Carlos Cuadrado da voz de los criminólogos y forenses que no pueden hablar del caso de Gabriel Cruz. Trabaja en la Asociación Profesional Colegial de Criminólogos de España (Asprocrime) y arroja algo de luz no solo de la detenida, sino sobre el duelo de unos padres con los que todo el país se ha solidarizado.
—¿Por qué se mata a un niño? ¿Bastan los celos? ¿El móvil económico?
—Parece que hay unja combinación de todos... que el niño era un impedimento para los planes de marchar a la República Dominicana y el único nexo de unión del padre con la madre. Una persona con psicopatía, y lo son una de cada 10, siempre actúa por interés, con insidias, y utiliza a las personas de su entorno para sus propios fines, aunque no siempre acabe matando.—Y los padres... ¿Qué fase afrontan del duelo tras el funeral en el que toda la sociedad les dio su apoyo?
—Gracias a ese apoyo de su pueblo y de España entera lo llevan mejor. No ha aparecido en ellos la fase de la ira, al menos en público. Ha sido crucial ese ánimo unánime que se les ha dado en la vida cotidiana, al ir a comprar el pan, por ejemplo; pero el duelo sigue todavía.—¿No viene un bajón ahora que la vida sigue, pero sin Gabriel?
—Se han hecho muy populares y ese afecto los anima. El hallazgo del cuerpo además ha dado cierta paz, a diferencia de otros casos, porque saben que se han ahorrado meses o años de pistas falsas o callejones sin salida.—La actuación de la detenida dio pie a que los guardias civiles pensaran que hallarían a Gabriel vivo. ¿Qué tipo de personalidad es capaz de fingir tanto tiempo?
—La psicópata. Es una desviación de conducta impredecible. Es capaz de llorar, pero siempre con cierta sobreactuación. Cuando manifiesta tristeza lo hace con el lenguaje no verbal de la ira... son pequeñas pistas que dan que pensar. —Hay expertos que han descrito a la sospechosa como sociópata en vez de psicópata. ¿Usted disiente?
—El diagnóstico es casi igual y se puede hablar de una diferencia de grado. Yo veo un comportamiento psicopático claro y más difícil determinar los factores ambientales de la sociopatía.—A alguien así solo no le importa nada el niño. Tampoco su padre, su propia pareja.
—Le da igual. No estamos aquí tampoco ante un síndrome de Medea, que mata al niño para dañar al padre. Simplemente buscaba sus fines, como si se demuestra pudo haber hecho con anteriores parejas, todos hombres mayores, a quienes podría haber usado como medios materiales.—¿Es precipitarse hablar de una posible criminal en serie en este caso?
—Si se demuestra que asesinó a su primera hija lo sería. La mujer asesina en serie se comporta de forma diferente al hombre, que es más cazador, acechador, como El Chicle. Ellas suelen ser cosechadoras: actúan en su entorno y en silencio.—¿Se hereda esta condición?
—No está demostrado. Hay estudios contradictorios entre los factores genéticos y los del ambiente o incluso los bioquímicos. A nivel personal, y sé que es una opinión arriesgada, la persona psicópata nace así y los hechos de su vida pueden acentuar ese perfil, pero también retraerlo.—¿En qué condiciones está la sospechosa en la cárcel?
—Se la aísla porque puede convertirse en víctima. Los reclusos consideran, en una ley no escrita, que lo que ha podido hacer –asesinar a un niño o a una persona indefensa– es inadmisible.—Este caso ha removido el debate de la prisión permanente revisable. ¿Qué opciones tiene para reinsertares si se la declara culpable y purga, además, esa condena, hoy en vigor?
—Va a influir mucho si la condena incluye agravantes, si se sigue un tratamiento o no... dudo que al final ocurra, pero hoy es incluso posible que se la derive a un centro psiquiátrico.—¿Cuándo se revisa una pena permanente revisable?
—Por lo que se sabe de EEUU, es muy difícil que una persona de estas características cambie. De hecho, les apena los 25 años en prisión, no las muertes que han causado; y saben que tienen que decir que estar arrepentidos para salir de la cárcel, lo estén o no. Buscar un hueco en la sociedad a alguien que sale de la cárcel tras hechos como estos también es difícil porque los ciudadanos no nos vamos a creer su redención. —¿Cómo detecto si hay un psicópata en mi bloque?
—Una de cada 10 personas lo es y no tiene por qué ser asesina. Hay pistas: alguien que no tiene consideración con su pareja, alguien que siempre cae bien a todo el mundo y que a menudo airea un pasado turbio o triste para ganarse nuestras lástima, que no encaja en ningún trabajo y que también tiene falta de aprecio por los niños y los animales. De hecho los niños los detectan, ven más en el lenguaje no verbal de lo que vemos los adultos y hay algo que no les cuadra. Y sobre todo: su interés (pecuniario, por ejemplo) va antes que la empatía. Como alguien que se casa con personas muy ancianas, incluso a punto de morir... porque luego les vacía las cuentas.—¿Fue un psicópata el que hace unos días ató a una docena de animales a las vías del tren en el Aljarafe?
—Posiblemente. Y es un comportamiento que escala. El ansia de la sangre va de menos a mas. Primero mata lagartijas, luego pájaros, más tarde perros y finalmente personas. Lo raro sería que después de matar perros lo hiciera con lagartijas. Y me extraña que quien ha hecho eso en las vías del tren lo haya hecho por un mal día. Eso no es un comportamiento transitorio.