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Menores en el patio de un colegio. /EFE
El Defensor del Menor, Jesús Maeztu, propuso hoy a los grupos parlamentarias establecer por ley la obligatoriedad en todos los centros de crear aulas de convivencia, una medida en la que dijo «creer mucho» para la «prevención» del acoso escolar.
Maeztu presentó en comisión parlamentaria un informe específico sobre este asunto en el que insistió en reclamar un registro específico de casos para conocer la dimensión real de un problema en el que considera que aún hay mucho ocultismo porque «el miedo juega mucho y a un colegio se le puede hacer mucho daño» cuando salen a la luz casos de acoso escolar. La Consejería de Educación sostiene que el índice de incidencia es del 0,03 por ciento. Al Defensor del Menor llegaron el año pasado 41 quejas por este tema y 51 consultas.
Maeztu reconoció que «las normas las tenemos ya» con los protocolos de Educación que marcan las pautas a seguir por los centros cuando detectan un caso, pero «hace falta pasar a la acción» y saber aplicarlas y subrayó que «todos nos piden formación». En este punto abogó incluso por hacer simulacros como los que se realizan para situaciones de emergencias y que «cada dos o tres meses se hayan ensayos de cómo se detectarían en el patio de recreo o las aulas».
El Defensor llamó la atención sobre el hecho de que aunque la incidencia es mayor en ESO, y «los agresores están más organizados», cada vez más se está detectando que está bajando la edad en la que se producen los casos y aumentando en Primaria, en parte también por la irrupción de las nuevas tecnologías que ha dado lugar al ciberacoso.