paga compatible con la pensión de jubilados (la Junta no les abonaría la Seguridad Social) y ejercerían su labor en los primeros años posteriores al retiro. El plan fue impulsado en 2011 por el exconsejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica, pero generó mucha controversia y finalmente la medida no se incluyó en el decreto de Formación Permanente del Profesorado, aprobado en 2013.

Ahora la idea del “mentor pedagógico”, mucho menos perfilada que entonces, regresa entre la batería de propuestas presentadas por el grupo de trabajo contra el abandono escolar temprano, jóvenes de entre 18 y 24 años que abandona sus estudios sin terminar. La tasa de abandono se encuentra afecta ahora al 24,9% del alumnado de esta edad, según los datos recientemente publicados por la última EPA. El departamento de Adelaida de la Calle reclutó el pasado noviembre a más de 60 profesionales de la enseñanza, la mayoría vinculados a la propia consejería, para buscar una solución integral a este problema. Muchas de las propuestas recogidas inciden en la mejora de la labor docente, y son coincidentes con las que hace cuatro años planteó el grupo de trabajo en el Parlamento sobre la formación del profesorado. Entonces, como ahora, los profesionales de la escuela propusieron reformas que se escapan a las competencias de la Junta de Andalucía, como la obligatoriedad de la formación permanente del profesorado (ahora voluntaria), la adaptación del currículum de las facultades de Educación (antiguo Magisterio) a la realidad de las escuelas o la reforma de la formación inicial del profesorado, con nuevos criterios de selección de los maestros, que incluirían requisitos relacionados con la psicología, la pedagogía y ciertas habilidades emocionales para tratar con niños (ahora basta con tener el título y aprobar unas oposiciones).

Ninguna de estas medidas está al alcance de la Consejería de Educación, algunas dependen del Gobierno central, otras de la autonomía universitaria, y casi todas son históricas reivindicaciones del sector que nunca han cristalizado del todo, porque precisan de un pacto amplio tanto de las fuerzas políticas como de los principales agentes de la comunidad educativa. Otras ideas mencionadas, por ejemplo las que inciden en la importancia del liderazgo pedagógico de los directores de colegios e institutos o el papel de la evaluación y autoevaluación del trabajo de las escuelas, ya forman parte de la normativa andaluza. Su aplicación depende más de la autonomía de los propios centros escolares que de las directrices de la consejería.

Los expertos consideran “fundamental” diversificar la oferta educativa de Formación Profesional (FP) a los perfiles del alumnado para alcanzar la titulación e incrementar la FP Dual, así como las modalidades de enseñanza online, semipresencial y a distancia para personas adultas. También abogan por impulsar la Educación Permanente como opción de segunda oportunidad, incluyendo una oferta “flexible, con metodología práctica y ligada a los sectores de desarrollo económico y empleo de cada zona”. En este punto, la diputada de Ciudadanos Marta Escrivá ha reprochado a la consejera la escasa oferta de plazas en ciclos de grado medio de FP, que ha dejado fuera al 30% de los demandantes este curso”. “¿Estos alumnos no computan como abandono escolar?”, ha preguntado.

Las medidas propuestas por el grupo formarán parte del Plan de Fomento del Éxito Educativo, un documento que incluirá objetivos claros, y que aspira a convertirse en la hoja de ruta de la educación en Andalucía en los próximos años, advirtió De la Calle durante la comisión parlamentaria. Pero, dada las limitaciones competenciales ya mencionadas, es necesario distinguir entre las medidas que puede ejecutar la Junta y las que dependen de otras administraciones. La propuesta del “mentor pedagógico” estaría al alcance de la consejería, que tendría que definir el marco normativo.

Todos los grupos de la oposición en el Parlamento han reclamado a la consejera que incluya a un representante de cada partido en el grupo de expertos contra el abandono escolar, una propuesta que De la Calle no descarta para más adelante.