El origen de una identidad propia

Según una hipótesis que avala un grupo de investigadores, la bandera de Andalucía surge en el siglo XII. El concepto de pertenencia histórica a la enseña es, según una corriente actual y revisionista, difuso

28 feb 2018 / 06:36 h - Actualizado: 28 feb 2018 / 10:36 h.
"28F Día de Andalucía","Cien años bajo una bandera"
  • Varios jóvenes pintan una gigantesca bandera de Andalucía sobre el asfalto del Parque del Alamillo de Sevilla en los actos conmemorativos del Día de Andalucía. / Efe
    Varios jóvenes pintan una gigantesca bandera de Andalucía sobre el asfalto del Parque del Alamillo de Sevilla en los actos conmemorativos del Día de Andalucía. / Efe
  • El origen de una identidad propia
  • El origen de una identidad propia
  • Francisco Sánchez-Montes, en una ponencia celebrada en Granada. / El Correo
    Francisco Sánchez-Montes, en una ponencia celebrada en Granada. / El Correo

En el origen pretérito y primitivo del concepto de Andalucía, una tierra presa de tópicos y clichés, emanó el nacimiento de su bandera y su himno, los dos emblemas que han convivido durante décadas con el peso de su incierto pasado como desafiante tesis revisionista. Según una hipótesis que avala un grupo de investigadores, liderados por Fernando Repiso y Manuel Hijano, la creación de la bandera como símbolo común de Andalucía en su sentido más amplio del término geográfico nace en el siglo XII. Concretamente, en 1195, el año en el que se libra la Batalla de Alarcos. Blas Infante, considerado padre de la patria andaluza, escribió en su día una teoría que diferentes corrientes han apoyado.

En aquella fecha, las tropas cristianas de Alfonso VIII de Castilla perdieron en la Batalla de Alarcos, en los confines de la actual Ciudad Real, una de las más sangrientas escaramuzas de la Reconquista. El califa almohade Yusuf II batió a sus enemigos y se alzó con el triunfo. Yusuf II retornó a Sevilla después del éxito para engalanar el alminar de la mezquita mayor de la ciudad, en aquel tiempo bajo dominio musulmán, con una bandera verde del Islam y una blanca en señal de rendición del ejército cristiano. Y ahí surge para algunos historiadores el origen primitivo de la actual bandera de Andalucía.

Manuel Moreno, catedrático de la Universidad de Sevilla y uno de los investigadores más laureados de Historia Contemporánea en Andalucía, considera «difuso» el concepto de origen de la bandera de Andalucía. Sobre la existencia de una bandera andaluza en el siglo XII, Moreno considera que «siempre ha habido pendones, un símbolo que se remonta a siglos anteriores, pero hablar de bandera no es acertado». «En el siglo XVIII los barcos llevaban esos distintivos. Sobre el hecho de que los musulmanes llevaban una especie de bandera de color verde, –que eso forma parte del mito porque está por demostrar–, hay que aclarar que es un asunto difuso porque hay constancia de que también portaban distintivos de otros colores», manifestó.

El historiador sevillano, que recurre a un discurso especialmente pedagógico, expone que «es en el siglo XIX cuando surge un andalucismo real». En contraposición a la tendencia unionista de los monárquicos, Moreno defiende que «el verde se distinguía de las enseñas dieciochescas rojigualdas de la monarquía». ¿Cuál es el origen real de la bandera? ¿La Albiverde –la Arbonaida según la lengua mozárabe– nace después de una guerra, con claras influencias religiosas, en pleno siglo XII? «Hay diversidad de opiniones sobre cuándo y cómo nace la bandera. Desde el punto de vista de la documentación concreta no hay uniformidad», apunta.

De una opinión similar es Francisco Sánchez-Montes, catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Granada. «Andalucía está compuesta en sus orígenes por cinco grandes reinos: Montaña, Llano, Sierra Morena, Mediterráneo y Atlántico. La riqueza reside en la diversidad», ejemplifica antes de tratar de aportar luz al debate sobre el germen real de la enseña. «Obviamente tiene su antecedente en el surgimiento de los movimientos regionalistas, pero sobre todo a partir del advenimiento de la democracia. A partir de 1975 y de la Constitución de 1978 y el Estatuto Andaluz se consolida el modelo», asegura. Sin embargo, y en un análisis que fusiona literatura e investigación pedagógica, Sánchez-Montes, uno de los estudiosos más prestigiosos de Andalucía, concreta que «hay fragmentos históricos que sí que hablan de Andalucía en un tiempo muy anterior al siglo XX». «Quevedo –nacido en Madrid en 1580 y que firma la mayor parte de su producción literaria en la primera mitad del XVII– habla del noble reino andaluz. Él recorre Andalucía en 1624 y refiere el concepto difuso de las Andalucías», recuerda a modo de reflexión.

Sin embargo, el historiador afincado en Granada critica el modelo de interpretación que considera a la bandera como un nexo común y excluyente de Andalucía en relación al resto del territorio peninsular. «La incorporación del antiguo reino nazarí a la Corona de Castilla es anexionista, así que interpretar que es entonces cuando surge la bandera de Andalucía como un nexo de pertenencia común es un error mayúsculo. Ahí caeríamos en una pobreza interpretativa», apunta.

Dos modos de interpretar el nacimiento de un símbolo, la bandera de Andalucía, que fue aprobado de forma unánime tal y como hoy es concebido en la Asamblea de Ronda de 1918. En aquella reunión, los entonces políticos regionalistas apoyaron el uso del escudo y la bandera como las insignias de la Andalucía de principios del XX.