La presidenta de la Junta, Susana Díaz, tiene un as en la manga para exhibir poderío en su partido: pese a que el PSOE obtuvo el 20-D los peores resultados de su historia, en Andalucía fue la fuerza más votada. Sin embargo, las tornas podrían cambiar a tenor del Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) elaborado por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea) que, a partir de 1.200 entrevistas teléfonicas a andaluces mayores de 18 años realizadas entre el 18 de enero y el 9 de febrero, realiza una estimación de voto según la cual el PP ganaría las elecciones generales en Andalucía con el 31 por ciento de los sufragios, dos décimas por encima del PSOE que obtendría el 29,4 por ciento.

Curiosamente, preguntados sobre sus preferencias para la formación de Gobierno actualmente en plena negociación, el 26,3 por ciento aboga por repetir las elecciones generales, aunque el 85,5 por ciento de los encuestados señala que si hubiera sabido el bloqueo actual no hubiera cambiado su voto. Entre los pactos, la combinación PP-PSOE-C’s es la preferida por el 25,8 por ciento, seguida de una coalición de izquierdas (18,7 por ciento), la gran coalición de PP y PSOE (9,5 por ciento) o un gobierno en minoría del PP (9,1 por ciento).

La estimación de voto para unas elecciones andaluzas mantiene la hegemonía socialista. El PSOE ganaría los comicios con el 32,1 por ciento de los sufragios (el 22 de marzo logró el 35,1), seguido del PP con el 25,3 por ciento (obtuvo el 26,7), Podemos obtendría un 17,2 por ciento (14,8 fue su resultado), C’s un 13 por ciento (9,28) e IU un 8 por ciento (6,89). La correlación de fuerzas en el Parlamento andaluz no se vería alterada y, aunque el estudio no hace extrapolación de escaños, los resultados indican que tampoco habría mayoría absoluta si bien los partidos emergentes e IU subirían mientras que el bipartidismo perdería apoyos (especialmente el PSOE). En unas hipotéticas generales, C’s sería el partido que más crecería. Podemos se mantendría.

La presidenta andaluza, Susana Díaz es la líder andaluza más valorada y la única que aprueba (5,2) e incluso incluyendo a los dirigentes nacionales, solo el presidente de C’s, Albert Rivera, la supera (5,3). Los peor valorados en Andalucía son los líderes del PP-A, Juan Manuel Moreno, y Podemos, Teresa Rodríguez, si bien ésta saca mejor nota que Pablo Iglesias.

No obstante, la valoración personal de Díaz supera a la de la institución que preside ya que el 42,1 por ciento considera la gestión de la Junta como bastante mala o muy mala frente a un 31 por ciento que la considera muy buena o bastante buena y un 23,6 por ciento que señala que no la ve ni buena ni mala. El Gobierno de Mariano Rajoy tampoco sale bien parado. Más de la mitad, el 51,9 por ciento, califica su gestión de muy mala o bastante mala, un 33,9 por ciento señala que ha sido muy buena o bastante buena y un 13,4 por ciento cree que no ha sido ni buena ni mala. Tampoco el PSOE nacional escapa mejor en su papel de oposición de estos años. El 69,2 por ciento considera su actuación muy mala o bastante mala, un 15,7 por ciento la ve muy buena o bastante buena y el 13,4 por ciento ni buena ni mala.

Pese al mensaje imperante de que la parálisis política frenará la recuperación económica, los andaluces creen mayoritariamente la situación seguirá igual tanto en Andalucía como en España.

Ideológicamente, los andaluces se sitúan en el centro izquierda, en el 4,8 en una escala de 0 (extrema izquierda) al 10 (extrema derecha). En vísperas del 28-F, también se sitúan en el medio respecto al sentimiento nacionalista andaluz (5,5 en una escala donde el 0 es el mínimo nacionalismo y el 10 el máximo). Un nacionalismo andaluz con el que identifican sobre todo al PSOE mientras que a Podemos, que llegó a comparar el 28-F con éste, lo pone al mismo nivel mínimo andalucista que al PP. Cazorla explica que la identificación del PSOE con el nacionalismo andaluz «forma parte de la cultura política andaluza desde los 80 y es un idea muy fijada».